ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Mirada


Enviado por   •  9 de Abril de 2013  •  812 Palabras (4 Páginas)  •  283 Visitas

Página 1 de 4

La mirada se detiene porque reposa en lo visto, deja de magullarlo y se vuelve su extensión, su superficie, su figura. La mirada se configura en la cosa vista, pues la adelanta en su devenir sin negar su consistencia. Entonces, la mirada se resbala por la figura de la cosa, en cuanto la cosa se desplaza por su campo de visión como lo efímero hace alarde en el tiempo. Por otro lado, la mirada es siempre cautiva y cautivada, pues cuando ésta reposa sobre la cosa, es por una cierta atracción. La atracción determina un cierre, una clausura, quiebra la visión, pero a la vez la abre a la expectativa de sostenerse por más tiempo en lo visible. De algún modo, ha sido cautivada por los ojos de la cosa que ahora son los ojos que me ven y que me acosan. La determinación, entonces, es el acto de libertad de la cosa, pues ésta deviene cuando otros ojos ven su mirada. El cruce de las miradas, como si fuera el cruce entre dos extraños que se interceptan por un momento fugaz en un espacio que los avecinda en ese golpe de atracción, es en definitiva el descubrimiento de lo otro del sí mismo, pero en sus raíces y no como condición externa. En este sentido, el otro no limita los posibles de mi relación con el mundo, como dice Deleuze, sino que más bien, está avecindado en un mundo compartido, que es tal, porque nuestras miradas ya se han cruzado y desplegado, a la vez que se han dejado ver en las cosas y por las cosas. El sí mismo es como otro, así como el otro es como sí mismo, porque hay una vecindad que promueve los cruces de miradas, las atracciones y repulsiones, y que exige, en definitiva que habitemos ampliando los campos visuales, para vernos más allá de los espejos.

Es decir, el otro representa un momento de cristalización, y si se pudiera decir, el espejo de nuestra mirada, espejo invisible que determina ya lo mirable, según una expresión de J-L Marion. De algún modo, Deleuze no puede dejar de pensar al otro en los términos de una estructura que propende a la estructuración de mi mirada. Mi ojo ve los posibles que me presenta el otro para ver. Y en este sentido, los elementos de la Tierra han sido encapsulados en burbujas que fijan nuestra mirada. De algún modo, ésta se cristaliza sobre la cosa, porque ve desde ciertos posibles y no otros. Sin embargo, si bien la mirada sólo puede ser restrictiva, pues el campo de visión es lo finito de su apertura, el ojo ve incluso trascendiendo lo visto, ve desde la cosa, o permite que la cosa vea desde él.

Así entonces, el espacio histórico es un espacio en tensión entre la indeterminación del pasado y la proyección del futuro. En primer lugar, el pasado está siempre a nuestra consideración, lo cual significa que está siempre abierto a que lo abordemos de otro modo, pues si lo hecho hecho está, lo realizado nunca deja de liberar su carga moral, por tanto, no deja nunca de mantenernos endeuda

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (5 Kb)
Leer 3 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com