MIRADA TRIANGULAR

MIRADA TRIANGULAR

Esta técnica es tan simple como efectiva. De hecho, es una herramienta

sorprendente para transmitirlo que quieres, simplemente mirándola.

Primero, debes alcanzar tu mismo un estado sensual y sentirte cómodo

con él. Una vez estés seguro y reboses confianza, haces lo siguiente:

Mantienes el contacto visual con ella , llevando lentamente la

mirada de un ojo al otro y luego a los labios, describiendo un triángulo como

menciona el título de la rutina. El proceso lo repites varias veces mientras te

acercas más y más.

Si ella no se aleja, está claro que la puedes besar.

La MIRADA TRIANGULAR la puedes llevar a cabo en silencio o

mientras habláis en un tono más bien íntimo.

ESCALA DEL UNO AL DIEZ

En un momento en el que ya has ganado bastante intimidad con el

Objetivo, puedes acercarte a ella y decirle en tono confidencial:

“Tengo una duda. En una escala del 1 al 10, ¿cómo sería de increíblemente

eléctrico y sensual si nos besáramos?”

Si te da una respuesta entre 1 y 4, puedes probar algo distinto o dejar de

perder el tiempo con un Objetivo que va a darte bastante trabajo.

Si es un 5 o un 6, puedes seguir trabajando. Es posible que aún no haya

llegado el momento de hacerlo, pero puedes superarlo con buen juego.

Si te da cualquier número superior al 6, dile:

“Ven”, y bésala. O: “Yo no lo tengo tan claro. Ven”, y la besas.

En caso de que te asuste demasiado, puedes combinarlo con otra

ESCALA DEL UNO AL DIEZ DEL RELAJADO

Este empieza igual que el anterior. Sin embargo, si decides optar por

algo más directo, puedes olvidarte de la rutina previa y basarte en el

siguiente esquema:

Menos de 5: “Entonces has ido a dar con el maestro adecuado!”. Y la

besas.

5 a 7: “Entonces tendrás que seguir practicando para llegar a este

nivel...” La besas.

7 a 10: “Tendrás que demostrarlo.” Esperar a que sea ella quien te bese.

También puedes decir algo como: “¿Realmente sabes lo que es un beso

a ese nivel? Mira.” Y la besas.

LAS TRES PREGUNTAS

A ser posible entrecerrando los ojos y con tono de sospecha, se le

pregunta a la chica:

“¿Te gustaría besarme?”

Si responde que sí, la besas. Si duda o no se muestra segura, le dices:

“Vamos a comprobarlo”, y la besas.

Si te dice que no, le contestas:

“No te he dicho que puedas hacerlo. Simplemente parecía que le dabas

vueltas a algo en la cabeza.”

Si, por último, responde algo como: “Aquí no”, replicas:

“Entiendo… Ven.”, y la coges de la mano, pidiéndole que te siga a un

lugar apartado donde la puedas

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