Misiones
Enviado por gre.ciaats97 • 13 de Abril de 2015 • Síntesis • 553 Palabras (3 Páginas) • 172 Visitas
Seguramente usted a escuchado aquella entretenida anécdota que nos cuenta como cierto día, alguien entró a un singular local que se llamaba "La Tienda del Cielo". Y como recordará, este bello relato también nos narra el asombro de aquella persona al ver que aquel lugar era atendido por ángeles, y que en los anaqueles se encontraban expuestos unos elegantes recipientes de cristal.
Entonces, según nos narra la anécdota, aquella persona se acercó a los recipientes y pudo ver en ellos las etiquetas de lo que contenían, y así leyó con asombro: Misericordia, Paz, Sabiduría, Paciencia, Fortaleza, en fin, una larga lista de productos de este tipo. Y así, de esta forma aquella persona comprendió que lo que vendía aquella tienda no eran bienes materiales, sino más bien cualidades, virtudes y dones espirituales.
El visitante prosiguió su recorrido y después de pensar un poco, hizo un inventario de lo que consideró eran sus propias virtudes y de esta forma descubrió sus carencias. Se dio cuenta que estas últimas eran muchas y aprovechando que estaba ahí procedió a hacer su pedido; decidió llevar "Oración" -pues hacia tiempo la suya era muy pobre-, llevaría también "Humildad" -que ya desde ese momento, estaba haciendo su efecto-, agregó a su pedido un poco de "Caridad" y por último llevaría "Consejo", aunque al final recapacitó y lo cambió por "Prudencia".
Finalmente, nuestro personaje se dirige a la caja con la intención de pagar su compra, y nuestra historia, en esta ocasión tendrá dos finales.
El primer final, corresponde a una de las dos versiones de esta anécdota que yo conozco. Y dice así:
Al llegar a la caja, nuestro personaje le pregunta al ángel que la atiende: "Todo esto es lo que me hace falta, ¿cuánto tengo que pagar?", y el ángel, dirigiéndole una tierna mirada, le responde: "No es nada, todo esto que lleva ya está pagado; al morir en la cruz, Jesús mismo lo ha pagado por ti".
Hermoso final sin duda, pero pasemos al segundo, no menos bello además de ilustrativo:
Al llegar a la caja, nuestro personaje le dice al ángel que la atiende: "Esto es lo que voy a llevar, todo esto es lo que me hace falta". El ángel recibe la hoja de pedido en la que nuestro personaje ha anotado lo que llevará y disculpándose, va a surtir lo que en ella se ha enlistado.
Momentos después, el ángel regresa con un diminuto paquete que coloca sobre el mostrador. Nuestro personaje sorprendido le pregunta: "¿Eso es todo? Pero si he pedido varias cosas, algunas de ellas bastante importantes, yo imaginaba que me llevaría un gran paquete". A lo que el ángel, dirigiéndole una tierna mirada, le responde: "Efectivamente, en este pequeño paquete se encuentra todo lo que ha pedido,
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