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Modelo normativo de Habermas y el modelo psicosocial de Noelle-Neumann


Enviado por   •  29 de Junio de 2015  •  7.023 Palabras (29 Páginas)  •  290 Visitas

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Introducción

El presente trabajo pretende dar cuenta de dos miradas contrapuestas que tratan de explicar el fenómeno de la opinión pública: el modelo normativo de Habermas y el modelo psicosocial de Noelle-Neumann. Estos modelos parten de supuestos distintos y, por esta misma razón, difieren radicalmente en sus definiciones de la realidad social en la que este fenómeno opera. Así, lo que se propone en este artículo es en primer término revisar la concepción de opinión pública en la visión habermassiana para luego hacer lo mismo con la de Noelle-Neumann. En un segundo momento, se intentará establecer la relación entre opinión pública y democracia en las sociedades modernas. Esto nos permitirá después establecer las diferencias en la conceptualización del término democracia en estas dos tradiciones de pensamiento. La idea es plantear una visión comparativa -que no pretende ser exhaustiva, sino simplemente plantear algunas cuestiones generales- entre ambos modelos para plantear finalmente un par de interrogantes acerca de la reflexión actual en torno a este complejo proceso llamado opinión pública.

La opinión pública como proceso racional

El modelo normativo de Habermas se establece como uno de los principales ámbitos de crítica a la sociedad. Para él, la opinión pública no es sólo un problema científico, es un problema práctico moral. En este sentido, el principal interés de este autor es analizar las condiciones comunicativas bajo las cuales se forma la opinión pública en las sociedades actuales. Enmarcado en el modelo normativo, el estudio de este fenómeno se sitúa en la teoría crítica de la sociedad. De acuerdo a Habermas la comprensión de la opinión pública sólo puede ser posible a la luz de esta teoría.

En un primer momento, encontramos en la teoría habermasiana una crítica feroz al abordaje empírico con el cual se ha encarado el fenómeno de la opinión pública durante este siglo. Para él, las mediciones cuantitativas conducen a una posición acrítica que tiende a echar de lado el sentido general más amplio del fenómeno y sus dimensiones ético-políticas. "Frente a esta opción, Habermas no asume simplemente el concepto ideal y mítico de opinión pública elaborado por el liberalismo. Pretende redescubrir un nuevo paradigma de LO PÚBLICO y la OPINIÓN PÚBLICA que sirva como prueba –o como denuncia en caso de ausencia-, de que la sociedad es verdaderamente democrática" (MUÑOZ, 1992: 199).

Esta es una cuestión central para Habermas: la opinión pública, formada en un proceso racional de consenso al interior de la sociedad, otorga legitimidad al régimen democrático. Dicho en otras palabras, la opinión pública se erige como garante de la democracia. En relación a esta cuestión abundaremos más adelante, de momento sólo señalamos esta formulación, ya que nos parece central para comprender el planteamiento normativo en este modelo.

A continuación definiremos algunos conceptos centrales en la teoría de la acción comunicativa de Habermas que nos permitirán comprender el término de opinión pública en este marco conceptual. Estos son acción comunicativa, mundo de la vida y sistema.

Con respecto al primer concepto, acción comunicativa, debemos decir que la definición de este término resulta compleja, debido a que "en la sociología no hay unanimidad acerca de qué se entiende por acción (social)" (MARDONES, 1985: 103). El interés del presente ensayo no es debatir en torno a la definición exhaustiva de acción en su sentido sociológico ni filosófico más general. Nos limitaremos a plantear el lugar y la importancia que el término reporta en el marco de la teoría habermasiana. Para esto iniciaremos señalando que el mismo Weber realizó un esfuerzo considerable por definir este concepto. Recuperando algunos puntos de la visión fenomenológica weberiana, Habermas construye una tipología de la acción. De ahí deviene la comprensión de la acción a través de dos formas, como acción estratégica y como acción comunicativa. A saber, la acción estratégica es aquella que se orienta a la consecución de fines y la acción comunicativa está orientada a la comprensión. Decimos, así, que la teoría de la acción comunicativa postula una relación de complementariedad entre el concepto de acción comunicativa y el mundo de vida. La evolución de la sociedad conduce a una progresiva diferenciación entre ámbitos de acción integrados normativamente por la vía de un consenso que se da comunicativamente y sistemas de acción funcionalmente especificados que confían la integración a una regulación de decisiones particulares (BADIA, 1998).

De aquí se desprende esta visión dual de la sociedad planteada en el modelo normativo habermasiano. Con base en los supuestos planteados por Durkheim en La división del trabajo, Habermas presenta esta diferenciación entre integración social e integración sistémica, lo cual da pie a establecer una distinción entre racionalización del mundo de la vida y aumento de la complejidad de los sistemas sociales.

Es esta visión dual de la sociedad la que establece entonces dos niveles de acción susceptibles de ser analizados: mundo de la vida y sistema. El sistema es el campo propio de la acción estratégica y, por tanto, de las acciones orientadas al éxito. Cabe decir, por otro lado, que la acción comunicativa es propia del mundo de la vida. Es éste el espacio de las acciones orientadas al entendimiento. El espacio en el que los individuos reconocen intersubjetivamente, a través del lenguaje, las pretensiones de validez del otro. El lugar en el que los individuos confrontan no sólo saberes sino quereres. El ámbito en el que opera la opinión pública.

La opinión pública como control social

El modelo psicosocial elaborado por Noelle-Neumann ha sido desarrollado ampliamente por la autora en su hipótesis de la Espiral del Silencio. Para ella, la opinión pública es definida como esa especie de censura que se observa a través del control social que de manera natural todos los individuos de una sociedad tienden a reconocer intuitivamente. Podemos encontrar una gran coincidencia entre los planteamientos de Noelle-Neumann acerca del control social con los de Emile Durkheim acerca del consenso y la cohesión.

La idea de una conciencia colectiva que toma forma de consenso normativo está desarrollada por el autor en Las reglas del método sociológico. Para él, el individuo se encuentra sujeto por una conciencia pública que ata y restringe las posturas de los individuos en la sociedad. Se diferencia, sin embargo, de los planteamientos de Durkheim en tanto que, mientras para este autor "la conciencia colectiva (funciona)

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