Monografia

DORMITORIOS

Nos queda por concretar la forma en que deberemos tratar cada tipo de dormitorio: individual, doble, de matrimonio, dormitorio estudio... Pero antes de tratar los problemas específicos hay que concretarse a un estilo y ser consecuente, de modo que todo en la habitación forme una combinación armónica.

Empezaremos por poner en claro que no hay estilos bonitos y feos, sino diferentes gustos. Lo importante es que el ambiente esté bien tratado. Lo que sí resulta feo es que los elementos no guarden una relación entre sí, mezclando a tontas y a locas muebles y objetos que no encajan. Esto no significa tampoco que la única forma de decorar sea atendiéndose estrictamente a un estilo; son muchas las cosas que se pueden mezclar sin romper por ello la armonía. A lo que nos referimos es a que ha de existir siempre un nexo de unión que enmarque ese contenido, aunque no tiene por qué atenerse a las normas convencionales. Por tanto, cuidaremos de que el enmarque, tratamiento de las paredes, textiles, estilo de los muebles principales y colorido de todo ello combine bien entre sí. En caso de haber un mueble de estilo cuidaremos de realzarlo por contraste. Pero para ello todavía deberemos cuidar más que el resto de los elementos sean muy armónicos, de modo que toda la atención se concentre en el valor de dicha pieza.

En cuanto a los muebles accesorios, mientras por su color y diseño no desentonen con el resto de la habitación, podrán incluso ser funcionales. Y la iluminación, a no ser que se trate de un dormitorio de estilo muy determinado, lo más práctico será colocar focos modernos que cumplan bien su cometido y que sean lo bastante neutros como para no llamar la atención sobre ellos. En caso de que se tenga preferencia por las lámparas de estilo, deberán corresponder al diseño de la cama o al de las mesillas de noche. Solamente siguiendo estos consejos se puede garantizar el éxito en obtener una decoración satisfactoria. (VER ANEXO 1)

1.1 Dormitorio de matrimonio

Quizás de todos los tipos de dormitorio sea éste el que más cambios ha sufrido, empezando por el hecho de que actualmente, más que dormitorio de matrimonio se le podría llamar dormitorio de pareja. Y este cambio de concepto que aparente-mente es anecdótico es en realidad mucho más importante de lo que aparenta. Antes los muebles del dormitorio de matrimonio eran recios y debían durar toda la vida. En él se fundaba y se daba continuidad a una estirpe. Por ello eran ampulosos y solemnes. Cuanto más importante se consideraba la familia, más rico era éste en calidad, tamaño, co¬modidad y elementos ornamentales. Hoy día las parejas son mulantes y se da más importancia al individuo.

Lo ideal es disponer del espacio suficiente para que los armarios estén bien diferenciados para cada una de las personas y que haya un rincón de trabajo también separado y respondiendo a las necesidades de cada uno de ellos. Es aconsejable prever que haya estanterías donde cada cual pueda colocar sus libros, fotografías, etc., y también, a ser posible, se buscará la forma de incluir un rincón donde poderse sentar a charlar, leer y descansar. En caso de que no nos quepa un sofá pequeño, o un par de butacas, una buena solución será formar un rincón con almohadones de distintos tamaños y colores que, además de resultar muy práctico, contribuirá a dar una nota de alegría a la habitación. En cuanto a la cama y mesillas de noche, es recomendable buscar un diseño moderno, desechando los cabezales y las clásicas mesillas.

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