Mujeres En Mexico Antiguo
Enviado por alexiado • 26 de Marzo de 2015 • 433 Palabras (2 Páginas) • 154 Visitas
Demasiadas eran doncellas que por impulso de su devoción se dedicaban a las estrecheces de esta vida, pero muchas más las que la seguían por voluntad de sus padres. Y como entre todas las naciones fue siempre la mexicana quien le dio más supersticioso culto de los demonios, era excesivo el número de estas sacerdotisas con que llenaban los templos y en donde las ofrecían luego que habían cumplido cuarenta días, aceptándolas los sacerdotes. En nombre de los ídolos, a quienes las presentaban haciéndoles la oración siguiente, que se halla entre las que deboca de los antiguos conservó en sus manuscritos el cicerón de la lengua mexicana. Don Fernando de Alva, la cual refiere con las mismas palabras que la tradujo por corresponder a las originales con propiedad muy precisa: “señor y dios invisible, cuya luz se esconde entre las sombras de los nueve apartamientos del cielo, causa de todas las cosas, defensor y aparador del universo: el padre y la madre de esta niña, que es que es la piedra preciosa que más estiman y la antorcha resplandeciente que ilumina su casa, porque es tu hechura y efecto de tus manos, para que viva y sirva en este lugar sagrado y casa de penitencia. Suplícate, señor dios, la recibas en compañía de las otras, tus bien disciplinadas y penitentes vírgenes, y la favorezcas para que sea de buena vida y alcance lo que pidiere”.
Las regresaban a sus padres para que las criasen hasta los ocho años, que era el tiempo destinado a la clausura. Los parientes la conducían al templo, donde era recibida por el sumo sacerdote; y después de haber hecho referencia a sus falsos dioses las bajaban a las salas y lugar de recogimiento, donde en presencia de la superiora y las restantes doncellas, en pie del tequacuilli, decía con admirables afectos: "Considera que éste es lugar sagrado donde has de hacer penitencia por los tuyos, los que andan vagando por el mundo, al encerramiento, has de olvidar la casa y hacienda de tus padres, y los regalos de tu niñez; y advierte que no vienes a él para ser preferida a las que en él hallares, determinase desde ahora tu corazón a sufrir con alegría el hambre de los ayunos, y a practicar los mandatos de esta venerable y vieja madre".
Seguías esto desnudarla y quitarle el cabello, ceremonia necesaria para quedar constituida como una de las Cihuatlamacazque o sacerdotisa.
En estos templos, solo se haga la voluntad de quien lo gobernare, porque la obediencia representa la buena crianza y nobleza de los antiguos, con la cual será honesta.
...