Mujeres Que Corren Con Lobos

CANTANDO SOBRE LOS HUESOS

En la introducción del primer tema cantando sobre los huesos nos habla sobre cómo hay diferentes tipos de mujeres y de lobos ya que de acuerdo a la mujer va a ser el lobo que va a escoger. Como el libro lo dice la naturaleza de las mujeres han sido saqueadas durante años y es por ello que las mujeres por su naturaleza actúan ya que si se encuentra con un lobo de igual inteligencia estos pueden compaginar de igual manera que ante la sociedad ya que son adaptables. El libro mujeres que corren con lobos por la autora trata más que nada sobre las virtudes que posee una mujer así de como su propia naturaleza el tema principal como ya se menciono es la mujer en todo su esplendor así de como la mujer ha sido parte importante dentro de la vida misma. Hace mención a diferentes tipos de mujeres y de lobos ya que cada quien esta con su cada cual ya que para cada mujer hay un lobo.

EL AULLIDO: LA RESURRECCIÓN DE LA MUJER SALVAJE

La Mujer Salvaje, no emerge nunca fácilmente: siempre habrá que sortear obstáculos y desoír voces de otros arquetipos que inclinan a las mujeres a mostrarse más dulces, más cariñosas, más egoístas, más calculadoras o más débiles de lo que son. Por otro lado habla del alma. Y dice que “cuando trabajamos el alma, ella, la Mujer Salvaje, crea una mayor cantidad de sí misma”. Sólo hace falta hacerle espacio: ella, esa fuerza, hace el resto del trabajo por nosotras, porque entonces nosotras ya somos ella. Que la educación, la cultura o el miedo hayan taponado el ingreso de este arquetipo a la mente de una mujer no significa que ella no esté esperando, como una guerrera, su nueva oportunidad. Otros nombres de la Mujer Salvaje, en diferentes tradiciones, son la Loba, la Huesera, la Trapera o La que Sabe. En todas las culturas, estos arquetipos representan el archivo de la feminidad, su potencia a veces magnánima y dadora de vida, y otras veces feroz y revulsiva, la conservadora de la potestad de la hembra. Con respecto de los hombres, algunos, claro, preferirán una gata a una loba, y ni qué hablar de los que preferirían un monito amaestrado. Pero sólo aquel dispuesto a hacer contacto con la parte salvaje de una misma será el adecuado. Es el que no se asustará de nuestros gritos ni nos dirá peyorativamente que de pronto estamos pensando con los ovarios. Por el contrario, el adecuado es el que estará orgulloso de tener al lado a esa mujer.

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