MÓDULO PEDAGÓGICO II Cuadro de análisis de obras literarias pedagógicas
Enviado por paukasnir • 28 de Julio de 2020 • Trabajo • 1.435 Palabras (6 Páginas) • 119 Visitas
k CENTRO PEDAGÓGICO DE DURANGO, A.C.[pic 1][pic 2]
MÓDULO PEDAGÓGICO II
Cuadro de análisis de obras literarias pedagógicas
Pedagogo | Obra | Sinopsis o resumen | Aporta- ciones pedagó- gicas | Tipo de Escuela | ¿Por qué lo recomiendo? | Crítica o comen- tario personal |
Paulo Freire [pic 3] Recife, Brasil, 1921 - São Paulo, 1997) Pedagogo brasileño. Estudió filosofía en la Universidad de Pernambuco e inició su labor como profesor en la Universidad de Recife, como profesor de historia y filosofía de la educación. | “Cartas a quien pretende enseñar” | Este libro fue escrito en junio de 1992 con la finalidad de dirigirse a los maestros y muy específicamente a las maestras (no tías) en un afán de defender la identidad y legitimidad del docente que se encuentra percibido como un problema, un ciudadano de segunda, implementador de currículos y textos donde no participa. En estas 10 cartas, Freire se dirige a los lectores con un leguaje cercano e informal. PRIMERA CARTA: “ENSEÑAR-APRENDER. LECTURA DEL MUNDO-LECTURA DE LA PALABRA” Habla de que enseñar no existe sin aprender. El educador primero aprende a enseñar y luego a enseñar el enseñar algo reaprendido por estar siendo enseñado. Existen mil formas de aprender, pero estudiar siempre implica leer, sabiendo que esto no es memorizar, es comprender lo leído para poder volver a leer el mundo con lo aprendido; y por ningún motivo el lector debe abandonar un libro sin usar herramientas de investigación que le ayuden a comprenderlo. SEGUNDA CARTA: “NO PERMITA QUE EL MIEDO A LA DIFICULTAD LO PARALICE” Todas las personas tenemos miedo en ciertas ocasiones, sin embargo es indispensable tratar de superar las dificultades porque estudiar es un proceso de victorias y derrotas, es una disciplina que no puede ser dada ni impuesta por nadie. Se vale tener miedo, lo que no se vale es dejarse vencer. Freire recomienda hacer círculos de estudio, participar en comunidades académicas, y otras actividades de fortalecimiento. TERCERA CARTA: “VINE A HACER EL CURSO DEL MAGISTERIO PORQUE NO TUVE OTRA POSIBILIDAD” Es realmente un problema cuando personas sin deseos de enseñar y aprender se preparan en cursos de pedagogía, porque muchas veces toman roles de maestros “abuelos o tíos” faltos de ética profesional que asisten a la escuela nada más para sostener su trabajo. Es necesario que los docentes le den valor a la labor que realizan. CUARTA CARTA: “DE LAS CUALIDADES INDISPENSABLES PARA EL MEJOR DESEMPEÑO DE LAS MAESTRAS Y MAESTROS PROGRESISTAS” El docente debe cumplir con tres cualidades indispensables: humildad para reconocer que nadie sabe todo, amorosidad con sus estudiantes y con el acto de enseñar, un amor que valore el derecho a la educación, y por último; tolerancia para aprender a convivir con las diferencias y con lo diferente para respetarlo. QUINTA CARTA: “PRIMER DÍA DE CLASE” El primer día es la primera vez que el docente se llena de inseguridades y temores frente a sus alumnos, pero es un miedo que se debe afrontar y asumir de una manera natural porque los estudiantes también sienten miedo y platicando con ellos el maestro aprende a leerlos mediante gestos, expresiones y deseos. SEXTA CARTA: “DE LAS RELACIONES ENTRE EDUCADORA Y LOS EDUCANDOS” Resalta las buenas relaciones entre docentes y estudiantes. Trata de concientizarnos sobre la necesidad de educar con el ejemplo; pues el maestro debe ser coherente tanto en el discurso como en sus acciones. El decir puede ser olvidado, pero el estudiante ve en el maestro un ejemplo a seguir, por lo que sus acciones deben ser coherentes con sus palabras. SÉPTIMA CARTA: “DE HABLARLE AL EDUCANDO A HABLARLE A ÉL Y CON ÉL; DE OÍR AL EDUCANDO A SER OÍDO POR ÉL” Nos recuerda la importancia de cederle la palabra al estudiante, de escucharlo, de conocerlo, saber de sus gustos e intereses, de sus preocupaciones y de sus temores; se trata de resaltar la figura de maestro democrático, no autoritario. Se trata de hablar con los estudiantes de una forma confiable en la que se deje de lado a la maestra mandona. Si soñamos con la democracia debemos de luchar por una escuela donde se hable a los estudiantes y con los estudiantes para que también podamos ser oídos por ellos. OCTAVA CARTA:”IDENTIDAD CULTURAL Y EDUCACIÓN” “No somos lo que heredamos, ni únicamente lo que adquirimos, sino la realidad dinámica de lo que heredamos y lo que adquirimos”. Freire dice que no somos todo innato o todo aprendido, y que muchas veces esa herencia cultural aparece de forma muy marcada y nos predetermine una identidad. Por lo tanto esa identidad cultural es el resultado de mucho factores, alguno, los que he mencionado, y que todos ellos son fruto de las decisiones que vamos tomando a lo largo de nuestra vida. No solo por el hecho de que estamos programados para aprender es cuestión imprescindible para hacerlo, sino porque enseñar y conocer es cuestión necesaria para no caer en esa herencia cultural de la que habla Freire. Es aquí donde entra en juego la libertad del individuo para caer o no en esa herencia cultural, y debe de ser la escuela, quien democráticamente debe promover esos valores. NOVENA CARTA: “CONTEXTO CONCRETO-CONTEXTO TEÓRICO El proceso de saber y el proceso de creer están interrelacionados, no debemos dejarnos llevar por las creencias de la mayoría. El profesor debe de constituir un instrumento contra la lucha social, que debe de impedir injusticias como que los alumnos sean arrastrados por los ideales de la mayoría. Esto es necesario para el desarrollo de una sociedad democrática, en la que es imprescindible que el alumno adopte una posición crítica, y no una actitud pasiva o obediente; pero siempre desde el respeto, la escucha mutua y la tolerancia; hay que buscar un equilibro entre ambas posiciones, sin llegar a ser autoritario ni ser sumiso, siempre desde una posición responsable. DÉCIMA CARTA:”UNA VEZ MÁS, LA CUESTIÓN DE LA DISCIPLINA” Vivimos en una sociedad en la que es sumamente necesaria la disciplina, y casi todos los ámbitos de la vida. Y esa disciplina debe de iniciarse en la escuela. Y para ello es precio que el profesor enseñe y que lo alumnos aprendan, pero en este sentido no únicamente conocimiento teórico. Es preciso ahuyentar la idea de que existen disciplinas diferentes y separadas. Lo que puede suceder es que determinados objetivos exijan caminos disciplinarios diferentes. Sin embargo lo principal es que si la disciplina exigida es saludable, lo es también la comprensión de esa disciplina, es decir; para que haya disciplina es preciso que la libertad no solo tenga el derecho de decir “no”, sino que lo ejerza frente a lo que se le propone como la verdad y lo cierto. La disciplina es precisa para crecer, no en el sentido biológico sino en el sentido de aprender, el saber tiene todo que ver con el crecer, pero es necesario que ese crecer no se vea castrado por las minorías dominantes. | Se trata de plantear que todo acto educativo es eminentemente un hecho político, y que, consecuentemente, los maestros no realizan un trabajo objetivo, sino que cada una de sus acciones están eminentemente ligadas a un proyecto ideológico, cualquiera que éste sea. Se plantea la necesidad de entender conceptualmente qué significa la criticidad, la capacidad de mirar al mundo desde una posición humanista, crítica y solidaria. | Basada en el construtivismo, a la pedagogí de Freire se le denominó“educación liberadora” y se la entiende como un proceso de renovación en el cual, el diálogo y la reflexión son dos constantes a tener en cuenta en el proceso educativo. | Recomiendo la lectura de este libro porque su lenguaje es muy sencillo de entender, así que cuando se lee uno puede irse imaginando claramente lo que el autor trata de transmitir, además de que aporta varios consejos que sirven para la práctica docente. | Me pareció un libro muy bueno porque en él el autor describe muy bien muchas de las vivencias que nos suceden en las escuelas. En sus diferentes cartas nos da consejos basados en su experiencia y en las experiencias de otras personas, específicamente de maestras, con quienes trabajó más en Brasil para poder cambiar la mentalidad de e imagen de las “Tías” con la que se reconocía a las maestras. En fin, nos habla de varios problemas cotidianos y nos brinda consejos sobre cómo salir avante de ellos. A mi consideración, es un buen libro para formar parte de la biblioteca personal del todo maestro. |
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