Método de comunicación de la gente

El ser humano desde el inicio de nuestros tiempos ha buscado la forma de comunicar sus necesidades e inquietudes y debido a la importancia que tiene este aspecto para el desarrollo de los pueblos, en la antigüedad se diseñaron una especie de códigos o signos para comunicarse; con el transcurrir del tiempo, esto ha sufrido modificaciones en pro de ajustarse cada vez más a la evolución de los pueblos y de allí la necesidad de estudiarlo con detenimiento.

El lenguaje constituye entonces la forma más común que poseen los seres humanos para comunicarse. Dentro de las múltiples modificaciones que ha sufrido el lenguaje, se encuentra la inclusión de los signos de puntuación con la finalidad de facilitar la interpretación más acertada del conjunto de palabras que componen un escrito e incluso dirigir la entonación de dichas palabras cuando se habla.

A medida en que se ha profundizado el estudio del lenguaje, se han compilado una serie de aspectos que lo hacen cada vez más complejo pues nos conseguimos con palabras a las que puede dárseles muchos significados, cada uno distinto a otro, depende de la intención de lo que se quiera comunicar; y para hacerlo más complicado aún también existen palabras a las que podemos definir de mil maneras.

Todo esto es lo que le resta firmeza y exactitud al lenguaje pues todo depende de la intención y del carácter subjetivo que le impregne el comunicador. Todos estos vicios, por llamarlo de alguna manera, que puede sufrir el lenguaje, es lo que puede llegar a desvirtuar al lenguaje forense. En el derecho se deben exponer una serie de argumentos cuyo éxito en la intención que se persiga va a depender de la precisión de las palabras empleadas en forma oral o escrita. De allí es de donde se deriva la importancia del lenguaje forense.

Por lo general, en un estado de desconocimiento de los vocablos, solemos asociar a la palabra forense con alguna materia muerta o con personas, animales o cosas que ya no tengan vida, ignorando completamente el significado de esta palabra y es que el término está referido al valor de la verdad para aplicar justicia.

Haciendo una analogía que obedece a la asociación de los significados de estas dos palabras (lenguaje forense) puedo decir que en el derecho es de suma importancia lo que se diga pues el lenguaje posee dentro de sus características el carácter ambiguo de algunas palabras conformes son ubicadas en un escrito o conversación. Este carácter ambiguo constituye un arma de doble filo, pues esto permite que una misma situación sea expresada de formas distintas (una contraria a la otra) de acuerdo a la interpretación que convenga dar.

El lenguaje forense debe pues, ser exacto o lo más preciso posible para dejar al desnudo la verdad y en base al análisis de ésta aplicar de forma correcta la justicia conforme a lo estipulado en las leyes.

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