NO HAY VIOLENCIA.

A la mayoría de nosotros cuando nos hablan de violencia inmediatamente nos transportamos a la creencia de que la violencia solo son golpes y que si en la relación no hay golpes entonces NO HAY VIOLENCIA.

Por lo tanto nuestra investigación gira en torno a tipos de violencia que se viven en las parejas jóvenes, violencias  que solo muy pocas personas identifican, violencias que muchas veces dejamos pasar porque aparentemente no nos crea daño alguno, pero no es así, por ejemplo un tipo de violencia que abarcaremos en nuestra investigación es la “violencia real” refiriéndonos a ella como todo comportamiento visible que afecta directamente a la víctima, un ejemplo de violencia real es el lenguaje, algo que es tan propio y único del ser humano, que parecería algo extraño considerar que puede haber violencia en el “lenguaje” “si solo son palabras, aparte no puede ser violencia si se lo decimos a nuestro ser amado” queremos aclarar que así como hay palabras que brindan “amor” también hay palabras que crean daño a la pareja, a este tipo de lenguaje grotesco es al que nos referiremos dentro de la violencia real, principalmente a las groserías que se dicen entre las parejas, algo tan normal que se vive en el siglo XXI que ya no es considerado como una falta de respeto sino como “una pareja en la que hay mucha confianza” o “en la que hay libertad para expresarse” otro ejemplo de violencia real es aquella en la que se mandan mensajes directos como miradas en que las que se pueden decir “cállate” o “al rato hablamos”, miradas de desprecio en las que no son necesarias las palabras para entender el mensaje.

Como se mencionó anteriormente, en nuestra investigación utilizamos varios tipos de violencia, mencionando anteriormente la violencia real, pues bien, ahora hablaremos sobre dos tipos de violencia más; la metafórica y la lúdica, queremos aclarar que a la violencia metafórica la tuvimos que llamar así por necesidades de investigación, refiriéndonos a esta violencia a los besos apasionados y a todo aquello que no tiene la finalidad de destruir enfocándonos principalmente al otro tipo de violencia “la lúdica o juguetona” en este tipo de violencia se ejercita para ostentar destreza, no para destruir y no es motivada por odio ni impulso destructor. La violencia lúdica es la reactiva, entendiendo Erich Fromm  por violencia reactiva la que se emplea en defensa de la vida, de la libertad, de la dignidad, de la propiedad ya sean de los unos o de los otros (Erich Fromm, 1996).

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