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Nacho el lloron


Enviado por   •  25 de Abril de 2016  •  Trabajo  •  1.797 Palabras (8 Páginas)  •  269 Visitas

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Nacho el lloron

Por: Martin Alberto Lugo Hernández

En un pequeño pueblito de pescadores del estado de Yucatán, llamado san Felipe, vivía un pequeño niño de unos once años de edad, llamado Ignacio de la Concepción del Sagrado Corazón de Jesús Garza García, mejor conocido por la gente del pueblo como nacho.

Nachito era un niño noble, de gran corazón y buenos sentimientos, siempre le gustaba ayudar a su mama en los quehaceres de la casa, a pesar de sus limitaciones, ya que nachito era un niño con discapacidad, ya que tenía que valerse de muletas para poder caminar. Pero eso no impedía que el pequeño tuviera una gran fortaleza y ánimos de salir adelante y de ayudar a quien lo necesitara, era un chico muy querido por la gente del pueblo.

Pero no todo era felicidad para nuestro buen amigo, ya que en la escuela había un chico de su misma edad llamado Miguel, que no perdía oportunidad alguna para molestarlo y burlarse de él diciéndole muchos apodos como liceado, el mocho, el cuatro piernas y demás sobrenombres que ridiculizaban al pobre nachito.

Miguel, era un chico rudo, siempre se la pasaba molestando a todo el que se le pusiera enfrente, por lo general siempre se le veía acompañado de un grupo de chicos que lo apoyaban en todo lo que él decía o hacía, ya que hay de alguno de ellos que se le pusiera en contra, porque Miguel los golpeaba hasta hacerlos llorar.

Pero no hay que ser tan duros con Miguel, ya que el pobre muchacho provenía de una familia donde los padres no tomaban en cuenta al chico, ya que siempre estaban inmersos en sus propios asuntos, así que el pobre de Miguel viendo el desinterés de sus padres empezó a juntarse con chicos de condiciones similares a las suyas, y empezó a manipularlos para que hicieran lo que él quisiera, así empezaron a agredir a la gente del pueblo y sobre todo al pobre de nacho.

Por eso, no era de extrañarse ver al pobre de nacho llorando y apartado de los demás niños de su escuela. El pobre chico ya estaba cansado de tantos abusos de Miguel y siempre se preguntaba porque era a él, al único que molestaba más el brabucón de Miguel.

Pero eso estaba por cambiar, ya que nacho todos los días, al ir y regresar de la escuela tenía que pasar por un rio que le quedaba de camino a su casa, ahí se reunían todos los chicos a refrescarse al salir de la escuela, en los días de calor.

Un día de primavera, nacho escucho decir a uno de los secuaces de Miguel, que al día siguiente iban estar esperando a nacho escondidos tras unos manglares que había en el rio por donde pasaba el chico, así le harían una diablura y lo tirarían al agua para que se mojara, y cuando llegara a la escuela se burlaran de él. El pobre nacho no sabía qué hacer.

Esa noche nacho no pudo ni dormir, pensando una excusa que le daría a su madre para no ir a la escuela al día siguiente, ya que el pobre, sabía lo que le esperaba si pasaba por el rio ese día.

A la mañana siguiente nacho, como todos los días antes de ir a la escuela, se levantó lavo su carita, se puso el uniforme de la escuela y se dispuso a tomar su desayuno, pero ese día no era como cualquier otro, ya que el pobre muchacho sabía lo que le esperaba al pasar por el rio de camino a la escuela. Su madre, que siempre lo veía muy alegre en las mañanas antes de irse a la escuela, noto que ese día su pequeño niño estaba muy triste, con sus ojitos humedecidos, casi a punto del llanto.

Así que como buena madre le pregunto que si le ocurría algo, y que si sentía bien, a lo que el chico con una voz débil y triste le contesto que sí. Pero ella no estaba conforme con la contestación del niño, así que le siguió preguntando hasta que sin más remedio, nacho le tuvo que confesar que seguía teniendo problemas con Miguel y que no entendía porque lo odiaba tanto, ya que él siempre había sido buena persona con él como lo era con las demás personas del lugar. ¡Un día de estos lo voy a golpear con mis muletas, para que vea lo que se siente que lo estén molestando a uno!

Su madre, tomando una gran inhalación y tratando de contener las lágrimas por verse impotente de hacer algo por el sufrimiento de su pequeño hijo le aconsejo. ¡Mira hijo! En el mundo hay personas como Miguel, que siempre están maltratando a los demás, los agreden e insultan, pero en el fondo son personas que alguna vez fueron buenas, pero que en el camino de su vida tuvieron alguna mala experiencia y los hizo ponerse en contra de la gente que los rodea; así como tu compañero Miguel, pero en el fondo él, al igual que tú, necesitan del cariño y la comprensión del otro, así que por favor prométeme que no le vas a pegar con tus muletitas como me has dicho, ya que lo puedes lastimar y sería peor para ambos, mejor trata de tenerle un poco de paciencia y veraz que él por sí solo se dará cuenta de que hace mal y te dejara de molestar.

Después de haber escuchado el consejo de su mama y ya resignado de lo que le esperaba al pasar por el rio, el niño se dirigió hacia la escuela. Todo el camino iba pensando cómo tratar de agradarle a Miguel y rogando que al pasar cerca de los manglares, no esté esperándolo la pandilla de Miguel.

Pero el destino es tan caprichoso, que el pobre de nacho nunca se pudo imaginar lo que ese día estaba a punto de suceder, al aproximarse a la rivera del rio, escucho gritos desesperados de los amigos de Miguel pidiendo ayuda y diciéndole a otro chico que estaba sujeto a unos manglares alejados de la orilla del rio, que se sostuviera de las raíces que pronto vendría alguien a rescatarlo. Al acercarse aún más nacho se dio cuenta de que el que estaba en problemas ese día, era el mismísimo Miguel, al cual por estar agazapado de tras de los manglares esperando a nacho, no se dio cuenta de que las piedras donde estaba parado eran muy resbalosas, así que no pudo contener el equilibrio y cayó al rio, haciendo que la corriente del mismo lo alejara de la orilla.

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