Narcomenudeo en México

Narcomenudeo en México: Una generación Perdida.

Lejos de acabar con uno de los negocios más rentables del mundo, que según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) genera ganancias cercanas a 300 mil millones de dólares anuales, el gobierno mexicano se enfrenta a la violencia cada vez más avasallante del narco.

Esta postura adoptada por el gobierno calderonista en base a la guerra frontal al narcotráfico es una especie de muralla de humo para de alguna forma tapar lo que durante su campaña electoral tanto se manejo que cumpliría, y que fueron las banderas de las campañas electorales de la actual presidencia encabezada por Felipe Calderón.

El gobierno actual adolece de una muy mala política social que ha traído consigo el aumento de más de 8 millones de pobres, así como también una muy mala política económica con el aumento de impuestos y la perdida impresionante de empleos.

Esta muralla de la cual mencionamos no queda fuera de contexto la forma mediante la cual el gobierno calderonista arribo al poder, es decir después de unas elecciones bastante discutidas y cerradas, y con el lastre de un posible fraude, que permitió el triunfo de Felipe Calderón.

La problemática social y económica que en este trabajo se intenta explicar y comentar es por que debido a la intensa lucha contra el narcotráfico, este ultimo parece no ceder y por el contrario la violencia en México se acrecentó cada vez más así como el consumo y debido a ciertos factores por llamarlos de mercado interno de consumo, este afecta a la economía pero con un trasfondo sociocultural.

Si se analiza el problema actual de las drogas como mercado, tenemos una situación muy peculiar, nuestro principal comprador de dichos enervantes son los Estados Unidos de América ha mantenido una constante en cuanto al uso de las principales drogas en especial de la marihuana, ha cambiado de alguna forma sus hábitos de consumo, es decir si antes la cocaína que se compraba en grandes cantidades a México tenia una ingerencia de mercado fuerte, y por llamarlo de alguna manera era una droga que era considerada como una de las favoritas de los consumidores del vecino país, esta dejo de serlo para mediados de de esta década del nuevo siglo.

Esto no significa una disminución en el consumo de drogas como menciona Jorge Fernández Méndez, en su libro El enemigo en casa: drogas y narcomenudeo en México, “mas bien ha aumentado, y en forma importante, pero recordemos que las drogas se relacionan cada vez mas con modas y lo que hoy predomina entre los jóvenes estadounidenses es el consumo de drogas sintéticas, tanto metanfetaminas como el éxtasis y sus derivados.”

La producción de dichas drogas utilizadas actualmente por los jóvenes anglosajones, requiere precursores químicos muy fáciles de conseguir y se puede realizar en cualquier lugar sin campos de cultivo y de manera muy sencilla. En este momento el panorama de la droga en Estados Unidos es el siguiente: un autoconsumo de drogas sintéticas, además un consumó considerable de marihuana, pero con un cambio radical y que de alguna manera afecta a la producción de dicho enervante en México, mas de la mitad de ese consumo anual se produce en el propio país vecino.

Y no solamente en macetas o cultivos para uso personal, sino en grandes extensiones en distintos lugares del país, y sobre todo en parques nacionales. Esto que es lo que esta propiciando o que se intenta demostrar con esto, México es un gran productor de cocaína y entre sus grandes carteles es el enervante que mas se produce.

En este caso la cocaína como cualquier producto de consumo, necesita un mercado; si este se agota, se abre otro. Como consecuencia de esto se ha generado un aumento espectacular en el consumo de dicha droga en nuestro es país.

Es decir una gran cantidad de cocaina se queda en el mercado mexicano. No es , como han dicho las autoridades, simplemente que las fronteras estén cerradas y por eso la droga no llega a Estados Unidos.

Esto no es verdad o es una verdad a medias. Lo que sucede es que hay una demanda menor de cocaína en Estados Unidos, y una enorme cantidad de esa droga depositada en este país asegura el consumo por muchos meses, pero los carteles mexicanos del narcotráfico mexicano deben seguir financiándose.

La venta de marihuana ha sido bastante tradicional en México, es decir tiene un mercado interno de consumo reconocido desde hace mucho tiempo. Pero en el caso de la cocaína que no puede ser acomodada en los Estados Unidos, los carteles deben dedicar una parte de la oferta y de su estructura operativa a atender el consumo nacional.

Como todo “empresario”, los carteles buscan ampliar su mercado, y en este caso aprovisionar cocaína a preciosa relativamente baratos para incrementar sus consumidores.

Este punto es de vital valor, por que es aquí donde establecemos que el gran número de nuevos consumidores de cocaína son los jóvenes de una edad promedio de entre 20 y 35 años de edad, que convierten por su forma de actuar sobre todo de proyectarse en la sociedad en “una generación con vías de perderse”, debido al gran aumento de consumidores en ese margen de edad.

No se debe de perder de vista también que este representa una cuy untará sociocultural de gran relevancia, alimentado principalmente por el auge de toda una corriente conocida como la “narco cultura”. Es muy interesante ver el hecho de que para la juventud de nuestro país, es cada vez más usual y de alguna forma más natural el rodearse de muchos de los fetiches, con los cuales se identifica al narcotráfico.

Desde música, vestimenta, y demás cuestiones propias de la tendencia cultural asociada al narcotráfico. A su vez una descomposición social, originada principalmente por los grandes problemas económicos donde el núcleo familiar va perdiendo fuerza, y familias enteras se ven en la necesidad de separarse para buscar una vida mas digna.

Regresando al mercado interno en el cual cada vez es más importante para los grandes carteles de la droga mexicana, debido a la baja en el mercado anglosajón, nadie abandona un mercado y negocio de miles de millones de dólares.

Hay mucha droga depositada en nuestro país, es por eso, que las organizaciones delictivas encargadas de la distribución de droga, tienen que hacerse fuertes y controlar mayor territorio.

En términos económicos, se han dado todas las condiciones para un negocio bastante lucrativo dentro de nuestro país. Un producto con oferta amplia, precio accesible y distribución nacional, y un mercado dispuesto a consumir y pagar por el producto.

Socialmente, además, las circunstancias de los jóvenes, sobre todo la falta de oportunidades laborales y de estudio, representan un campo propicio para el consumo de

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