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Naturales


Enviado por   •  24 de Octubre de 2014  •  3.456 Palabras (14 Páginas)  •  143 Visitas

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fenómenos que van a estudiar, incluso cuando no han recibido instrucción sistemática en esas materias. Dichas ideas son el resultado natural de la experiencia cotidiana de las actividades físicas prácticas, de los comentarios con otras personas y de la influencia de los medios de comunicación.

Este libro documenta y explora los conceptos infantiles y adolescentes sobre diversos fenómenos naturales como: la luz, el calor, la fuerza y el movimiento, la estructura de la materia y la electricidad. También analiza el modo en que estas concepciones cambian y se desarrollan con la enseñanza. DRIVER, GUESNE y TIBERGHIEN reúnen en esta obra las experiencias de diversos profesores de ciencias de distintas partes del mundo, cuyos trabajos se centran en un mismo objetivo: esclarecer las ideas infantiles en estas materias, de modo que se favorezca su enseñanza y que el aprendizaje resulte más atractivo para alumnos-alumnas y profesores-profesoras.

Colección: Educación infantil y primaria

Ediciones Morata, S. A.

Ministerio de Educación y Ciencia

Ideas científicas en la infancia y en la Adolescencia

Las ideas de los niños y el aprendizaje de las ciencias

Por Rosalind DRIVER, Edith GUESNE y Andrée TIBERGHIEN

Dos niños de 11 años, Tim y Ricky, estudian cómo se alarga un muelle a medida que añaden canicas al recipiente de poliestireno que cuelga del mismo. Ricky deposita cada canica y mide la nueva longitud del muelle antes de añadir la siguiente. Tim lo observa; entonces le interrumpe: “Espera. ¿Qué pasa si lo subimos más arriba?”

Descuelga el muelle, lo eleva y mide de nuevo su longitud. Aparentemente satisfecho de que la longitud no haya variado, continúa el experimento. Más tarde, cuando se le pidió que explicase la razón para hacer esto, Tim cogió dos canicas, sosteniendo una más alta que la otra y dijo:

“Ésta está más arriba y la gravedad tira de ella más fuerte que de la otra. Cuanto más elevada, mayor es el efecto de la gravedad porque si te pones de pie allí y alguien le lanza una piedra, le daría, pero no le haría daño. Pero si la lanza desde un avión, se aceleraría cada vez más y cuando le diese a alguien en la cabeza lo mataría”.

La idea de Tim sobre el incremento del peso cuando los objetos se elevan, alejándose de la superficie de la Tierra no es irracional, como indica su argumento (aunque desde el punto de vista del científico parezca referirse aquí a la energía potencial gravitatoria).

Como Tim, muchos niños llegan a sus clases de ciencias con ideas e interpretaciones de los fenómenos que estudian, aunque no hayan recibido ninguna enseñanza sistemática al respecto. Los niños crean estas ideas e interpretaciones a partir de las experiencias cotidianas en todos los aspectos de sus vidas; a través de actividades físicas prácticas, de las conversaciones con otras personas acerca de aquéllas y de los medios de comunicación.

Este libro presenta las concepciones descubiertas en niños de edades comprendidas entre 10 y 16 años, en diferentes aspectos físicos, y señala su importancia para los profesores y para aquellas otras personas relacionadas con la educación científica.

¿Qué podemos decir en relación con esas ideas?

¿Las ideas de los niños representan modelos coherentes de los fenómenos que se presentan con frecuencia en los ambientes de clase? Los profesores experimentados comprueban que los estudiantes tienen sus propias concepciones sobre los fenómenos, aunque a veces éstas puedan parecer incoherentes, al menos desde el punto de vista del profesor. Asimismo, se comprueba que a menudo persisten aunque no concuerden con los resultados experimentales o con la explicación del docente. En otras palabras, pueden ser ideas estables. Expondremos ahora con mayor detalle estas características de las ideas de los niños: su naturaleza personal, su coherencia y su estabilidad.

Estas ideas son personales

Cuando los niños de una clase escriben sobre el mismo experimento pueden hacer diversas interpretaciones. Cada uno lo ha “visto” e interpretado a su modo. Nuestra propia conducta es semejante: cuando leemos un texto o discutimos un tema con otra persona, podemos o no modificar nuestro punto de vista. La medida en que modifiquemos nuestra forma de pensar depende, al menos, tanto de nuestras ideas de partida como de lo escrito o dicho. Cuando diversas personas escuchan la misma conferencia o leen el mismo libro, incluso un texto científico, no necesariamente aprehenden o retienen los mismos aspectos.

Los sujetos interiorizan su experiencia de una forma propia, al menos parcialmente: construyen sus propios significadas. Estas “ideas” personales influyen sobre la manera de adquirir la información. También encontraríamos esta forma personal de enfocar los fenómenos en el modo de generarse el conocimiento científico. La mayoría de los filósofos de la ciencia aceptan que las hipótesis o teorías no representan los llamados datos “objetivos”, sino que constituyen construcciones o productos de la imaginación humana. Según esto, las observaciones de los hechos están influidas por las estructuras teóricas del observador. Las observaciones que hacen los niños y sus interpretaciones de las mismas también están influidas por sus ideas y expectativas:

El carácter personal de estas ideas, sean del niño o del científico, no significa necesariamente que no puedan ser compartidas por muchas personas (en la historia de la ciencia ha ocurrido en diversas ocasiones que científicos distintos han desarrollado y utilizado independientemente la misma estructura teórica). Los capítulos siguientes pondrán de manifiesto que los estudiantes, aún de países diferentes, pueden tener las mismas ideas o hacer idénticas interpretaciones de hechos semejantes.

Las ideas personales del niño pueden parecer incoherentes

¿Qué profesor no ha quedado sorprendido por las distintas y a veces contradictorias interpretaciones de fenómenos propuestas por los alumnos en clase? Aun cuando el docente enfrente a los estudiantes con lo que parecen contradicciones, éstos no se darán necesariamente cuenta de ellas. Además, veremos que el mismo niño puede mantener diferentes concepciones de un determinado tipo de fenómeno, empleando a veces argumentos distintos que conducen a predicciones opuestas en situaciones que son equivalentes, desde el punto de vista del científico e, incluso, cambiando de

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