Nueve Consejos Para Hechar A Perder Un Nino
Enviado por baitasheng • 28 de Noviembre de 2013 • 851 Palabras (4 Páginas) • 199 Visitas
Nueve consejos para echar a
perder a un niño
La licenciada Mónica Coronado, autora del libro "Padres en Fuga. Escuelas
Huérfanas", repasa, con ironía, las diversas maneras en que los adultos
convierten a un niño que podría ser "sano" y "feliz" y en un chico terrible, incapaz
de convivir en un entorno reglado.
1) El niño REY, tirano,
dictador:
Cuando nazca dejá de lado
todo: pareja, salud, otros
familiares, hobbies o
actividades deportivas.
Dedicate al niño en forma
exclusiva y excluyente. Tu
pareja puede esperar, lo
mismo tu salud, tu vida
personal... ¿Qué es eso? Eso
que hacías y te hacía feliz, como hacer ejercicio, leer, tener un hobby, charlar con
amigos, etc. Tu objetivo de vida debe ser estar pendiente del niño. Hacé de tu
maternidad/paternidad una cruzada.
2) "Lo que quieras con tal que dejes de chillar": Los niños, todos, tienen
berrinches. Si querés echarlo a perder no dejes que el berrinche llegue, apenas frunza el
ceño tratá de concederle todo lo que desea, aunque sea inadecuado. Apenas ensaye
unos pucheros porque no le comprás ese juguete, corré a conseguirlo, no vaya a ser
que el niño sufra por no tener lo que el 0,02% de los niños tienen.
3) No...pero: Si considerás que lo que el niño quiere es descabellado (como, por
ejemplo, jugar con el florero de cristal de tu tía Clarita), intentá parecer una buena madre
o un buen padre y decile un NO adornado de excusas, explicaciones e intentos de
razonamiento. Indudablemente el niño hará un berrinche de proporciones
descomunales, con cortes de respiración y sofocos fríamente calculados como para
causarte la suficiente ansiedad, inquietud o culpa como para que, finalmente cedas real
o vicariamente a sus deseos.
4) No quiero traumatizarte: Los límites verbales, penitencias, retos o cualquier
medida de sanción no le van a funcionar cuando quieras echarlo a perder, todo lo
contrario. Insistí en que el niño debe desarollarse según su "naturaleza", sin que le
pongas restricciones de ningún tipo. Si quiere dormirse a las 12 y media de la noche,
dibujar las paredes recién pintadas, comer en el piso, hacer pis en una maceta,
acariciar abofeteando a padre y abuelos, atropellar a otros niños para obtener un
juguete, tenés que dejarlo que actúe a sus anchas, o ¿no son así todos los niños/as?
No permitas que ninguna frustración, por pequeña que sea, nuble su esplendorosa
infancia.
5) El niño florero: en cualquier reunión social, tu niño debe ocupar un lugar
preeminente. Las conversaciones, por más elevadas que sean, deben interrumpirse para
escuchar primero sus balbuceos, luego sus gritos, canciones o lo que el niño haga,
incluyendo, por supuesto, sonidos indecorosos.
6) Pero... ¡Si es superdotado!: Ya seguramente te habrás dado cuenta de que
...