Nuevo Orden Mundial

INTRODUCCIÓN.

Hace ya 40 años que salió a la luz en la VI asamblea de la ONU, el término “Nuevo orden económico internacional”, éste que suponía una serie de peticiones de los países subdesarrollados a los desarrollados en materia de comercio internacional.

Pero, ¿fueron realmente atendidas esas peticiones? ¿Qué se puede decir cuando luego de 4 décadas sólo se ha perpetuado la pobreza en estos mismos países? El nuevo orden mundial, “designa la reformulación del sistema internacional financiero, monetario, crediticio, cambiario y comercial que surge de determinados acontecimientos políticos y económicos de escala regional o global y de la correlación de fuerzas entre los Estados hegemónicos.” Entendemos que el nuevo orden mundial implica que ya no sólo se trata de Estados Unidos por sobre todo el mundo; sino de un conjunto de hegemonías creando un sistema que, en un supuesto, beneficia al resto del mundo. Pero creo que los resultados han demostrado que se trata de un sistema que los lleva a su propia expansión usando como herramienta a los países subdesarrollados, los antiguos “países periféricos”.

El nuevo orden mundial, en un principio, obedecía los principios de una globalización a la americana; pero hoy día, con el surgimiento de nuevos bloques económicos, como los BRICS y la creación de nuevos organismos internacionales como el BATI o el Fondo de Reservas, se ha inclinado a la creación de un mundo dividido en bloques, que implica un grupo de países globalizadores, por encima de los países subdesarrollados.

Exponiendo mi punto de vista, implica también un crecimiento exponencial de las llamadas potencias a costa de los recursos de esos mismos países subdesarrollados, perpetuando aún más su pobreza y baja calidad de vida de la población; todo detrás de la cortina de “apertura de mercados” y “libre comercio”.

Aún más triste, es que tomando en cuenta el nivel de conciencia, la simplicidad y lo tardías que son las propuestas de las fuerzas sociales de los países de “tercer mundo”, hasta estos días, sólo se puede prever el mismo escenario sombrío y pesimista para estos mismos, en el que se desmejora aún más su “posición” dentro de este nuevo orden económico.

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