Obra de teatro – Acto 9 de julio
Enviado por Paula Arous • 27 de Febrero de 2020 • Ensayo • 3.382 Palabras (14 Páginas) • 515 Visitas
Obra de teatro – Acto 9 de julio
5°, 6° y 7° grado – Sir Thomas Malory School
Personajes
Alumno 1
Alumno 2
Alumno 3
Alumno 4
Alumno 5
Mariano Moreno
Españoles
Aborígenes
San Martín
Belgrano
Remedios de Escalada
Mercedes
Ana Perichón
Mariquita Sánchez de Thompson
Obispo
French
Beruti
Francisca
Saavedra
Borges
Castelli
Josefa
María Catalina
Juana
Cosme Maciel
Aparece la estatua de Jorge Luis Borges y recita:
Mirar al río hecho tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río
Saber que nos perdemos como el río
Y que los rostros pasan como el agua
Cinco alumnos entran a la biblioteca.
ESCENA 1
Alumno 1: Vamos, vamos. Entremos y terminemos esto.
Alumno 2: Ay, por favor. ¡Tenemos que terminarlo hoy!
Alumno 3: Sí, sí. Hoy, gente. La patria cumple 200 años.
Alumno 4: ¿Y la profe de historia cuántos cumple? ¿206? ¿207?
(Todos ríen.)
Alumno 5: Terminemos con los chistes, chicos. Si no, no llegamos. Son 200 años, 200 preguntas para investigar y los tiempos apremian.
Alumno 4: ¿Y si usamos internet? Esto debe estar todo en la nube. Lo copiamos y listo.
Alumno 5: ¿Te parece? ¿La idea no sería entender qué pasó?
Alumno 4: No, yo no quiero entender nada. Quiero entregar, aprobar y listo.
Alumno 1: Ay, ¡qué patriota! ¿Cómo no vas a querer saber más? Es tu historia, tu gente, tus próceres... es la historia de todos.
Alumno 2: Bueno, se puso sensible. Arranquemos de una vez. A ver si nos organizamos un poco.
Alumno 3: Dale, ¿trajeron las cosas para investigar?
Alumno 2: Sí, acá está la guía. Empecemos.
(Toma la guía y comienza a leer)
¿Qué se conmemora el 9 de julio?
¿Qué es la libertad?
¿Por qué nuestro primer gobierno fue en 1810 y la independencia el 9 de julio de 1816?
¿Qué es la independencia?
Alumno 5: Bueno, esperen que busco un libro.
(Se levanta, recorre la biblioteca y mueve distintos libros. Abre uno y se escucha a una figura moverse. El alumnos se queda sorprendido. La estatua se anima.)
Moreno: Tienen que entender que el gobierno de los españoles nos condenaba a la oscuridad y el abatimiento, pero como la naturaleza nos ha criado para grandes cosas, hemos empezado a obrarlas limpiando el terreno de tanto mandón ignorante. (Dirigiéndose a los alumnos ahora) Buenas tardes, señores.
¿Yo escribí eso, aquí, en Buenos Aires, mientras oía llegar la lluvia, el invierno, la noche?
(Los alumnos se miran sorprendidos)
Alumno 3: Perdón señor, ¿quién es usted?
Moreno: ¿Qué soy? ¿Un actor que levanta sus ojos de un cuaderno de tapas rojas, y mira la transparente penumbra de una habitación sin ventanas, de techo alto, y que sugiere, desde el escenario, al público que lo contempla, que el invierno llegó a la ciudad? ¿Quién soy? ¿La voz de la revolución? Apenas Mariano Moreno: periodista, abogado, político, el mayor de catorce hermanos.
Alumno 2: ¿Catorce hermanos? ¡Familia numerosa!
Moreno: Normal para la época, jovencito. Ese era mi proyecto con mi María Guadalupe. (Se pone melancólico)
Alumno 1: ¿Qué proyecto?
Moreno: Bueno, es largo de contar... de explicar... Y no tiene mucho que ver con el trabajo sobre la libertad.
Alumno 4: ¿Cómo que no, señor Moreno? Cuente, por favor.
Moreno: (Debajo del escenario) Nací en el año 1778 en Buenos Aires. Mi madre Ana María, saben ustedes, era una de las pocas mujeres en Buenos Aires que sabía leer y escribir. Con ella aprendí mis primeras letras. Me crié en una clase de funcionarios de clase medio con varios esclavos.
Alumno 1: ¡Esclavos, Don Mariano!
Alumno 4: (Aparte) Qué confianzudo: lo llama por el nombre...
Alumno 5: Esperá, esperá. Dejalo terminar.
Moreno: Luego fui al colegio de San Carlos, que sólo me admitió como oyente y donde, gracias a mi maestro Fray Cayetano Rodríguez, se me permitió usar la biblioteca.
Alumno 4: ¿Pero usted fue abogado, señor Moreno? ¿Tiene el título?
Moreno: Sí, pero eso no fue hasta después de que mi padre pudiera reunir el dinero para mi educación. Entonces estudié teología y luego abogacía. ¡Qué tiempos!
Alumno 5: Usted, Moreno, ahí tomó contacto con los grandes pensadores del Siglo de las Luces. Sé que usted quedó impresionado con Rousseau.
Moreno: (Interrumpiendo) El hombre ha nacido libre, pero en todas partes se halla encadenado.
Alumno 2: ¿Qué significa eso?
Moreno: Necesitaré de unos amigos, si no les molesta, para explicarles cómo sucedieron los hechos y comenzar por el inicio. (Toma unos libros y hace que lee)
ESCENA 2
(Otro sector, debajo del escenario. Hay nativos trabajando y españoles discutiendo)
Español 1: ¿Y cuándo llega el barco?
Español 2: En estos días recibimos el cargamento.
Español 3: Si no mueren muchos, entre 300 y 400 esclavos serán trasladados a Potosí.
Español 1: Mano de obra asegurada.
Estatua Belgrano: (Entra en escena, se mueve) Una de las prácticas más abominables de la sociedad occidental. (Mientras habla, se acerca a la biblioteca) Los negros eran trasladados en navíos sobrecargados desde la costa occidental de África.
Alumno 4: Pero yo a usted lo conozco. (Las estatuas se saludan entre sí)
Moreno: Mi amigo, qué gusto encontrarlo. ¿Cómo está? (A los alumnos) Les presento a Manuel Belgrano.
Alumno 4: ¡Yo sabía! ¡Yo sabía! Es el de la escarapela, la bandera, el amigo de San Martín.
Moreno: Querido amigo, en este viaje peleamos por entender la libertad. Quiero que cuentes qué te decidió a tomar parte de esta gesta.
Belgrano: Vi dolor en una infinidad de hombres, con miseria y desnudez, perdiendo su tierra y cultura. Los observé en esos miserables ranchos donde ve uno la multitud de criaturas que crecen sin haber ejercido otra cosa que la ociosidad. Ellos deben ser atendidos hasta el final. Fue entonces que decidí luchar por el mejoramiento de los pueblos, por el bien público para todos.
Alumno 2: ¿No tuvo miedo, don Belgrano?
Belgrano: Claro que sí. Si alguien piensa que no tuvimos miedo, que no dudamos, que no nos preguntábamos por qué, se equivoca. Pero entendí que el miedo sólo serviría para perderlo todo. (Entra Mariquita Sánchez de Thompson)
Mariquita: Caballeros, a ver si le damos voz a las damas. Si
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