Opinión Documental La Sal De La Tierra.

Documental

La Sal De La Tierra

Un Viaje con Sebastiao Salgado

Director: Wim Wenders, Juliano Ribeiro Salgado

Sebastiao Salgado con su trabajo fotográfico nos abrió una ventana que teníamos cerrada con cortinas negras, esa que no nos deja pensar más allá de nuestra vida diaria, nos dio una cachetada a la realidad, viviendo tan lejos en nuestro ombligo en el que estamos tan cómodos. Alguien que viaja por años valientemente, alejado de su familia, buscando y descubriendo realidades, a gente que necesita ayuda y que su propio gobierno se la ha negado, Sebastiao ha dejado momentos familiares importantes por estar presente físicamente en otros países donde han pasado hambrunas, guerras, momentos fuertes en la historia de la humanidad.

Cambió su vida de economista por la de reescribir el mundo con luces y sombras, eso lo hace un hombre valioso, seguir el rumbo de la vida por donde él lo desea y no por donde le dicen que debería ser. Cuando pienso en el trabajo fotográfico de Salgado pienso que el mundo está compuesto por dos elementos importantes que lo hacen girar; uno es la belleza y lo otro es el dolor, dentro de este mundo giran y se relacionan la vida y la muerte. Cuando vi el documental sentí un nudo en la garganta, tras darme cuenta de tantos actos de violencia extrema a los que se han enfrentado personas inocentes, niños y hombres que han nacido en países pobres, donde no existe poder sobre elegir sus propios destinos, donde viven con lo que tienen o no tienen día a día… Es triste darse cuenta que las personas que gobiernan no reaccionan en beneficio de las personas con menos oportunidades, sino que defienden y cuidan su propio entorno…

Las Fotografías de Sebastiao Salgado se mueven en torno a la humanidad, en descubrir el mundo, las personas y su interior, muestra la naturaleza con otros ojos, el dolor de la humanidad, cuidando que no se convierta en imágenes voyeristas. La humanidad que atraviesan sus fotografías es producto de su capacidad de ver y dejar ser al otro, transmite el espacio y tiempo en total tranquilidad, son retratos donde la persona entrega su luz interior a través de los ojos. Es este tipo de fotografía el que deja ver la belleza, lo esencial, esta fotografía social, que mueve hilos dentro de uno, que emociona es la base, la esencia del ser, del segundo inmortalizado que no se repetirá jamás. Me impresiona la sensibilidad por la vida de otros y por cada ser viviente, su diversidad por los tipos de fotografía que lo hacen aún más grande, el estar esperando la oportunidad precisa para saber cuándo se puede fotografiar a un oso polar o los colmillos de unas bestias gigantes… un fotógrafo completo debería ser capaz de hacer o crear todo tipo de imágenes, llevándolo a un plano humano y profesional siento que más que un fotógrafo es un ser que ha sabido utilizar su pasión comprometiéndose con el ser humano y natural para mostrarlo a ojos que han sido dormidos, es en este tipo de situaciones en que deberíamos ser capaces de actuar, el oficio o carrera o trabajo de hacer fotos debe ser más que por la satisfacción de crear una imagen técnicamente buena, debe tener un lenguaje, un sentido, algo que nos deje paralizados, algo que deje que nos inundemos por un sentimiento, el arte no es arte si no nos deja un sentimiento para sanar, para reponer nuestra alma, si esta fotografía nos causa un dolor, este sentimiento nos moverá hacia la acción de querer hacer algo por esto. Somos seres con la capacidad de hacernos conscientes de las realidades, en este documental se nos presenta la verdad como un fuego que atraviesa la mitad de nuestro cuerpo, que nos lleva a la imagen de nuestra tranquilidad y comodidad mental comparando otro sistema de vida en otro lugar, en otra tierra, en otro cielo… somos mucho más de lo que vemos aquí, estamos unidos, somos una sola energía, es esa complejidad la que muestra Salgado en la vida de los animales y en su vida personal con su familia, su relación con las plantas y el dolor que muestra también en la sal de la tierra que son las personas. La vida y la muerte unidas.

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