PADRES Y MAESTROS

PADRES Y MAESTROS

En el quehacer educativo, nosotros, los docentes tenemos una preocupación permanente por los niños y jóvenes. Ante supuestos fracasos y vacíos, la familia resulta siendo la responsable principal de todo ello. Por eso escuchamos que algunos maestros se quejan de las familias, y frecuentemente expresan que ellas, no colaboran en la educación en la educación de sus hijos. Esto se manifiesta en la falta de apoyo en el estudio, en su comportamiento, en el aseo.

Otros se preocupan que los padres maltratan a los niños, que no les brindan el afecto que necesitan y toman a la escuela como un refugio para liberarse de ellos, que por si fuera poco deberían asistir hasta los días sábados, atentando de esta forma contra su desarrollo. A su vez, expresan que los padres no muestran una real preocupación por el rendimiento académico de sus hijos, prueba de ello es que no acuden a la escuela para informarse de lo que pasa con ellos. Además cuando se les informa que su hijo tiene bajo rendimiento expresan: “pero en casa me responde todo, me desarrolla muy bien las prácticas”

Pero los padres de familia a su vez, expresan que los maestros no se ocupan de sus hijos, que para eso los mandan a la escuela, y que no les enseñan bien y lo poco que les enseñan de poco les sirve; que permiten que solo jueguen en la escuela, y que no los disciplinan. Acerca de las reuniones expresan que cuando se les convoca es para pedirles algo.

Sin embargo tanto los padres de familia como nosotros los profesores tenemos una preocupación en común; los niños y jóvenes. Ambos sin lugar a dudas estamos preocupados en su formación integral. Pero ¿qué queremos los maestros y los padres? Queremos que los estudiantes sean capaces para la vida y por eso les interesa que sean estudiosos, responsables y que no sean agresivos. Que entiendan y cumplan las normas y que se desarrollen con independencia.

Por ello, Tanto la familia coma la escuela tiene como aspiración común, que los conocimientos, afectos, actitudes y valores que interactúan aquí, les sirva para el presente y para el futuro, pues es aspiración de ambos entes sentar bases sólidas de una adecuada formación axiológica y cognitiva preparándolos para la vida.

Entonces, padre de familia Y COLEGAS dejemos de lado las excusas, enfrentamientos y miremos el mismo horizonte, trabajemos de la mano en bien de los niños y jóvenes, juntos descubramos nuevas formas de relacionarnos con ellos , de comprender y apoyar su desarrollo y de adoptar nuevas actitudes centradas en el diálogo y el respeto.

...