PALABRAS DE DESPEDIDA AUNA MAESTRA JUBILADA
Enviado por MAYRAPARRAS • 19 de Abril de 2013 • 735 Palabras (3 Páginas) • 64.866 Visitas
PALABRAS DE DESPEDIDA
Agradezco a las autoridades de la Universidad el alto honor que me ha sido conferido al ser designada para dirigir estas palabras de despedida a mi compañera y maestra. Permítanme comenzar con un pequeño relato: hace tiempo me decía una docente amiga, jubilada que extrañaba la institución donde pasó gran parte de la vida, eran las experiencias sensibles relacionadas con el espacio escolar. Que, aunque estaba contenta con su nueva situación y el desarrollo de proyectos largamente postergados, volvía de vez en cuando para ver, oír, tocar y oler el lugar que tantas satisfacciones le había dado. Con esta confesión, ella estaba nombrando la profunda significación de este espacio en su propia historia y las huellas que la docencia había dejado en su cuerpo, en su memoria casi instintiva.
Ahora entiendo que en una etapa de balances para usted: están, en primer término, la certeza de haber elegido lo correcto y lo perfecto en su vida, con este trabajo. En segundo lugar, que el aula, es el espacio más intenso para transmitir y construir conocimientos, en torno al cual docentes y no docentes se involucran entrañablemente con sus afectos. Son los territorios cotidianos del encuentro con los estudiantes, que de una u otra forma, también se comprometen emocionalmente con los espacios y procesos de enseñanza-aprendizaje propuestos. De ahí, que cuando un docente entra al aula r y se relaciona con sus alumnos, se produce un ambiente único, lúcido y productivo, lo que hace que esas vivencias perduren como una marca indeleble en el recuerdo de todos los que participaron en el mismo. Parte central de la docencia es encontrar la palabra justa que nombre, motive y comunique a la vez, lo que requiere de estudio, de reflexión, de tiempo, de maduración, de disposición para pensar subjetividades y especificidades de los grupos humanos que año tras año pasan por las aulas.
Tal vez sea el espacio que más echara de menos mi querida maestra, porque aunque se jubile, podrán, si quieren, continuar con las investigaciones pendientes o crear otros proyectos para esa mente acostumbrada a estar activa y alerta, detectando las necesidades y/o posibilidades de la comunidad en la que se encuentra, y también es posible que sean consultados por sus antiguos estudiantes o compañeros. Y es que la pregunta pertinente sería: ¿puede jubilarse una cabeza productiva y abierta ?. Me parece que no. Que lo que se dejan son horarios, obligaciones, planes, informes, reuniones y otras cuestiones de la cotidianidad del trabajo, pero el pensamiento no se jubila, se abre al ocio creador en el mejor de los sentidos.
No quisiera perder la oportunidad de hacer referencia del desenvolvimiento de mi compañera y maestra: le toco realizar sueños propios y ajenos en tiempos difíciles y después, nada fue fácil ni estuvo dado de por sí, y demandó repensar en su totalidad muchas situaciones, reincorporar a los
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