PALABRAS DE DESPEDIDA

PALABRAS DE DESPEDIDA

Alumnos y alumnas de la Promoción, Padres de Familia, Profesora y padrinos de la promoción, invitados de honor, público en general aquí presentes. Primeramente dar gracias a Dios por permitir que nos encontremos reunidos el día de hoy y poder celebrar la promoción.

Tengo el privilegio de dirigirme a ustedes mis queridos niños, para expresarles con palabras, este sentimiento de orgullo y satisfacción, al ver que los seis años de estudio y dedicación culminan en este momento. El esfuerzo conjunto de sus padres, sus maestros y de ustedes mismos, serán las herramientas suficientes para triunfar en cada peldaño que sigan escalando en su recorrido permanente hacia sus sueños.

Ha sido para mí muy gratificante tenerlos como alumnos, como grupo, como amigos, ya que hoy más que nunca estoy convencida de que el agradecimiento y cariño reflejados en su mirada, hace que el trabajo del maestro sea más placentero y agradezco a cada uno de ustedes el que en este día me sienta orgulloso y satisfecho de mi profesión. Deben estar muy orgullosos por lo alcanzado, pues hoy llegan al cumplimiento de una meta, pero no al final del camino.

Aún queda un largo trecho por recorrer, muchas metas más por descubrir; deben seguir luchando y esforzándose por alcanzar la cima y realizar sus sueños más preciados paso a paso, venciendo cada uno de los obstáculos que tendrán que atravesar, no será fácil, pues en ocasiones habrá caídas, algunas dolorosas otras no tanto, pero no olviden levantarse, pues con cada caída aprenderán y ganaran experiencia que es lo que nos hace crecer como personas

Durante la vida habrá varios motivos que nos pondrán tristes y nos harán llorar, uno de ellos suele ser dar una despedida; sin embargo, la despedida que hoy damos a los alumnos que terminan su educación primaria no es motivo para la melancolía ni el dolor: es causa justa de felicidad porque es el momento que da fin a todo el trabajo y el esfuerzo que empeñaron en sus estudios elementales.

Los maestros sienten una enorme satisfacción porque sus esperanzas eran ciertas: el sembrador ve como germinan las semillas que ha plantado. Alumnos que hoy dejan esta escuela , sus profesores han puesto empeño en grabar en sus mentes los conocimientos básicos y necesarios para emprender nuevas etapas, el valor de la educación y la idea de lo que es ser un ciudadano.

Esta escuela, recinto de saber por varias generaciones, sólo tiene algo más que agregar en este adiós: ¡vayan!, ¡luchen!, ¡venzan!

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