PLANEACION PROSPECTIVA
Enviado por TAMYJL • 21 de Enero de 2012 • 1.865 Palabras (8 Páginas) • 691 Visitas
MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
ASIGNATURA: PLANEACIÓN, PROGRAMACIÓN Y PRESUPÙESTACIÓN
“PLANEACIÓN PROSPECTIVA”
CATEDRÁTICO: MTRO. ENRIQUE BAILLERES HELGUERA
PRESENTA:
TAMARA JUAREZ LENDECHY
La planeación del desarrollo gira alrededor de lo que sucede en el mundo.
Desde la caída del muro de Berlín y del socialismo pragmático de la antigua URSS, en casi todas partes predomina el modo de producción capitalista y sus políticas monetarias.
Actualmente, este modo de producción privilegia al capital financiero especulativo, marginando o pasando a segundo plano el crecimiento real de la economía, la inversión y el empleo productivos. Asimismo, busca privatizar o volver inofensivos los programas de bienestar, dentro de la lógica misma del establisment.
El desarrollo de las fuerzas productivas con sus grandes innovaciones tecnológicas y científicas, junto con la imposición neoliberal-monetarista, han penetrado en los más apartados rincones del planeta. Ello ha dejado poco espacio para las naciones que intentan romper con sus designios y ofrecer medidas que le den mayor acento al desarrollo social y humanitario, sobre todo en aspectos como educación, cultura, arte, salud y asistencia.
Con todo, el mundo cambia aceleradamente. En América Latina, por ejemplo, terminaron las dictaduras militares y las inconformidades sociales que se concretaron en guerrillas, cedieron su lugar a una lucha abierta entre partidos políticos, originando procesos electorales más competidos y vigilados.
En este contexto, México no ha sido la excepción. La “dictadura perfecta” con la que Mario Vargas Llosa se refirió en otro momento, a la forma de gobierno nacional ha dejado de serlo, dando ocasión a un proceso más democrático y plural respecto a la selección de las autoridades y a la manera en que ellas deben ejercitar el poder.
Así tenemos que desde hace relativamente poco tiempo, la sociedad mexicana muestra una actitud distinta, de mayor firmeza y consciente voluntad por participar en los asuntos públicos. En conjunto, esta sociedad demanda ahora un paradigma de desarrollo opuesto al de grandes metrópolis, sus poderosas empresas trasnacionales o al de sus socios nacionales de mero enclave regional.
Muchas empresas reciben considerables beneficios para sí y no los trasladan a los espacios o a la sociedad que les da cabida. Pocas reconocen que hoy en día se tienen nuevas circunstancias y se empeñan en conservar sus prerrogativas, muy a pesar de que, -y sin lugar a dudas-, se requiere de un nuevo pacto social que redefina el modelo económico vigente y nuestro proyecto de nación.
¿Es posible concebir un modelo de desarrollo que constituya una versión singular, nuestra, de la modernidad y el progreso?
¿ Es posible, acaso proyectar una estructura social que no se funde en la dominación de unos sobre otros o, en su defecto, que dicha dominación, -a nuestro parecer, legitima- tienda efectivamente a buscar el bienestar para las mayorías, o que, por lo menos, busque disminuir las graves injusticias prevalecientes en nuestro país?
Hace ya varias décadas, Octavio Paz, señalaba que no era preciso meditar demasiado para saber que el modo en que México pudiera alcanzar un desarrollo equilibrado en lo económico, lo social y lo político, que mejorara la calidad de vida de los mexicanos, habría necesariamente de fundarse en la participación conjunta, continuada y vigorosa de las instituciones que el pueblo ha creado y en el pueblo mismo.
Para ello resulta necesario promover la educación, elevar los niveles de bienestar y de salud, generar mayor cantidad de empleos permanentes y bien remunerados, hacer un uso racional de los recursos y sobre todo, dar continuidad al Estado de Derecho, de forma tal que éste signifique el marco que sustente el respeto a las garantías individuales, a las libertades sociales y a la resolución pacífica de los conflictos, bajo el prudente arbitrio del Estado, restringido únicamente por el contenido de la norma jurídica.
Para sujetar las leyes del mercado a un modelo o a una estrategia de desarrollo que sitúe al hombre, al ciudadano mismo, en el punto focal del análisis, es indispensable perseverar en la disciplina y la autocorrección constantes, a fin de que se permita a los gobiernos ofrecer alternativas eficientes, acordes a la dinámica de los procesos de producción, del cambio tecnológico y de nuevas y mayores aspiraciones individuales y sociales.
En México, desde 1934, se ha practicado, con distintos niveles de éxito, la planeación para el Desarrollo. Actualmente la planeación no es solo un requisito jurídico necesario de llevarse a cabo para legitimar las acciones de la administración pública y sustentar el ejercicio del poder público, sino que constituye, en realidad, una obligación ineludible, si se pretende administrar lo disponible y gobernar con racionalidad, con lógica y con el objetivo predeterminado de alcanzar mejores estadios de desarrollo a los que actualmente se tienen.
La Planeación debe consistir en mucho más que un ejercicio cuidadoso y complejo de lo que señala la doctrina; debe ser más que un simple conocimiento teórico fino, de lo que técnicamente se considere deseable.
PLANEACION PROSPECTIVA
Sería irónico pensar que el futuro está predeterminado, el futuro está abierto a varios futuros posibles, este se arraiga en el presente y en un pasado más o menos remoto, aunque afirmamos que es necesario reservarse de extrapolaciones simplistas, es preciso reconocer que la situación actual se caracteriza por una serie de tendencias más o menos pesadas, o emergentes, de las cuales no es posible liberarse en un instante, como ejemplo se puede mencionar, la morfología de los territorios, así como las evoluciones observadas en materia de fecundidad, mortalidad entre otros.
Los cambios que se observan a nivel mundial son de tal velocidad y profundidad que por lo mismo tienen un carácter genérico, global e irreversible.
Al mismo tiempo que crece el desempleo y la pobreza, se incrementa la
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