POLÍTICA PUBLICA EDUCATIVA, JAIME TORRES BODET
Enviado por sergio199310101 • 10 de Agosto de 2020 • Ensayo • 2.853 Palabras (12 Páginas) • 938 Visitas
ESCUELA NORMAL DE ESTUDIOS SUPERIORES [pic 1][pic 2]
DEL MAGISTERIO POTOSINO
Licenciatura en Educación “Secundaria con especialidad en Telesecundaria”
Modalidad: mixta Ciclo escolar: 2017-2018 Semestre: 4to
LA EDUCACIÓN EN EL DESARROLLO HISTÓRICO DE MEXICO II
RODRIGUEZ SALAZAR SERGIO
En este ensayo se hablará sobre el análisis de política pública educativa de tres importantes personajes, Jaime Torres Bodet, Agustín Yáñez y Víctor Bravo Ahuja. Tomaremos en cuenta sus acciones más destacadas, la forma y el entorno en el que se tomaron decisiones de aquel entonces para entender en qué circunstancias se encontraba nuestro país y, así determinar si fueron acertadas o no aquellas decisiones, hacer una crítica reflexiva y trasladarnos a ese tiempo y con base en lo visto, imaginar cómo se hubiese ido moldeando el desarrollo del país si se hubieran tomado las decisiones adecuadas. Parece ser que cuando se habla de política educativa en México, comúnmente se opta por describir el contenido de los programas de educación gubernamentales y por comentar su contenido. Aunque este ejercicio es válido en la medida que nos introduce al estudio de la política pública, es limitado pues a veces el ejercicio del poder podría ir más allá de lo meramente descriptivo y examinar a profundidad el desarrollo de las políticas educativas en el contexto mexicano, pues como se ha mostrado a lo largo de la historia de la vida pública, algunas decisiones han ido más allá de los educativo, nos han traído desigualdad social que por consecuencia trae descontento de los sectores afectados por algunas medidas, tales como movimientos estudiantiles, protestas, analfabetismo desmedido, abandono a las comunidades más alejadas y a los trabajadores de la educación. Uno de los hechos más relevantes de nuestra historia; La revolución mexicana, fue el resultado de una seria de exigencias sociales que no podían esperar, por la que muchos mexicanos lucharon, en cumplimiento a esas exigencias y en la búsqueda de igualdad social se redactó la constitución de 1917, que en su artículo 3ro proclamaba la educación de forma gratuita, obligatoria y laica. A partir de ello, importantes sucesos de gran impacto, tales como, la creación de la SEP, una institución especialmente enfocada a atender la educación que se le daba al pueblo mexicano. Aunque al principio era se le llamó Secretaria de Educación y Bellas Artes, estos sucesos se dieron bajo la gestión de José Vasconcelos, (en la historia de las instituciones del México independiente nunca hubo mayor entusiasmo que el que Vasconcelos supo inspirar hacia la labor educativa durante su estancia en la SEP). Hay una relación entre estos dos intelectuales mexicanos, distintos en personalidad, historia y trayectoria, sin embargo, coincidentes en una vocación común: la educación de sus compatriotas. Ambos fueron secretarios de educación durante el siglo XX y pusieron en marcha alternativas para el progreso material y espiritual de los mexicanos a través de la educación y la cultura. Se trata de José Vasconcelos, fundador y titular de la SEP, y Jaime Torres Bodet, titular de esa secretaría en dos ocasiones. José Vasconcelos, llegó a la rectoría de la Universidad Nacional de México en 1920, teniendo ya en mente un proyecto de redención espiritual para los mexicanos, que debía realizarse por medio de la educación y la cultura, a partir del cual se intentaría definir y fortalecer la identidad nacional.
Este proyecto se hizo realidad con la fundación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en septiembre de 1921. Jaime Torres Bodet (1902-1974), fue un destacado colaborador de Vasconcelos. Nacido en Ciudad de México el 17 de abril de 1902, Jaime Torres Bodet ocupó en su 1er periodo al frente de la SEP el 23 de diciembre de 1943 al 30 de noviembre de 1946, durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho (1º de diciembre de 1940 al 30 de noviembre de 1946), al llegar a ocupar este cargo Torres Bodet definió sus propósitos en los siguientes términos:
“Nuestra escuela habrá de ser una escuela para todos los mexicanos. Una escuela amplia y activa, en la que las labores de enseñanza no se posterguen a fines políticos indebidos y lo que se aprenda prepare a los educandos para la vida, dentro de la concordia y solidaridad nacional”. Esto nos habla de la ideología que tenía Torres Bodet y de lo que representaría tener un hombre con ese ideal al frente de esta institución. Durante su gestión al frente de esta dependencia gubernamental, inauguró y clausuró el Congreso de Unificación Magisterial del que surgió el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, como medida de lo que en aquel tiempo se le llamó la Unidad Nacional, que tenía como propósito principal, unificar todos los movimientos magisteriales que se estaban presentando. El 15 de marzo de 1944 por medio de un decreto presidencial se reconoció al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación como el único organismo representativo de todo el magisterio nacional mexicano teniendo como primer secretario general profesor Luis Chávez Orozco. Una vez unificado el magisterio en un solo sindicato, Torres Bodet se propuso: Solucionar los problemas relacionados con las finalidades, contenidos y métodos de la educación ya que los consideraba inadecuados, otra medida fue la construcción inmediata de centros escolares porque la infraestructura con la que se contaba era insuficiente además de las que ya se encontraban, mejorarlas. La capacitación constante del personal educativo (administrativos, directivos, docentes, etc.) para ofrecer un mejor servicio y mejora profesional y económica de los profesores como parte de mejorar los servicios que ofrecían los maestros y mejorar también su calidad de vida. Impulsó la campaña contra el analfabetismo ‘’Esclavitud dolorosa de la ignorancia’’. Hacia 1940, México contaba con 47.88% de analfabetos absolutos, ante ello, se ejecutó un plan que se diseñó para iniciar una Campaña de Alfabetización en agosto de 1944. 1era. etapa: de organización (agosto de 1944-febrero de 1945), 2da. etapa: de enseñanza (marzo de 1945-febrero de 1946), 3era. etapa: revisión y exposición de resultados (marzo a mayo de 1946). Continuó con las ediciones que había proyectado José Vasconcelos, divulgó no sólo a autores de clásicos universales, sino a muchos mexicanos de nuestra tradición literaria (de 1944 a 1946 se editaron más de 232 títulos, Tuídides, Esquilo, Cicerón, Quevedo, etc.). su idea visionaria lo llevó a fundar y a decretar por ley el Instituto Federal de la Capacitación del Magisterio, entendía que los maestros deben de estar constantemente actualizados y preparados, se fundó el 30 de diciembre de 1944. Se inauguró hasta marzo de 1945. Organizó cursos por correspondencia, se les enviaba a los maestros lecciones en cuadernillos, se anexaba un cuestionario que debían resolver y se les calificaba. Se complementaba su formación con cursos intensivos, dentro de los meses de vacaciones. El IFCM vino a ser “la más grande escuela normal de América”.
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