PRACTICAS PEDAGOGICAS EN EL JARDIN DE NIñOS QUE CONTRIBUYEN ESCASAMENTE AL DESARROLLO MOTOR DE LOS NIñOS"

El niño en el preescolar adquiere madurez en el control motor general. Se establece la lateralidad, posee mayor dominio en la motricidad fina, así se le puede observar recortando, picando o pegando sobre una línea recta sin salirse. Sin embargo, la actividad gráfica aún es deficiente y el manejo de lápiz sigue siendo torpe. A lo largo de los 5 o 6 años irá adquiriendo precisión. Brinca sin dificultad y también puede pararse sobre un solo pie y puede conservar el equilibrio en puntas y en talones durante varios segundos.

Es más apto para la enseñanza de la danza, ejercicios y pruebas físicas. Tiene y existe más precisión y dominio del manejo de las herramientas, maneja bien el cepillo de dientes y sabe lavarse la cara. Maneja el lápiz con más seguridad y decisión. Puede dibujar una figura reconocible de un hombre.

En mi práctica pude observar que la maestra de educación física realizaba sus actividades sin un objeto en específico, así como también las aplicaba sin que los niños tuvieran noción de lo que hacían, pidiéndoles lateralidad y algunos movimientos o partes del cuerpo que el niño todavía no reconocía o bien no coordinaba a la perfección. El maestro de música siempre realizaba las mismas actividades haciéndolas cotidianas y aburridas para los niños sin brindarles un desarrollo más allá del que ya han obtenido.

En ocasiones las prácticas pedagógicas tienen como fin favorecer el desarrollo motor de los niños, pero al ser realizadas incorrectamente su propósito cambia llevándolo a un mal desarrollo en él, algunas actividades que son utilizadas en ocasiones sin un fin pedagógicos son el iluminar un libro o algún dibujo en especifico y el modelado ya que las educadoras la mayoría de las veces las ocupan solo para entretener.

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