PRIMER PARCIAL INGLES JURIDICO II

PRIMER PARCIAL DE INGLES II (UBP)

TRADUCCION: OJO POR OJO

  La pena capital se ha utilizado a lo largo de la historia, aunque sus métodos y los crímenes para los que se utiliza han cambiado a lo largo de los siglos.

Hoy en día no sólo los métodos son diferentes, sino que, lo que es más importante, no todos están de acuerdo en que se debe utilizar la pena capital. Las personas se dividen en dos grupos distintos; los que están a la vez y los que están en contra. Esto se debe a que este problema es blanco y negro; no hay área gris.

En los Estados Unidos, el 85% de la población mayores de 21 años aprueba la pena de muerte. En los muchos estados que todavía tienen la pena de muerte, algunos utilizan la silla eléctrica, que puede tardar hasta 20 minutos en matar, mientras que otros utilizan gas o inyecciones letales.

En contraste, en Gran Bretaña, la opinión pública comenzó a volverse en contra del uso de la pena capital después de la Segunda Guerra Mundial. Una serie de casos bien publicidos en los años cincuenta, ayudaron a llevar a cabo este swing. Uno de ellos fue el perdón póstumo de Timothy Evans, ahorcado por asesinatos que, más tarde probado, habían sido cometidos por otra persona.

Sin embargo, a pesar de este cambio de opinión, la pena de muerte no fue abolida en Gran Bretaña hasta 1965. E incluso ahora hay mucha gente dentro y fuera del Parlamento que desea que se reintroduzca. Ha habido 14 intentos de traer de vuelta a la horca desde su abolición.

El lobby pro-colgado utiliza cuatro argumentos principales para apoyar su llamamiento a la reintroducción de la pena capital. En primer lugar está la teoría de la disuasión, que argumenta que los asesinos potenciales lo pensarían dos veces antes de cometer el acto si supieran que podrían morir si fueran capturados.

 El siguiente argumento a favor de devolver la pena capital se refiere a la seguridad pública. Si se restableciera la pena de muerte, significaría que un asesino convicto no podría ser puesto en libertad después de cumplir 20 años o menos de una cadena perpetua y poder volver a ser asesinado. En consecuencia, el público en general estaría más seguro.

La idea de la retribución exige que los criminales obtengan lo que se merecen: si un asesino se propone intencionalmente cometer un crimen, debe aceptar las consecuencias. La retribución, que es sólo otra palabra para la venganza, está apoyada por la doctrina religiosa de un ojo por ojo y un diente por un diente.

El cuarto y último argumento principal pro-hanging es el más frío. Es que tiene sentido económico ahorcar a los asesinos convictos en lugar de mantenerlos en prisión desperdiciando el dinero de los contribuyentes.

Los argumentos contra la pena de muerte son en gran medida humanitarios. Pero también hay razones estadísticas para oponerse a él: las cifras de disuasión no cuadran. En Gran Bretaña, 1903 fue el año récord de ejecuciones y sin embargo en 1904 el número de homicidios en realidad aumentó. Hubo una ocurrencia similar en 1946 y 1947. Si la teoría de la disuasión fuera correcta, la tasa debería haber caído.

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