Palabras De Despedida A Egresados

En primer lugar, quiero transmitirles que es para mí, motivo de gran alegría acompañarlos en este día como profesora y como Madrina.

Hoy concluimos otro período lectivo esta gran barca que es la escuela, ha navegado todos estos meses y llegamos hoy al puerto de diciembre, cargados de fe y esperanzas… repleta de pasajeros…

La mayoría descenderán de ella para tomarse unas vacaciones, pero 20 pasajeros descenderán porque han llegado a destino, y se encaminarán hacia otros rumbos, con sus equipajes cargados y apretujados de conocimientos, virtudes, buenos sentimientos y experiencias vividas y aprendidas en un viaje por el mundo de las cosas, de los ejemplos, de las verdades, que duró una travesía de seis años.

Me estoy refiriendo a los alumnos de 3º polimodal. Son ellos los pasajeros que hoy descienden, emprenderán otro camino en busca de nuevos horizontes, en busca de otras metas. Todos quienes hemos vivido con ellos durante esa travesía, sentimos, en el momento de la despedida, emociones y sentimientos que demuestran claramente la amistad, el cariño y la confianza que supimos cultivar. Las sonrisas alegres y francas, las picardías, las travesuras o las bromas, desde este instante formaran parte de los recuerdos de cada uno. Hoy se van… y este año no será como los anteriores, no habrá un “hasta el año que viene, profe!”

Chicos, la escuela toda hoy los ve partir. Han cumplido una etapa. Ante ustedes, se abre un inmenso horizonte de estudio, de trabajo, de lucha. En el diario quehacer que realicen, aparecerán dificultades. No se desanimen. Hagan lo que hace el timonel: para, y luego sigue adelante. Tengan presente que muchos han fracasado en la vida por no haber tenido confianza en sí mismos.

La escuela ha puesto en sus manos, las armas suficientes para lograr el triunfo. Cualquiera sea el camino que tomen, recuerden siempre que en el mundo debe prevalecer el triunfo de la conciencia honrada. Transiten por el camino recto de la verdad, la justicia y la bondad.

Al mirarlos, encuentro rostros con cierta nostalgia, que es provocada por esta culminación de la escuela secundaria. Hijos: los llamamos así, identificados con el pedagógico título de segundos padres. ¡siempre serán nuestros alumnos! Dondequiera que estén, nosotros los sentiremos así. Entonces, para hacer más llevadera nuestra melancolía al ver que se alejan, les decimos que no los despedimos, solo entregamos a otra institución, a sus familiares y a la sociedad nuestra obra para que sigan plasmando sus personalidades, pero seguiremos sintiéndonos sus dueños, porque los hijos siempre pertenecen.

Al despedirlos, les pido que no se olviden de su escuela, de sus profesores, preceptores y de todos quienes convivieron y compartieron con ustedes los años más lindos de sus vidas. Vean siempre a la escuela como suya, y aunque los años pasen, tengan presente que estaremos

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