Panchito Mandefuá

¿DE CÓMO PANCHITO MANDEFUÁ SE FUE A CENAR CON EL NIÑO JESÚS?

¿Cómo puede un niño que se encuentra inmerso en las calles, rodeado de un mundo oscuro lleno de maldades y tragedias donde hay saetas en el día y pestilencias en la oscuridad, donde el hambre asecha y la hermosura de este mundo no se puede ver ; mantener la felicidad y alegría intrínseca difícil de comprender?.

Así fue Panchito, Panchito Mandefuá, ese era el nombre de este niño de nueve años, quien vivía cada día con entusiasmo y alegría y a pesar de la oscuridad que le rodeaba en las calles, la inocencia de su espíritu avasallador hacia que viviera cada día sin temor. Panchito siempre vestía con una chaqueta sucia y en uno de sus bolsillos llevaba sus más preciados objetos: trompos, cordeles, chapitas y un carrito de plástico, esos eran sus juguetes con los que ponía a volar su imaginación para olvidar y alejarse de los días lluviosos y las noches frías de la gran Caracas.

Panchito aunque era un niño de la calle abandonado y olvidado por sus padres, no pedía dinero ni limosnas como lo hacen muchos en su misma condición. Era un niño trabajador, prefería ganarse la vida vendiendo boletos de lotería que pedir en las calles. Pero ¿Por qué sus padres lo abandonaron y por qué su madre lo llevo a pedir en las calles en un tiempo?, la autora Gricelda Navas señala “el niño es un ser oprimido y marginado frente a los adultos, estos se hablan pero no logran entenderse porque los adultos arrebatan la imaginación del niño y le declaran la guerra al ensueño”. Estos padres olvidaron que este niño no era algo abstracto, sino un sujeto de carne y hueso capaz de convivir en una sociedad pluricultural como lo es la sociedad venezolana.

De esta manera Panchito demostró que era lo suficientemente hábil para enfrentarse solo a la gran Caracas; un lugar donde menosprecian y valoran muy poco a los desamparados e indigentes de las calles. Sin embargo, en unos de esos días fríos de navidades Panchito conoció a una niña que lloraba desconsolada porque los dulces que llevaba para la casa donde vivía se le habían caído y otros niños que pasaban por ese lugar se los habían comido mientras de ella se reían sin importar el dolor y tristeza que invadía a Margarita, así se llamaba la hermosa niña que conoció Panchito en un momento desagradable. Aun así Panchito compro nuevamente los dulces de la niña demostrando que era un niño bondadoso y a pesar que para él fue un gran esfuerzo ganarse el dinero, no le importó comprar los dulces y dar a conocer que tenía un corazón dadivoso, amigable, sencillo, valioso, justo y lo más importante ; que tenía mucho amor en su corazón. Eso era algo difícil de comprender en un niño a quien la vida le negó el amor.

Luego de acompañar Margarita a su casa Panchito se fue al circo a disfrutar el dinero que le había quedado, ese que también compartió con la

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