Pedagogias Dialogicas Y Prácticas Pedagogicas Que Promocionen El Pensamiento Critico
Enviado por calleflorez • 15 de Septiembre de 2013 • 2.370 Palabras (10 Páginas) • 367 Visitas
PEDAGOGIAS DIALÓGICAS Y PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS
QUE PROMOCIONEN EL PENSAMIENTO CRÍTICO
“La historia de la ciencia es de algún modo
La historia de la razón contra las verdades
reveladas”
Francois Jacob
Ensayo preparado por
Hernando Calle Flórez
Resumen
Las pedagogías dialógicas son en si mismas un ejercicio vivo de democracia, son una practica que desarrolla inteligencia moral y ética, pues el verdadero dialogo solo es posible entre iguales y el dialogo es precondición de la construcción de conocimiento. Es decir, cualquier persona que se precie de ser educador debe hacer un esfuerzo por crear el ambiente y las condiciones favorables para que se dé el dialogo argumentativo entre iguales.
Las practicas pedagógicas utilizadas especialmente en la enseñanza del derecho pueden fomentar con mas efectividad las habilidades del pensamiento critico, entendido como la capacidad del pensamiento para examinarse a sí mismo, es decir el pensamiento propio o el de los otros, cuyo propósito es probar un punto, reflexionar, interpretar lo que algo significa, enfrentar y solucionar un problema, duda o evento.
Palabras Clave
Pedagogías dialógicas, Practicas pedagógicas, Enseñanza del Derecho, Pensamiento critico.
El presente escrito tiene como objetivo reflexionar en torno a algunas consideraciones hechas por diversos autores, encaminadas a cumplir con uno de los compromisos centrales de la Educación Superior con los procesos de socialización y formación, que consiste en que los centros de educación se preocupen mas por el desarrollo de habilidades intelectuales o competencias cognoscitivas que por el simple dominio de altos niveles de información. Dentro de tales habilidades, el pensamiento critico, tiene particular relevancia con el fin de ayudar a los estudiantes y por tanto a los egresados, a entender de manera suficiente el mundo que los rodea, y a plantearse preguntas, hacer juicios y construir argumentos en forma creativa que los lleve a ser reflexivos y propositivos, para dejar de ser parte de la problemática que vive nuestra sociedad y por el contrario aportar soluciones y salidas a las distintas necesidades que agobian a nuestra sociedad.
Para lograr lo anterior se hace indispensable que los centros de educación y más aun los dedicados a la enseñanza de ciencias sociales y más concretamente deontólogicas como lo es el Derecho, adopten pedagogías dialógicas, que son "propuestas pedagógicas, desarrolladas tanto en el campo de la educación popular como de la educación formal, como la pedagogía del dialogo de saberes, las pedagogías del caos o de la complejidad, las pedagogías criticas y las pedagogías dialógico-argumentativas, teniendo todas ellas como elemento común el de iniciar los procesos pedagógicos a partir del mundo de la vida de los involucrados, a través de relaciones comunicativas dialógico-argumentativas, en grupos de trabajo constituidos alrededor de proyectos o problemas de investigación formulados a partir del encuentro del saber académico y teórico con el mundo de la vida, es decir, grupos de trabajo conformados alrededor de preguntas o problemas de investigación que para ser resueltos requieren de la argumentación desde el mundo de la vida, desde la teoría y desde la orientación del maestro (se accede a los conceptos y teorías de las distintas áreas del saber, multidisciplinariamente y desde problemas concretos del mundo de la vida) teniendo el tan ansiado puente entre la escuela y la vida ".
El Derecho a la Educación, especialmente en sus componentes de adaptabilidad y aceptabilidad, en aulas caracterizadas por la diversidad cultural, no puede realizarse sin el recurso del dialogo intercultural como perspectiva pedagógica. Continuar con el modelo de pedagogía seguido todos estos años tal como está, significa mantener la exclusión y el desconocimiento sistemático del otro como interlocutor valido en la construcción del conocimiento, lo que a su vez conduce a la deserción del saber y de las practicas que propone el aula de clase.
La problemática social, cultural y política que vive Colombia por la descomposición moral que la aqueja, que desde luego no es reciente, pero que ha cobrado niveles alarmantes en la ultima década, reclama pedagogías dialógicas que son en si mismas un ejercicio de democracia como forma de vida, y por tanto constituyen una practica que desarrolla la inteligencia moral y ética; “obrar moralmente consiste en hacer el bien no por imposición sino por deber; el valor moral de una acción reside no tanto en el propósito, sino en la máxima con base en la cual se decide; la moral no depende tanto del objeto buscado sino del principio que la mueve; un deber no se determina extrínsecamente sino intrínsecamente por el principio que mueve la acción, por lo que mueve y motiva a la voluntad buena que no puede ser lo que se obtendrá con la acción, sino por el respeto a la ley moral ”.
Adicionalmente se hace indispensable “que los centros de educación emprendan una efectiva enseñanza integral, cuyo propósito sea la humanización de los individuos y la formación de un pensamiento global, transdiciplinar, abierto, critico y complejo, que implique a toda la comunidad educativa, es decir, tanto al profesorado como al alumnado, para que de esta manera adelanten procesos de investigación abiertos, criticos y creativos
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