Pensar la arquitectura de Peter Zumthor

Pensar la arquitectura de Peter Zumthor

Este libro habla sobre la vista y perspectiva general de el arquitecto Peter Zumthor acerca de la construcción, belleza, diseño de espacios, materiales y en sí, arquitectura.

Se encuentra dividido en una especie de “charlas”, sobre su manera de comprender ciertos temas relacionados a la creación de sitios arquitectónicos, y me parece interesante abordar de uno en uno ya que aunque en el libro se separan por pequeños subtítulos, es importante entender como todo es parte de algo más grande.

Todo el libro lleva un contexto bastante personal por parte de el autor ya que no se nos muestra como si fuera un texto teórico si no como experiencias, o maneras de sentir que se traducen a como el piensa que se deberían de hacer las cosas de verdad.

Él empieza hablando de el cariño y amor que le tomamos a las cosas sin darnos cuenta, de como se traduce esto a nuestro estilo en la arquitectura de el futuro, una especie de relación que generamos con los espacios, ya sea con su manera de provocarnos paz, tranquilidad, o de recordarnos el calor que ciertos materiales nos brindaban.

Es una parte complicada, por que imagino que la arquitectura está relacionada no solamente a gustos y formas, si no también a un contexto histórico, cultural, familiar. Entendí esto como la parte fundamental, el “comienzo” de una vocación, un sentimiento que se relaciona directamente al espacio que te rodea, y que deja en sí, una huella en ti.

Vamos así entendiendo el concepto de lo que trata el segundo texto, que tiene que ver con la belleza, y cito así “La buena arquitectura debería acoger al hombre, dejarle que viva y esté allí, y no abrumarle con su charla” - Peter Zumthor.

Recogí esta frase de el texto por que es el ejemplo claro de lo que nos quiere decir este arquitecto, la arquitectura buena está relacionada a la forma en que los humanos la habitamos, el espacio debe ser uno por sí solo, pero cumplir su función como recubrimiento para la vida de el hombre.

Es así cuando algo es verdaderamente bello (claro cumpliendo unas cuantas funciones también estéticas imagino), pero como característica principal, su capacidad de ser un buen lugar para habitar y desarrollar actividades humanas.

Me gusta mucho esta idea que plasma de que la arquitectura no se acaba en el espacio desarrollado con los materiales, va más allá, tiene que ver con la luz, las personas, el cielo.

Un espacio donde alguien pueda sentirse bien y no se sienta limitado a toda esta sensación de simplemente transitar por un lugar más.

La unión de las cosas al final es lo que hacen que el todo se vuelva más interesante de lo que los elementos individualmente ya son, y es lo que genera vida a la obra.

Los maestros influyen en el punto de vista de un alumno, Zumthor nos habla de como el profesor más que ser propiamente un pilar para tu desarrollo como arquitecto, es un guía, una brújula, aquellas personas que nos muestran, en referencia a lo que queremos proyectar, como lo queremos proyectar, cual es el estilo que abordaremos.

Y esto se ve relacionado al punto de que nos vemos altamente influidos por los espacios y experiencias que nos marcaron en nuestro pasado, que siempre tienen que ver con nuestra manera de plasmar y expresar las cosas, pero que son difíciles de encontrar.

Intentan llevarnos por pasos de nuestra historia que fueron fundamentales para entender la arquitectura, todos estos cariños (o como el los llama aveces) “obsesiones”, que nos pegaron fuerte en algún momento de nuestra vida.

Nos habla mucho acerca de el todo que forma el espacio una vez que todos sus elementos están en armonía, y creo que este es el tema principal de todo el libro.

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