Personas Claves En La Generación De Ventajas Competitivas

El desarrollo profesional no sólo consiste en la adquisición de conocimientos técnicos, sino que las personas se desarrollan de manera integral y ello no sólo se traduce en una remuneración positiva, sino en sentirse arropado, protegido y reconocido por la organización empresarial de la que se es parte.

En el contexto del alineamiento de la estrategia y las personas en una organización empresarial, es vital hacer frente al desarrollo de personas como ventaja competitiva. En este sentido, y, apoyándonos en la conceptualización que lleva a cabo la Real Academia Española (RAE), conviene realizar el desmembramiento de dicha cuestión. En primer término, “desarrollar” supone dar incremento a algo de orden físico, intelectual o moral.

Asimismo, “ventaja” equivale a superioridad o mejoría de alguien o algo respecto de otra persona o cosa. Por su parte, “competitiva” se refiere a aquello perteneciente o relativo a la competición. Como resultado final, cabe señalar que el desarrollo de personas como ventaja competitiva sería aquella ventaja que una compañía tiene respecto de otras compañías competidoras.

Una vez realizado este paréntesis aclarativo, cabría cuestionarse la siguiente pregunta: ¿de qué modo sería posible y eficaz que una organización empresarial sea superior a otras? Como es bien sabido, la estructura organizativa de una empresa define puestos de trabajo constituidos o formados por competencias, funciones y metas o logros. En función de lo anterior, se evalúa la capacidad o aptitud de los empleados, así como su desempeño y rendimiento; y, a consecuencia de la práctica anterior, se obtiene una retribución económica.

Las organizaciones pueden lograr obtener una ventaja competitiva sostenida a través de su personal. Por tanto, las personas conforman la pieza clave y primordial en cualquier organización empresarial. Ello resulta más factible si dichas organizaciones son capaces de satisfacer aspectos o criterios tales como contar con recursos valiosos, difíciles de imitar, únicos y organizados.

Tomando en consideración todo lo anterior expuesto, es obvio que cada vez se hace más necesario contar con un sistema integral de gestión de personas.

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