Perspectiva De Genero Y Trabajo Social
Enviado por ale.garay_2004 • 4 de Diciembre de 2013 • 2.612 Palabras (11 Páginas) • 526 Visitas
Perspectiva De Género Y Trabajo Social.
“El objetivo que busca la violencia sexista es el control del colectivo de las mujeres para mantenerlas subordinadas a los hombres en cualquier campo y en la medida que puedan a su servicio. Por eso, el maltrato a una mujer, es el maltrato a todas.”
INTRODUCCIÓN.
El siguiente trabajo constituye uno de los requerimientos del seminario. “La construcción de una perspectiva de género en el abordaje de la violencia contra las mujeres”.
A lo largo del mismo me propongo dar cuenta de dicha problemática social, analizándola y desnaturalizando ciertos conceptos en torno a ella, fundamentando mi posicionamiento en los derechos humanos y en la perspectiva de género.
MARCO TEÓRICO.
La construcción del orden social supuso la transición del agrupamiento tribal a una civilización que fundaba sus cimientos en el sistema patriarcal mediante un conjunto de funciones, normas, valores y principios con un reparto dual de atribuciones, en el cual el varón ocupaba un lugar de privilegio exclusivista, mientras que a la mujer se le considera como un apéndice (la famosa costilla de Adán), útil esencialmente para la propagación y desarrollo biológico de la especie.
Así nacieron las funciones desiguales que hoy se denominan “roles” sexistas.
La masculinidad asociada al poder, el control, el valor, el dominio de la razón, la posesión del conocimiento, el gobierno de lo público y la independencia individual, configuraron la identidad del varón.
Desde esta perspectiva es hombre, para poder desarrollar las atribuciones que se le asignan debe estar liberado de otras funciones que siendo también necesarias para la supervivencia individual y de la especie, impedirían el desarrollo del modelo androcéntrico que propugna como ley natural el sistema patriarcal.
Por tal motivo, dichas funciones cotidianas y tediosas pero imprescindibles para la supervivencia común (el cuidado del hogar, la atención de los hijos, la responsabilidad y cuidado de la salud de los miembros de la familia, etc.), son designadas como funciones que debe cumplir la mujer.
Es así que el sistema patriarcal define un mundo partido en dos, en el que los hombres son los que gobiernan, deciden y ordenan; y las mujeres son las que deben acatar, aceptar y obedecer.
Amelia Valcárcel, al referirse a esta escisión entre los sexos, afirma que este dualismo configura la trama del sistema social, de las relaciones personales, el pensamiento abstracto y la imagen completa del mundo; un mundo al que se presenta hipócritamente como escindido de modo natural, cuando la escisión es producto de la voluntad humana, o más precisamente de la voluntad del hombre.
Pero para que el sistema patriarcal pueda sostenerse, debe transmitir sus postulados de tal manera que sean entendidos como verdades absolutas e indiscutibles, es por ello que la diferencia sexual se presenta como algo impuesto por la fuerza de la naturaleza.
Es por ello que para poder cambiar nuestra mirada, es imprescindible desnaturalizar dicho sistema, poniendo al descubierto su origen, sus vías de transmisión y las consecuencias que provoca.
Perspectiva De Género.
“La violencia contra la mujer es cualquier acción o conducta, basada en su
género que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la
mujer, tanto en el ámbito público como en el privado. Es decir, que tenga lugar
dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación
interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo
domicilio que la mujer y que comprende entre otros, violación, maltrato y abuso
sexual. También la violencia que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada
por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual,
tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el
lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos de
salud o cualquier otro lugar. Y también aquélla que sea perpetrada o tolerada
por el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra” (Convención Belem do
Pará, 1997)
Si bien las violaciones de los derechos humanos afectan tanto a los hombres como las mujeres, su impacto varía de acuerdo con el sexo de la víctima. Los estudios sobre la materia permiten afirmar que toda agresión perpetrada contra una mujer tiene alguna característica que permite identificarla como violencia de género. Esto significa que está directamente vinculada a la desigual distribución del poder y a las relaciones asimétricas que se establecen entre varones y mujeres en nuestra sociedad, que perpetúan la desvalorización de lo femenino y su subordinación a lo masculino. Lo que diferencia a este tipo de violencia de otras formas de agresión y coerción es que el factor de riesgo o de vulnerabilidad es el solo hecho de ser mujer.
La violencia de género puede adoptar diversas formas, lo que permite clasificar el delito, de acuerdo con la relación en que ésta se enmarca y el ejercicio de poder que supone, en las siguientes categorías: violación sexual e incesto, asedio sexual en el trabajo y en las instituciones de educación, violencia sexual contra mujeres detenidas o presas, actos de violencia contra las mujeres desarraigadas, tráfico de mujeres y violencia doméstica.
A lo largo de la historia, las distintas formas de violencia se han manifestado en las sociedades como producto de la dominación que determinados sectores o grupos ejercen sobre otros. En este contexto, la violencia de género es un mecanismo social clave para perpetuar la subordinación de las mujeres, puesto que, debido a que el poder se considera patrimonio genérico de los varones, la hegemonía masculina se basa en el control social de lo femenino. Por lo tanto, las violaciones a los derechos humanos de las mujeres se relacionan directa o indirectamente con el sistema de género y los valores culturales dominantes.
La violación de los derechos de las mujeres y la violencia de género no son problemas nuevos; suponen conductas que hasta hace muy poco tiempo eran socialmente aceptadas y que, por estar circunscritas en general al ámbito de la vida privada, eran muy poco conocidas.
Tipos De Violencia.
• Física. Esta puede ser percibida a través de las huellas que deja. Por ejemplo: empujones, mordiscos, patadas, puñetazos, etc., sean ocasionados con las manos o algún objeto. Por lo general hace más fácil que la víctima tome conciencia pues es un tipo de violencia muy evidente, lo que hace que sea
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