Pintura renacentista
Enviado por catalinacoc • 20 de Marzo de 2013 • 2.217 Palabras (9 Páginas) • 384 Visitas
Pintura renacentista
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Tiziano, Amor sagrado y amor profano, h. 1513-1514.
Parmigianino, La Madona del cuello largo, 1535-1540, óleo sobre tabla.
La pintura renacentista abarca el período de la historia del arte europeo entre el arte de la Edad Media y el barroco. La pintura de esta época está relacionada con el «renacimiento» de la antigüedad clásica, el impacto del humanismo sobre artistas y sus patronos, nuevas sensibilidades y técnicas artísticas y, en general, la transición entre el periodo medieval y los comienzos de la Edad Moderna.
Por la falta o escasez de buenos maestros, optando los artistas por imitar las obras de los grandes maestros anteriores en lugar de estudiar la naturaleza para crear sus obras originales. En el manierismo se exagera el movimiento en las figuras, la expresión es afectada y amanerada o poco natural de los rostros.
Índice
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• 1 Características
• 2 Pintura italiana
• 3 Pintura flamenca
o 3.1 Escuela de italianistas
o 3.2 Escuela de reaccionarios
• 4 Pintura holandesa
• 5 Pintura alemana
• 6 Pintura francesa
• 7 Enlaces externos
[editar] Características
El carácter distintivo de la pintura del renacimiento en general y en su periodo de apogeo consiste:
Rafael Sanzio, El triunfo de Galatea, pintura al fresco de la Villa Farnesina. Esta obra refleja la importancia de la cultura clásica en la pintura renacentista.
• En la unidad de la composición, de la perspectiva, de la anatomía y morbidez muscular y de la belleza exterior física tendiendo a imitar la naturaleza con desenvoltura e inspirándose a la vez los artistas en las obras clásicas escultóricas.
• Por razón de los asuntos, en la universalidad de ellos, dando mucha entrada a los mitológicos apenas tratados en la época anterior y cultivando singularmente el retrato y las historias. Y aunque no se olvidan los cuadros religiosos, carecen éstos por lo común de la idea y unión mística de la época precedente (sobre todo, en las Vírgenes o Madonnas) y hasta desvían con frecuencia el ánimo de la verdadera piedad. Aunque está plena de religiosidad, cada artista busca su propio estilo, en donde el retrato y la representación del paisaje tienen mucha importancia.
• Por razón del procedimiento, se distingue en el abandono definitivo de los realces y dorados, en la predilección por los lienzos sin tabla y en la adopción casi exclusiva de la pintura al óleo, salvo las decoraciones murales al temple y al fresco.
La historia moderna de la pintura se inicia con los aportes de los maestros del Renacimiento. Florencia y Roma durante los siglos XV y XVI son la cuna de dicho movimiento que establecerá a través de la perspectiva, la proporción, la anatomía y el descubrimiento y uso del óleo, una manera de pintar realista o verista que no se había dado antes.
El Renacimiento surge en Italia y se va extendiendo progresivamente por Europa, con mayor o menor calado, según los países. Surgieron innumerables centros o escuelas de pintura, sobre todo, en Italia, influyéndose mutuamente unas en otras a pesar de sus divergencias. No existe unanimidad crítica a la hora de distinguir las aludidas agrupaciones de artistas ni es uniforme el estilo de los diferentes maestros, por lo que las escuelas se reúnen sólo geográficamente.
[editar] Pintura italiana
Artículo principal: Pintura renacentista italiana.
La Gioconda (1503-1506) por Leonardo Da Vinci.
Italia fue el foco primero y principal del Renacimiento en todas sus manifestaciones, del siglo XV al XVI. La pintura del Quattrocento no se desarrolló primero en Florencia sino en otro lado, con la obra de Fra Angelico y sobre todo de Masaccio, que creó una nueva sensibilidad, totalmente ajena al gótico. Logra la sensación de espacio a través del uso metódico de la perspectiva lineal, como puede verse en la Trinidad de Santa María Novella (h. 1420-1425). Esta investigación sobre la geometría y la matemática fue seguida por Paolo Ucello, Andrea del Castagno y Piero della Francesca y Fra Filippino Lippi. La siguiente generación de artistas florentinos logró un mayor refinamiento: Benozzo Gozzoli, Domenico Ghirlandaio y, sobre todo, Sandro Botticelli.
En la segunda mitad del siglo XV surge una escuela pictórica en el centro de Italia, preocupada ante todo por crear el espacio en el que se mueven los personajes de sus cuadros, esforzándose por crear sobre todo paisajes ordenados y realistas. En Umbría se destacó Perugino, maestro de Rafael, así como Pinturicchio y Luca Signorelli. En la misma época, el renacimiento alcanzó el norte de Italia, surgiendo escuelas regionales de marcada personalidad: Andrea Mantegna es el pintor más importante de Padua, cuya influencia llega a la refinada corte de Ferrara, donde trabajaron Cosme Tura y Francesco del Cossa. Carácter especial presenta Venecia, en contacto constante con oriente, lo que da a este centro artístico un aire diferente, en el que el color predomina sobre la línea y el paisaje sobre la persona humana, justo a la inversa de lo que ocurre en Florencia. Los más sobresalientes pintores venecianos de la época fueron los Bellini, en particular Giovanni Bellini. Trascendente en la evolución del renacimiento veneciano es la obra de Antonello da Messina, pintor siciliano que se formó en Flandes y que acabó viviendo en Venecia, aportando la minuciosidad flamenca.
Jesús entre los doctores (1548) por el Veronés.
La segunda fase del renacimiento italiano es el Cinquecento, en el que descollan los tres grandes nombres de la pintura renacentista: Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel, cuya prodigiosa labor en la Capilla Sixtina constituye una de las obras cumbres del Renacimiento.
A mediados de siglo, tras la muerte de los grandes maestros, y en medio de una crisis social generalizado, la pintura se hace manierista, notándose primero en Florencia y Roma con Andrea del Sarto, Pontormo, Bronzino, Vasari y Volterra. En Parma surge una escuela particularísima cuya figura más sobresaliente es Antonio Allegri da Correggio, precursor del ilusionismo barroco con su decoración de la cúpula de la iglesia de San Juan Evangelista de Parma (1520–1523). Su discípulo Parmigianino representa obras con figuras elongadas, como la llamada Madonna del cuello largo (1540). Esta es la época en que aparecen los grandes maestros venecianos, con obras plenas de sensualidad y colorido: Giorgione, Tiziano, Veronés y Tintoretto.
[editar] Pintura flamenca
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