Piroplasmosis equina
Enviado por jesus199412 • 2 de Julio de 2014 • 1.347 Palabras (6 Páginas) • 401 Visitas
Piroplasmosis equina
La piroplasmosis equina (Equine piroplasmosis,
EP) es una enfermedad transmitida por garrapatas
que afecta a caballos, asnos, mulas y cebras. La
enfermedad se transmite por mordidas de garrapatas o
mecánicamente, a causa de la desinfección inadecuada
de agujas u otros instrumentos quirúrgicos. La EP no
es una enfermedad endémica de los Estados Unidos,
ya que, en la actualidad, las especies de garrapatas
locales no portan los parásitos que la causan.
Transmisión
La EP es una enfermedad transmitida por garrapatas,
causada por los parásitos Babesia caballi y Babesia
equi. Las garrapatas ingieren sangre de equinos
infectados y luego, al morder a caballos sanos,
propagan la enfermedad a través del contacto con la
sangre. Las garrapatas que portan los parásitos se
trasladan por el heno, los lechos, los alimentos y la
vegetación.
El único vector natural de la EP en los Estados Unidos
es la garrapata tropical del caballo, Dermacentor
nitens, que se descubrió al sur de los Estados Unidos.
Los parásitos B. caballi y B. equi se han transmitido
de manera experimental a través de tres especies
diferentes de garrapatas de los Estados Unidos: D.
albipictus, garrapata de invierno; D. variabilis, garrapata
del perro americano y Boophilus microplus, garrapata
tropical o del sur del ganado vacuno común.
Debido a que la enfermedad se contagia a través
del contacto con la sangre, la EP también puede
transmitirse a través de agujas contaminadas y otros
instrumentos que penetran la piel. También es común la
infección intrauterina que transmite la madre al potro.
Signos
En un caballo infectado con EP, los signos de la
enfermedad se manifiestan entre los 7 y 22 días.
Los casos de EP pueden ser leves o agudos. Las
formas leves de la enfermedad provocan que los
equinos estén débiles e inapetentes. Los casos más
agudos pueden ocurrir en los lugares donde la EP
no es común y los caballos no han desarrollado una
resistencia a la enfermedad. Los signos de la fase
aguda incluyen fiebre, anemia, membranas mucosas
ictéricas, abdomen inflamado y respiración dificultosa.
Otros signos de EP incluyen alteraciones del sistema
nervioso central, pelaje áspero, estreñimiento, cólicos y
hemoglobinuria, una afección que produce que la orina
sea roja. En algunos casos, el equino puede morir. Sin
embargo, es posible que algunos caballos infectados
manifiesten pocos síntomas o ninguno en la fase
aguda y que no experimenten ningún deterioro en el
rendimiento.
Los caballos que sobreviven a la fase aguda de la
enfermedad podrían continuar siendo portadores de
los parásitos por mucho tiempo. Estos caballos son
fuentes potenciales de infección para otros caballos,
a través de la transmisión de la enfermedad causada
por garrapatas o transmisión mecánica, a través
de mordidas de garrapatas, agujas o instrumentos
quirúrgicos.
Diagnóstico
Debido a que los signos clínicos de la EP no son
específicos de la enfermedad y son similares a los
signos de muchas otras enfermedades y afecciones,
es difícil diagnosticarla. Sin embargo, se la puede
diagnosticar con pruebas de laboratorio. Si hay
sospechas de EP, se debe notificar a los funcionarios
de salud animal federales o estatales, antes de que los
veterinarios recolecten las muestras.
Si ocurre un brote de EP, el APHIS debe informar
a la Organización Mundial de Sanidad Animal (World
Organization for Animal Health, OIE) e indicar las
medidas que se están implementando para erradicar
la enfermedad. La OIE es la organización internacional
que establece las normas para el comercio
internacional seguro de animales y sus productos
derivados.
Tratamiento
En la actualidad, no existe una vacuna contra la EP.
En las regiones endémicas, los síntomas se tratan con
fármacos.
A pesar de que los desinfectantes y la higienización
adecuada son, con frecuencia, de gran importancia
para prevenir la propagación de enfermedades en
los animales, estas prácticas no son necesariamente
efectivas contra la propagación de la EP y otras
enfermedades transmitidas por las garrapatas. Es de
gran importancia prevenir la transferencia de sangre
entre animales a través de mordidas de garrapatas o
instrumentos quirúrgicos a fin de evitar la transmisión
de la EP.
Síntomas y control de piroplasmosis en fincas bovinas del estado Monagas
Carlos Díaz Villegas*
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