Por si acaso me caso al ocaso
Enviado por Gilberto Flores • 19 de Agosto de 2016 • Apuntes • 8.609 Palabras (35 Páginas) • 360 Visitas
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POR SI ACASO,
ME CASO AL OCASO
El autor prohibe terminantemente modificación alguna en el título de la obra, aunque la misma fuera una adaptación, lo que de todas maneras implicaría una autorización expresa del autor para modificar el texto original.
Autor: M. Román Sarmentero
Personajes:
Simón, el novio
Stefanía, la novia (es sencilla en su forma de vestir, debe verse menos atractiva que Araceli)
Araceli, la ex –novia (tiene que mostrarse seductora y atractiva, más que lo que luzca Stefanía)
Padre, de Simón
Claudio, hermano de Stefanía (prácticamente siempre con algo para tomar en la mano)
Valentín, amigo de Stefanía
Cuqui, amigo de Araceli (gay, pero de los que son bien amanerados)
Abril, psicóloga
Escena: Interior de la casa de Simón, el desorden que se ve tiene que ver con los preparativos
de la boda que está previsto realizar al atardecer. Disposición de la casa; sobre cada lateral, dos entradas, sobre un lateral, la salida hacia el exterior y una habitación, sobre el lateral opuesto un pasillo que da hacia distintas partes de la casa y otra habitación. Un sillón grande en medio de la escena.
Escena vacía al abrir el telón.
Simón: (Entrando con Stefanía) Pero, ¿dónde quieres que me vaya?
Stefanía: Tienes que haber escuchado eso de que el novio no tiene que ver a la novia con su
vestido blanco hasta que esté en plena ceremonia…
Simón: Si, muy bien lo escuché, pero son…. como decirlo, antigüedades, formalismos, no
tiene sentido…
Stefanía: Para mi si…
Simón: A ver, Stefi, me cambio, estoy con todo el traje y para que tu tengas tiempo de cambiarte, y peinarte, y arreglarte y no se que mas, vas a necesitar…que se yo, dos o tres horas…
Stefanía: Cuatro o cinco…
Simón: Peor, cuatro o cinco horas….¿qué hago yo cuatro o cinco horas cambiado y listo?,
¿a dónde voy?, me puedo ir a la pizzería de la esquina a hacer tiempo y se van a reír todos, tanto traje para ir a la pizzería, además del olor a mozarella que me va a quedar en la ropa...
Stefanía: ¿No te puedes ir con un amigo?
Simón: Pero…mi amor, si necesito algo, ¿qué hago?, ¿mando a alguien que venga a
la casa a buscarlo?, ¿por qué no somos prácticos?....esta es mi…(se corrige) esta es nuestra casa, la que edifique con tanto cariño para tener un proyecto de vida con la mujer que amara, ¿qué más simbólico que salir de nuestro nido de amor al que vamos a volver para pasar el resto de nuestra vida juntos?
Stefanía: ¿Podemos al menos evitar vernos?, tu ocupas una parte y yo otra.
Simón: ¿Cómo si estuviéramos peleados?
Stefanía: ¿Por qué tienes que verlo así?, no, no como si estuviéramos peleados, sino como dos
personas que buscan sorprenderse…
Simón: Bueno, perdona, asi, de esa manera…
Stefanía: ¿Puedo usar yo el dormitorio?
Simón: Si mi amor, dejame sacar algunas cositas y haz lo que quieras…eh…¿nadie te va a
ayudar con tus cosas?
Stefanía: La modista viene a última hora porque tiene otro compromiso y tía Berta viene en un
rato más me dijo, ella no puede faltar, ella es quien me va a peinar y….no te cuento más, igual hay tiempo…
Simón: Pero no te confies, eso de que la novia llegue tarde a la iglesia me pareció siempre una
costumbre desagradable…
Stefanía: No, no es por eso, pero está todo previsto, probado, lo de cuatro o cinco horas fue una
exageración para convencerte nomás…¿ no almorzaste todavía?
Simón: Me hice un sándwich, porque no quiero cargar el estómago, estoy bien, ¿y tu
comiste?
Stefanía: Hice lo mismo que tu…bueno, voy a seguir con lo mío…(sale por el lateral)
Padre: (Entra desde el lateral que indica la entrada a la casa) Listo, ya está arreglado el tema
cena-fiesta…creo que va a estar muy bonito todo, muy buen gusto el disc-jockey, o ¿cómo es que le dicen ahora? ¿el DJ? (pronuncia las letras, no la forma habitual de decirlo “extranjerizadamente”)
Simón: No precisamente así, pero igual, te entendí, ya está…gracias papá por ocuparte…
Padre: Mas vale que controle, con lo que me cobraron estos desgraciados…
Simón: Uy, vamos a empezar con el muro de los lamentos…
Padre: No, no es cuestión de lamentos, pero es la verdad, te sacan un ojo de la cara, así que
mas vale cerciorarse de que las cosas tengan el nivel de lo que te cobran, y además…ya
sabes….
Simón: ¿Qué se?
Padre: Simón….no hace falta que te lo recuerde…
Simón: Ah…lo de la otra vez…¿me lo vas a echar en cara?
Padre: No, no te lo voy a echar en cara porque no fue culpa tuya, bueno, que se yo de quien fue
la culpa, pero la lana que perdí…
Simón: Culpa mía no fue, yo quería casarme, Araceli me dejó plantado en la boda estando yo
parado ya en la iglesia, ¿qué quieres que haga?
Padre: Si me hubieras hecho caso, yo te dije que esa chica no era para ti…
Simón: A ver, cuando tu te casaste con mamá, ¿todos estaban de acuerdo o alguno de la
familia se opuso?
Padre: ¿Qué tiene que ver eso ahora?
Simón: Contestame.
Padre: Pues…lo de siempre, mi suegra queriendo llenarle la cabeza a tu madre de que yo no
era un buen partido, ni que fuera un equipo de fútbol…
Simón: ¿Ya ves? ahí está, siempre que hay boda, hay quienes patean en contra,
...