Preludio a la Guerra: La pantalla grande y sus implicaciones
Enviado por FrauOphelia • 21 de Abril de 2013 • 2.034 Palabras (9 Páginas) • 458 Visitas
Preludio a la Guerra: La pantalla grande y sus implicaciones
Por Carla Espinoza Gutiérrez
La obra de Frank Capra se enmarca en una época bastante compleja desde el punto de vista social. El período entre guerras trajo consigo una serie de transformaciones que afectarían directamente la manera en la que concebimos los términos “masa” y “público”. Esto debido a que fue precisamente durante este lapso que prácticas como la manipulación de la prensa y el uso de propaganda directa alcanzaron su auge. No es coincidencia, ni carece de importancia que la distribución y producción de la realización estuviera a cargo del Comité de Actividades de Guerra. El mismo origen del documental nos da ya un indicio sobre su contenido y pretensiones en una sociedad donde, curiosamente, ya comenzaban a investigarse los posibles alcances de los medios masivos de comunicación.
Prelude to War es la primera entrega de Why We Fight, una serie de cintas de propaganda que le fueron encargadas a Capra por la Oficina de Informaciones de Guerra. Dicha institución, creada durante la Segunda Guerra Mundial, tenía como finalidad la difusión de mensajes patrióticos, advertencias en contra posibles enemigos extranjeros y, ocasionalmente, el reclutamiento de mujeres para labores relacionadas con la guerra. De esta manera, no es difícil comprender que el clima era bastante favorable para la generación de este tipo de material fílmico; el deterioro progresivo de la sociedad, producto del gasto militar y la pérdida humana dio origen a una necesidad de creer en algo, en una explicación y solución milagrosa a todos los problemas.
Así, esta percepción sobre la sociedad se encuentra implícita en la realización de la película. Tenemos, como condición sine qua non, el presupuesto de una masa –por ahora, en el sentido vulgar del término- pobre en lo que respecta a la autodeterminación y por ende, muy susceptible a la aplicación de un tipo de propaganda que raya en el acondicionamiento clásico. El material cinematográfico en cuestión aparece aquí como un artefacto de amplio alcance, con la capacidad de influir e incluso ejercer poder. En este sentido, esta primera entrega del documental bélico opera como un mecanismo de presión; exalta las bondades del mundo norteamericano y estigmatiza al extranjero, con lo que el observador no puede sino ser empático. No le queda más que apoyar la Guerra y validar todas las decisiones tomadas por un Estado que se muestra como benevolente.
Esto es bastante explícito al inicio del documental, donde se nos presenta un conflicto en base a dos mundos; el Libre, y el Esclavo. Inmediatamente, un carismático narrador nos asegura a nosotros, los oyentes –que fueron, originalmente, fuerzas militares y más tarde civiles- que somos parte de ese Primer Mundo. Éste, es la tierra de la Libertad, donde la igualdad y el respeto a la democracia son los grandes compromisos que gobiernan al pueblo. La forma en que el documental le asegura al espectador que es parte de aquel mundo de bondad es ya una clara muestra de los intentos por condicionar y finalmente manejar al público de Prelude to War.
Ubicar al espectador, desde un principio, en la seguridad del mundo Libre para luego detallar todas las catástrofes de una tierra de esclavitud, diametralmente opuesta a la propia es la fórmula indicada para pre-condicionar a la audiencia. Se genera un sentimiento de falso alivio en el oyente, pues cree darse cuenta de lo afortunado que es por vivir en un país pacífico cuando lo que realmente se suscita es una validación del conflicto bélico. Tal y como se expone en el filme, eran “ellos o nosotros”, frase que legitima automáticamente todas las atrocidades que siguieron
La masa y la multitud como objetos de estudio, según Serge Moscovici
Como ya hemos visto, Prelude to War plantea una división universal. Por un lado, tenemos el mundo Libre y sus bondades, por el otro, las catastróficas consecuencias de la pérdida de democracia, en el mundo Esclavo. ¿Y por qué Esclavo? Se aplica aquí una metáfora, bastante poco original pero igualmente efectiva. Está claro que nos encontramos ante la presencia de un pueblo fácilmente influenciable, tanto en el mundo de la Libertad como en el de la Esclavitud. Sin embargo, cabe hacer una diferenciación, para efectos de la creación de la figura del extranjero como peligrosa e indeseable.
Si bien el fin último del documental era claramente manipular al público y empujarlo en una dirección preestablecida, en ningún momento se da a entender esto como algo negativo. Muy por el contrario, se trata de uno de los muchos beneficios de vivir bajo un régimen democrático. Aquí, los ciudadanos son las ovejas y el Estado, el pastor amable que las guía. Sin embargo, el pueblo alemán, italiano y japonés no está compuesto de inocentes corderos. Serán seres desorientados, ingenuos e incluso flojos los que delegarán todos sus derechos en la figura del Fuhrer, del Duce y del Arahitogami (Emperador-Dios). En otras palabras, ellos mismos han elegido ser esclavizados, pues son ese “conjunto transitorio de individuos iguales, anónimos y semejantes ”. Son la masa de Moscovici.
Al ser incapaces de solucionar sus conflictos por la vía democrática, terminan por seguir ciegamente a un líder que resulta negativo. Esto, pues no concibe la resolución de dichos problemas sin primero destruir todas las garantías de un mundo Libre. Se entregan aquí antecedentes sobre la militarización de la enseñanza, la limitación de la cultura y prohibición del libre ejercicio de la Fe, afrentas que van a sensibilizar y a la vez escandalizar al público, haciéndolo desear nunca estar en esa situación y por ende dispuestos a aceptar cualquier medida que la impida.
Es precisamente este tipo de grupo humano el que Serge Moscovici consideraba ideal para la propagación de gobiernos de corte totalitario. Esto pues definirá esta sociedad de la anti-libertad como la masa que es a la vez heterogénea y homogénea, pues las diferencias entre uno y otro individuo se resolverán en la llegada de un Líder. Una figura carismática y con la suficiente potencia como para establecer un nuevo orden social. A esto hace referencia el famoso sicólogo nacido en Rumania cual habla del “poder de los líderes”. La aparición de un personaje
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