Preparacion Del Terreno Para La Siembra
Enviado por Isnelth • 22 de Marzo de 2014 • 1.204 Palabras (5 Páginas) • 516 Visitas
Preparar El Terreno
Limpieza y volteado.
Para comenzar a preparar el terreno, primero se tiene que limpiarlo
bien, quitando las piedras y la mala hierba. Una vez limpio tendremos
que airear la tierra.Para ello lo mejor es
clavar el ?palote? en el suelo y hacer palanqueta con el. Esta labor la
dejaremos a los más fuertes del grupo, y hay que tener mucho cuidado
con las posturas y las muñecas, al mínimo dolor de las mismas dejaremos
la actividad.
Para voltear la tierra lo mejor es comenzar por un lado e ir
retrocediendo, para no pisar la tierra volteada.
Desmenuzar y mezclar.
Cuando la tierra se haya secado lo suficiente, se tiene que desmenuzar
con la ayuda de la azada. No hay mas puedes aprovechar para añadier estiercól etc y remover bien la tierra.
El suelo también se cansa.
Lo mejor para evitarlo es la rotación de cultivos. Llamamos rotación a la
alternancia o a la sucesión de cultivos que se hacen en un mismo
terreno para evitar que este se agote. Con la rotación disminuiremos el
desarrollo de plagas, enfermedades y hierbas no deseadas. Con esta
técnica se aprovechan mejor los elementos nutritivos del suelo ya que
cada cultivo tiene distintas necesidades.
Hay una norma muy importante para la rotación de cultivos que es la
de no repetir la cosecha con plantas de la misma familia, por ejemplo el
tomate y la patata. Otra norma a seguir será la de no suceder plantas
de las que se aprovechen la misma parte, por ejemplo la zanahoria y el
rábano. Tendremos que alternar plantas muy exigentes con otras que lo
sean menos y sembrar por lo menos una leguminosa (guisantes,
fabas,?) por cada dos años para enriquecer el suelo con nitrógeno.
Un ejemplo de rotación puede ser: primero patata, después una
leguminosa, más tarde alguna especie de coles y por último lo que se
llaman cultivos mixtos como las cebollas, tomates, lechugas, rábanos,
calabacines, zanahorias, etc.
La solución, la asociación.
La asociación de cultivos, es decir, cultivar en una misma parcela y en
una misma época vegetales distintos, es muy beneficiosa porque se
aprovecha mejor el suelo, se evita la invasión de hierbas no deseadas, y
se reducen los problemas de enfermedades y plagas.
Algunas asociaciones interesantes pueden ser las siguientes: lechugas
con zanahorias, tomates con cebollas, zanahorias con puerros, maíz con
fabas. También hay asociaciones que son poco o nada favorables por
lo que es importante que se evite. Por ejemplo: maíz con patata, patata
con zanahoria y pepino, maíz con ajos y cebollas.
El calendario del huerto.
Es importante diseñar un calendario con el tiempo de cada cosecha,
como ejemplo el siguiente, teniendo en cuenta que cada lugar por su
clima y altura los tiempos son diferentes:
El semillero con materiales reutilizados.
Se puede preparar un semillero de interior con una caja de pescado o envases de yogur.
Lo primero se tiene que preparar el sustrato del semillero: mezclar tierra
del huerto, tierra rica en humus, compost, turba o arena de río; todo ello
mezclarlo y humedecerlo bien, posteriormente llenar los recipientes con
esta mezcla.
El siguiente paso será sembrar en el semillero. Esparciendo bien las
semillas sobre el sustrato, luego cubrirlas con una capa fina de tierra.
Poner etiquetas para recordar que se ha sembrado en cada zona.
Tendremos que regar suavemente con una regadera de chorro fino y
agua templada. En esta fase hay que observar y cuidar los semilleros
todos los días.
Semillero Exterior.
Se puede preparar un semillero exterior en la parcela del huerto que
tenga mejor tierra. Allí mismo se puede hacer un sencillo invernadero
con cañas y plástico, rellenándolo después de buena tierra.
Transplante desde el semillero.
Cuando las plantas del semillero tienen ya cierto tamaño hay que
transplantarlas o bien directamente al terreno o bien pasándolas
provisionalmente a macetas.
Para transplantar las plantas al terreno definitivo tendremos que regar
primero bien el semillero o recipientes que las contienen, hacer
pequeños hoyos en el huerto, introducir la planta sin torcer sus raíces ni
enterrar el cuello. Posteriormente habrá
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