Principios Contables

Hasta 1843 existió una variedad de monedas, entre las cuales también había medios pesos o monedas de cuatro reales.

Fue en ese año que se expidió la segunda Ley de Monedas, en la cual se dispuso acuñar monedas fraccionarias –un cuarto de real o cuartillo, conocidos como calés, de plata y cobre-, con las que se quería superar las dificultades que ocasionaban ene. Comercio interior los altos valores de las monedas de oro y plata.

En ocasiones, cuando seguramente no era posible el redondeo, se llegó a aceptar el pago con productos –pan o huevos- e incluso se inventaron sus propios signos elaborados en hojalata, plomo o cobre, esto cuando los tenderos no podían llevan las cuentas de sus clientes. Aquí también se podría mencionar las monedas de cuero y papel que circularon a principios del siglo XX en la isla San Cristóbal del archipiélago de Galápago, puestas en circulación en los dominios de Manuel J. Cobo, “emperador de Galápagos”.

Muchas décadas más adelante aparecerían monedas alternativas o sociales, en plena etapa neoliberal, tal como sucede en diversas regiones del planeta. Véase por ejemplo, los Ithaca-Hours en los Estados Unidos, los talenetos en Suiza; los LET en kCanadá y Gran Bretaña, los Bonos Salteños y los Patacones en Argentina, entre muchos otros proyectos de dineros alternativos. En el Ecuador vale resaltar la experiencia del Sistema de Intercambio y Transacciones Locales, patrocinado por la Fundación Pestalozzi, que cobró inusitado interés a raíz de la dolarización oficial.

En 1.846 se fabrico la mejor divisa de plata, el peso fuerte. Esta fue la respuesta

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