Principios De La Administración Científica
Enviado por Lina • 12 de Noviembre de 2012 • 965 Palabras (4 Páginas) • 489 Visitas
Taylor da inicio al primer capítulo planteando que “el objeto principal de la administración ha de ser asegurar la máxima prosperidad para el patrón, junto con la máxima prosperidad para cada uno de los empleados”. Para el autor, la máxima prosperidad (en términos del patrón) se entiende como el “desarrollo de todas las ramas del negocio hasta su estado más elevado de excelencia, de manera que la prosperidad pueda ser general y permanente”. En términos del empleado, el autor indica que el máximo desarrollo no solo significa el aumento en los salarios, sino también, la “formación de cada hombre hasta llegar al estado de su máxima eficiencia”. En este sentido, para la administración científica los intereses de los empleados y patronos son compartidos, es decir, no puede haber prosperidad en una de las instancias, sin que lo haya en la otra: “es posible darle al trabajador lo que más desea (unos salarios elevados) y al patrón lo que también más busca (un costo reducido de mano de obra) para sus fábricas”.
Reflexionando acerca de la máxima productividad, el autor destaca que en la manera clásica de administración, denominada por él como “iniciativa e incentivo”, el trabajador debe recibir un estímulo para dar su mejor iniciativa; pero este planteamiento no resuelve temas como el bajo rendimiento productivo, el cual para Taylor se debe en términos generales a la mentira entre los trabajadores, los defectuosos sistemas de administración (relación patrón – empleado) y los ineficientes métodos establecidos a ojo. Bajo este sistema clásico de administración, los trabajadores creen que al trabajar con la mayor rapidez posible, podrían dejar sin empleo a muchos de sus compañeros y por este motivo mienten acerca de sus capacidades. La distanciada relación entre trabajador y patrono, y el desconocimiento de éstos últimos en cuanto a las labores que los trabajadores deben desempeñar, hace que la mayor parte de las responsabilidades recaigan sobre el trabajador, y es éste quién en últimas termina estableciendo sus propios lineamientos de trabajo. Es así como para Taylor el problema va más allá de establecer un estímulo a través del cual el trabajador mejore su rendimiento; es observar, analizar el comportamiento de los trabajadores, definir las mejores prácticas para mejorar la productividad, seleccionar el personal idóneo para cada labor; pero esto solo es posible cuando la dirección realiza un acompañamiento a la labor del trabajador. Debe existir una división más equitativa de la responsabilidad entre la administración y el trabajador: “cada acto del trabajador debe ir precedido de uno o más actos preparatorios por parte de la administración que propicien la máxima productividad”.
A lo largo del texto, el autor hace hincapié en la necesidad de capacitar al trabajador en sus funciones, acompañado de un adiestramiento impartido por una persona que se encarga de hacer seguimiento al proceso de aprendizaje del trabajador, que existe cuando hay un acercamiento entre la directiva y los trabajadores; por este motivo para el autor “el mayor obstáculo
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