Problemas Y Retos Que Enfrenta Petroleos Mexicanos Ante La Falta De Una Industria Petroquimica Como Modelo De Desarrollo Economico Para Mexico
Enviado por luis071290 • 6 de Diciembre de 2011 • 6.389 Palabras (26 Páginas) • 1.506 Visitas
La industria del etanol en México
I. Introducción
A nivel mundial, aproximadamente 90% de la energía consumida proviene de fuentes no
renovables, por lo que estos recursos fósiles se están agotando aceleradamente y su tasa
de disminución es cada vez mayor. Por lo anterior, desde hace algunos años, distintas
naciones han incursionado en la búsqueda de fuentes alternas de energía.
No obstante ese esfuerzo de investigación, sólo se ha llegado a producir una cantidad
de energía renovable que sustituye, aproximadamente, 10% de la energía total consumida,
pero se estima que, a corto plazo, la producción de este tipo de energía tienda a aumentar.
En México, sólo 9.5% de la oferta total de energía es renovable, mientras que en Brasil
38.7% de su energía es de fuentes renovables (Ver cuadro 1). Además, habría que aclarar
que la poca energía renovable que se produce en México, a diferencia de Brasil, es fundamentalmente hidráulica, solar y eólica, y no se utilizan hasta el momento la producción
comercial de biocombustibles a partir de cultivos agrícolas o forestales.
La estructura del trabajo se divide en cuatro apartados. Primero, una breve introducción.
Segundo, se intenta cuantificar la oferta, los costos de producción, la demanda y el precio
del etanol. Tercero, se analiza la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos y su
programa principal, cruzando las metas con los datos obtenidos en el segundo apartado.
Cuarto, se platean las conclusiones del trabajo.83
e c o n o m í aunam vol. 6 núm. 16
II. El mercado del etanol en México
II.1 Oferta
La producción de energía primaria en México está altamente concentrada en los hidrocarburos. Del total de la energía producida, más de 90% está basada en los hidrocarburos,
dividida de la siguiente manera: petróleo crudo 72%; gas asociado 11.5%; gas no asociado 5.5%; condensados 1.7% (Ver cuadro 2).
México es un país exportador neto de energía primaria, fundamentalmente por el volumen
de exportaciones petroleras. No sucede lo mismo en energía secundaria, ya que tenemos
un saldo negativo por las altas importaciones de gas licuado, gas natural, coque de petró-
leo, coque de carbón, pero fundamentalmente por gasolinas y naftas.
En México, desde hace varios años, se produce etanol de caña de azúcar en los diferentes ingenios del país que cuentan con destilerías, sólo que su uso es para bebidas
embriagantes e industriales, no para uso combustible. Se produce, principalmente, de
melazas de caña de azúcar y con una tecnología tradicional y bastante conocida.
No obstante de contar con capacidad instalada para producir mayor cantidad, los ingenios del país no la utilizan, dado que la demanda es limitada y que el insumo es cíclico.
En promedio, la capacidad utilizada es de 44% respecto a la capacidad instalada; además
es relativamente fácil hacer adecuaciones para ampliar esa capacidad.
Aproximadamente, la mitad de los ingenios del país cuentan con destilerías, unas más,
otras menos modernas, pero pueden producir etanol (96° GL). Por ejemplo, la oferta total
en el ciclo agrícola 2002-2003 fue de 39.2 millones de litros, producidos por los ingenios
descritos en el cuadro 3.
Existen otros ingenios adicionales a los indicados en al cuadro anterior que pueden producir etanol. Sumando todos los ingenios, la capacidad instalada aumenta de 89.2 a 167.4
millones de litros por ciclo agrícola.
Ahora bien, hay que decir que no todo el etanol que se produce en México es anhidro. Se estima que la capacidad instalada para etanol combustible sería de 33 millones
de litros por año, producidos fundamentalmente en los ingenios La Gloria y San Nicolás,
ambos ubicados en el estado de Veracruz.
1
Otro detalle muy importante a resaltar es que, según los registros estadísticos, la
producción de etanol ha venido disminuyendo en México. En 1988 se llegó a producir 70
millones de litros, y ya para el 2004 sólo se producían 35 millones de litros, aproximadamente.
Otra forma de medir la oferta de etanol en México es evaluar la cantidad de oxigenantes que se pretenden sustituir, y del volumen y porcentaje de gasolinas que se determine
combinar, ya que el etanol bien puede servir para oxigenar las gasolinas o para sustituir
dicho combustible en diferentes porcentajes.
De acuerdo con la NOM-086-Semarnat-Sener-SCFI-2005, “especificaciones de los
combustibles fósiles para protección ambiental”, las gasolinas que se consuman en el
país deben contener 2.7% de oxígeno en peso, para lo que actualmente Pemex utiliza MTBE
(Metil Terbutil Éter) y Tame (Teramil Metil Éter).
La anterior especificación, la debe contener toda la gasolina Magna (octanaje mínimo
De 87) que se consuma en las tres principales zonas metropolitanas del país (Valle de México, Guadalajara y Monterrey), además de toda la gasolina Premium (octanaje mínimo
de 92) que se consuma en el territorio mexicano.
La norma 086, también obliga a un contenido máximo de azufre en las gasolinas y el
diesel. Para el caso de la gasolina Premium que se consume en todo el país, es de 30
partes por millón en peso (ppm) promedio, con un máximo de 80 ppm, exigencia que se
cumple con la producción de gasolina Ultra Baja en Azufre (UBA).
En el caso de la Magna, la norma señala que desde octubre de 2008, la gasolina consumida en las tres principales zonas metropolitanas del país, debe también cumplir con los
mismos parámetros de contenido de azufre que la gasolina Premium (30 ppm promedio/
máximo 80), situación que se cumple, en al menos, una de las tres zonas metropolitanas.
Respecto al resto del país, la norma indica que se debe de consumir gasolina magna
(UBA), desde enero de 2009, hecho que se ha pospuesto dado el retraso en las licitaciones de las plantas de postratamiento y modernización de Pemex. Esta situación, por
supuesto, hace que la gasolina magna que se continúa consumiendo en el resto del país,
contenga 350 ppm en lugar de 30 que marca la norma 086, con sus respectivas consecuencias en la emisión de oxido de nitrógeno y otras partículas contaminantes que dañan
la salud y el ambiente.
La cantidad aproximada que se requiere de MTBE y TAME en México es de 23 mil barriles
diarios (2005), pero la producción sólo llegó a 10 mil
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