Proyecto Sobre El Oficio De Un Peluquero

(Es condominio una continuidad después del servicio)

El peluquero no debe tratar a todas las clientas igual un puede despreocuparse de aquellas, que por su temperamento le cae mal; con un esfuerzo debe moldearse una personalidad profesional, dúctil y aceptable, que le ayude a contrarrestar el modo de ser de la clienta impertinente o agresiva.

Por último, cuando la clientela responde a nuestras sugerencias con un aplazamiento un “deme tiempo para pensarlo”, no debemos dejarnos vencer, pues esta pues está demostrado que solo una mínima parte de astas decisiones es fruto de una cuidada reflexión, la mayoría de las veces son debidas a un impulso emocional.

PERSONALIDAD DEL PELUQUERO

El peluquero debe crearse una personalidad profesional que esté de acuerdo con los objetivos que se ha propuesto conseguir.

Ante todo, es preciso como base una buena preparación técnica, estética y creativa, que sepa sacar partido de lo bueno y disimular lo negativo.

Debe poseer una gran sensibilidad y tacto para tratar con la gente.

Ha de mostrarse seguro de sí mismo, dinámico, moderno, que está al tanto de toda evolución. Si vendo moda, tiene que estar al día y llevar una vida al ritmo actual.

En su forma de vestir, de hablar, denotara que está al corriente de las últimas novedades, que viaja que se relaciona con mucha gente.

(Su propia imagen es como un escaparate que le ayuda a vender)

En ningún momento debe mostrarse nervioso, de mal humor o fastidiado, aunque tenga motivos para ello.

Al hablar con la clienta, conviene dar la sensación de estar pendientes de ella de su problema. De sus dudas, de lo que la inquieta, de la forma más satisfactoria de solucionarlo.

No hay nada que moleste más resulte negativo que el hecho de hablar con una persona que en lugar de estar atenta a lo que se le dice, se muestre distraída o preocupada por cualquier otro detalle, ajeno a lo que se trata.

Buen gusto refinamiento, cultura, sentido de la estética son otras de las cualidades que un buen profesional precisa a la hora de aconsejar a las clientas sobre el estilo que le ayudara a realizar sus encantos, aumentando su elegancia, atractivo y personalidad.

(El profesional debe hacer notar su prestigio y capacidad en cada momento)

No basta con ser buenos profesionales, hay que pregonarlo. Eso sí, son una gran sutileza; conviene ir explicando con un cierto disimulo la calidad de nuestro trabajo y las innovaciones que vayamos descubriendo aunque nunca se ha de mostrar pasado al insistir en las excelencias de su trabajo, porque puede llegar a hacerse insoportable a la clienta.

Una vez realizado el servicio, hemos de mostrar nuestro entusiasmo por los resultados, antes incluso que la clienta pueda hablar, con un tono de voz alto y seguro que denote un convencimiento total.

En ningún caso se debe hacer la típica pregunta: ¿Qué, le gusta?, porque esto podría interpretarse como una duda por pate nuestra, como si no estuviéramos plenamente convencidos de los resultados.

Si por el contrario manifestamos nuestro entusiasmo de entrada, ayudaremos a borrar cualquier indecisión que pudiera tener la clienta.

(NOTA)

El peluquero debe saber estar siempre en su sitio. No debe mostrar timidez ante nadie, por importante que sea la persona que acude al Salón. Ha de tener presente que en la peluquería. Él es el experto especialista y los demás acuden allí en busca de sus consejos y buen hacer.

DESARROLLO

QUE ES LA PELUQUERIA

No pretendemos exponer aquí una escueta definición de lo que es una peluquería sino recalcar la profunda evolución sufrida por estos centros de moda que han pasado de las sencillas peinadoras a domicilio, a locales donde las señoras se iban a lavar marcas y cortar, hasta los centros de estéticas actuales donde la misión de una peluquero no es simplemente peinar sino son seguir el atractivo que la mujer precisa para siempre segura de sí misma.

El objetivo del peluquero es vender ilusión, belleza, que la clienta salga convencida del establecimiento con lo cual logra por un lado una clienta fiel y por otro, la posibilidad de aumentar el número de clientela a través de las balanzas y cometarios que esta señora haga a sus amigas.

Esta sería la parte artística y técnica, pero a menudo olvidamos que la peluquería es una pequeña o mediana empresa y que como tal debe cuidarse también la parte administrativa si queremos que

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