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Prueba Final de Comprensión Lectora


Enviado por   •  20 de Junio de 2014  •  1.028 Palabras (5 Páginas)  •  713 Visitas

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Prueba Final de Comprensión Lectora

Lenguaje y Comunicación

SEGUNDO AÑO BÁSICO

2013

Mi nombre

Mi curso

Nombre de mi escuela

Fecha

Texto 1

Lee atentamente el texto y responde las preguntas.

¡Ñam!

¡Qué rico es comer sano!

Recuerda:

Prefiere las colaciones saludables

para crecer sano y fuerte.

1

1. Según el texto, ¿cuáles son las comidas sanas?

A. Pasteles.

B. Dulces y bebidas.

C. Fruta, apio y yogur.

2. Según el texto, ¿cómo se sienten los niños?

A. Contentos.

B. Aburridos.

C. Tristes.

3. ¿Cuál es el propósito de este afiche?

A. Contar la historia de tres niños.

B. Informar el precio de los alimentos.

C. Convencer de que es bueno comer sano.

4. Lee y completa el texto. Elige las palabras que faltan:

Me gusta

como

fruta y

A. los - un - la.

B. las - un - los.

C. la - unas - el.

comida sana. Siempre me

ramitas de apio. Me encanta la

yogur con nueces.

2

5. Según el afiche, ¿por qué hay que comer alimentos saludables?

A. Para crecer sanos y fuertes.

B. Para recordar mejor.

C. Para tener amigos.

6. Lee:

¡Ñam!

¡Qué rico es comer sano!

¿Para qué se usan los signos en el texto?

A. Para interrogar a los niños.

B. Para exclamar una buena idea.

C. Para finalizar una conversación.

3

Texto 2

Lee atentamente el texto y responde las preguntas.

MOMOTARO

Hace mucho tiempo, en un pueblecito de la montaña, un anciano y una

anciana vivían en una pequeña cabaña.

Un día de sol y cielo azul, el anciano fue en busca de leña y la anciana bajó

a lavar al arroyo... ¿Y qué es lo que vieron? Flotando sobre el agua un gran

melocotón, que se conoce también como durazno. La mujer exclamó:

–¡Anciano, toma ese melocotón y ábrelo!

¡Qué sorpresa! Dentro había un hermoso niño. Lo llamaron Momotaro y se

lo llevaron a su casa. Decidieron criarlo sano y fuerte.

Momotaro siempre estaba corriendo, saltando y divirtiéndose, y cada vez

crecía más y se hacía más grande que los otros niños del pueblo.

De pronto en el pueblo todos comenzaron a lamentarse:

–¡Nos han robado nuestras riquezas! ¿Quién nos salvará de los terribles

monstruos?

–Yo seré quien los venza –dijo un día Momotaro–. Yo iré a la isla de los

monstruos y los venceré.

–¡Denle una armadura! –dijeron todos–. Y que se marche.

Momotaro se fue a la isla de los monstruos llevando comida para mantener

su fuerza.

Por el camino se encontró con un perro que le dijo:

–¡Guau, guau, guau! ¿Me dejas ir contigo? Si me das comida, yo te ayudaré

a vencer a los monstruos.

Más allá escuchó:

–¡Ki, ki, kia, kia! –dijo un mono–. ¡Momotaro, dame comida y déjame ir

contigo! ¡Les daremos su merecido!

4

Luego otro sonido:

–¡Kian, kian! -dijo un faisán–. ¡Dame comida e iré con ustedes a la isla de

los monstruos para vencerlos!

Momotaro, el perro, el mono y el faisán, se subieron a un barco para ir al

encuentro de los monstruos y derrotarlos. Pero la isla estaba muy lejos y el

mar muy agitado.

El capitán de la nave era el valiente Momotaro. Desde lo alto del cielo el

faisán espió la isla y gritó:

–¡El guardián se ha dormido! ¡Adelante!

Y Momotaro gritó:

–¡Eh, ustedes, monstruos, aquí estamos! ¡Salgan, aquí estamos para vencerlos!

El faisán con su pico, el perro con los dientes, el mono con las uñas y

Momotaro con sus brazos, lucharon con mucha energía.

Los monstruos, al verse perdidos, se lamentaban y decían:

–¡Nos rendimos! ¡Nos rendimos! Sabemos que hemos sido muy malos,

nunca más volveremos a serlo. Les devolveremos el tesoro y todas las riquezas.

Momotaro y sus amigos cargaron los tesoros y todo lo que había en poder

de los monstruos. El perro, el mono y el faisán ayudaron a Momotaro a volver

al pueblo.

Momotaro, sentado encima del tesoro, entró al pueblo donde todos lo

aclamaron por

...

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