Puentes virtuales y tradicionales como espacios que nos sumerjan en la literatura.
Enviado por AnaBella17 • 20 de Octubre de 2016 • Trabajo • 1.428 Palabras (6 Páginas) • 248 Visitas
Universidad Nacional del Litoral Facultad de Humanidades y Cs. |
“Licenciatura de Educación en Primeras Infancias” |
Taller de Narrativas y cognición Prof: Baldengo Angelina ; Perin Natalia |
Alumna: Róppulo Anabela |
Año: 2016 |
Puentes virtuales y tradicionales como espacios que nos sumerjan en la literatura.
La creación de un espacio físico como instancia inmejorable, si carece de sentidos literarios no sería tan perfecto, un rincón o repisa con cuentos puede ser un espacio de juego sin la selección correcta y la ausencia de una voz cargada de palabras que dan múltiples sentidos imaginarios. Principalmente me planteo, la creación o construcción de espacios impulsados por la fantasía, un espacio ficticio. En donde no esté el libro como objeto, como un juguete más simplemente, por el contrario, un espacio en donde el relato sea una experiencia creativa desde la palabra, desde el juego de la imaginación, donde se posibilita el encuentro con otros mundos.
La literatura abre las puertas de otros espacios, de otros tiempos, a otros modos de pertenecer y vivir el propio mundo, propias historias.
Hacer presente la literatura en la sala, en el patio, la galería, pero ante todo en la voz del docente. Que sus manos se encarguen de abrir las dos aguas de fantasía a donde nos transportan los libros al abrir sus tapas y recorrer sus páginas. Esos camino, se dan a conocer a través de un relato prestado tomado por docente, prestado porque no le pertenece, pero que en ese instante lo hace propio.
No hay mejor defensa de la literatura, que hacerla presente todos los días en la sala. Y el estar ahí presente, la hará libre, para que lxs niñxs se apropien de ella, la trasladan a sus hogares, a sus propios espacios. Sabemos que los diferentes lenguajes artísticos, les son negado a ciertos sectores, con los cuales hoy estoy trabajando, y es ahí donde nuestra función cobra sentidos, en donde el conformismo debe quedar de lado, para ponerse el traje de luchador, agarrar las lanzas de la valentía, para hacer presente lo prohibido, lo negado.
La idea está en crear propuestas de lectura que se conviertan en experiencias trasladables a distintos espacios de la vida social. Nuestra primera batalla es con lxs niñxs, pero la guerra está en dinamitar la literatura en las familias, en la comunidad (Montes 2001: p45) Romper con la selectividad, posibilitando a todos los actores que estén a nuestro alcance, para poner a rodar la lectura, la fantasía, construir puentes de ida a nuevos mundos superadores de la realidad. “La lectura es una práctica cultural que se comparte, y en este sentido puede proponerse su transversalidad: atraviesa a la escuela y la excede, es un potente argumento para el encuentro entre la escuela y la comunidad”. (Bombini; 2004). Generar espacios formadores de niñxs creadores, de nuevas y propias historias, promover prácticas que decanten en lectores rebeldes, es decir, espacios de lectura que generen malos hábitos, que rompan con lo establecido y los sumerjan en lo prohibido de la literatura.
Simplemente porque debemos cumplir con nuestra función de formadores, con nuestra responsabilidad de posibilitar en lxs niñxs, lo que por derecho le corresponde. Intentar acortar brechas, igualar oportunidades, no de forma caritativa, tratando de suplementar o cubrir lo que ellos no tuenen, por el contario, concebir a lxs niñxs como co-constructores, sembrar en ellos la semilla de la duda. Lograr que se conviertan en personas curiosas, capaces de enfrentar desafíos, vivenciado la literatura, convirtiéndose en lectores, o tomando las palabras de Montes (2007) “construir lectores”.
El espacio literario, donde se ponga en juego la palabra, palabras que deben hacernos volar, palabras estáticas que nos movilicen. Palabras huecas que necesitan imaginación de relleno, no nos podemos quedar solo con eso que conocemos, ¿por qué no imaginar otros mundos posibles, imposibles e irreales? Vivamos la literatura para dar vida a esos mundos, alimentarlos de palabras locas, palabras incómodas, palabras preguntonas- Seamos eso que no quisieron que fuéramos, para tener alumnos libres, llenos de esa raras y peligrosas palabras,” la fantasía es peligrosa porque está fuera de control, nunca se sabe bien a donde lleva.” (Montes; 2001 p. 16). Literatura SI, literatura por derecho, por necesidad, por puro placer. En donde éste presente la palabra, la fantasía, no como un privilegio, sino como un derecho.
Palabras con aromas, palabras con sabores, que nos conectan con ricos momentos compartidos (odas). Palabras nocturnas, donde campanas y estrellas nos hacen soñar, pedazo de sol que acuno en mis brazos y le canto dulces palabras, caricias de algodón (Nanas). Palabras crudas y reales con recuerdos húmedo (cuentos "El mejor truco del abuelo" de L. Dwight Holden; "El pato y la muerte" de Wolf Erlbruch).
Palabras que nos trasladan a otras vidas posibles e imposibles (“Los sueño del sapo” de Javier Villafañe, “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll, “La historia interminable” de Michael Ende). Palabras con sonido que animan las historias (cuentos sonoros; relatos hechos por los propios autores). Palabras invisibles que expresan multiplicidad de sentidos en imágenes (libro álbum). Palabras que despierten propias palabras, esa que duermen en el interior.
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