¿QUÉ IMPORTANCIA DA AICHHORN A LOS MÉTODOS EDUCATIVOS DE LA “CIENCIA DE LA EDUCACIÓN” Y CUÁL A LA PSICOANÁLISIS?

1. ¿QUÉ IMPORTANCIA DA AICHHORN A LOS MÉTODOS EDUCATIVOS DE LA “CIENCIA DE LA EDUCACIÓN” Y CUÁL A LA PSICOANÁLISIS?

Debemos recordar que se trata de una época caracterizada por el descubrimiento y admiración de técnicas y métodos psicológicos. Aquí interviene Aichhorn, que es de los primeros en adoptar el psicoanálisis en la educación de jóvenes.

Él realiza una propuesta socioeducativa-psicoanalista, en la que busca a través de lo que él denomina “reeducación”, la reincorporación del niño a su normalidad, abandonando sus comportamientos delictivos.

Aichhorn se basaba en Freud, cuando dice que el individuo nace con una conducta asocial, en la cual actúa bajo el dominio de su subconsciente. Y a medida que crecemos comenzamos a tomar consciencia de nuestras sensaciones y más delante de las acciones.

Por tanto, para Aichhorn la educación tiene el objetivo de establecer y desarrollar el dominio de la conciencia sobre el subconsciente, a través de la represión de impulsos. Para entender mejor debemos explicar que Aichhorn se basa en la teoría psicoanalítica, la que se encarga del comportamiento y tratamiento de los neuróticos, él realiza una distinción entre estos y los delincuentes, quienes pasarían a ser los educandos.

Los neuróticos, son personas que presentan una patología, la cuál debe ser curada por un especialista. Sin embargo cuando hace referencia a los delincuentes el habla de una reeducación, haciendo referencia a que hubo una educación previa. A partir de ahí observamos como Aichhorn toma la educación como un proceso con inicio y final, y no como acto que se continúa desde diferentes enfoques.

El prefijo “re” nos muestra que hubo una etapa anterior pero que fue fracasada, esto nos vuelve a mostrar que para él la educación vuelve al niño un ser social, y que existe la necesidad de volver a educar porque ese objetivo no se cumplió.

Esta idea que el nos muestra se confronta con las existentes en su época, de que el delincuente debe ser apresado y no tenía oportunidad de reinserción como un nuevo ser.

Esta creencia en la reeducación parte de la concepción de que el delincuente es aquel ser disocial, según Freud, es aquel en el que se da un cruce de fuerzas psíquicas, una se relaciona con los deseos de saciar sus impulsos libidinosos, y la otra sería la represión de esos impulsos impuesta socialmente.

Y la conducta del individuo es determinada por la confrontación de estas  fuerzas, así como también el que la misma sea reconocida conscientemente o no.

“Otra reacción posible es que una fuerza inhibidora, resulte de la educación del

niño, rechace inmediatamente el deseo, al inconsciente o incluso le impida,

para siempre, el llegar a hacerse consiente. Generalmente, podemos decir que

siempre que un deseo entra en conflicto con un principio moral, religioso o

social, este último ejerce presión para que este deseo permanezca

inconsciente o bien para rechazarlo al inconsciente después de haber llegado a

ser consiente. En el mecanismo de la represión de la represión, toman parte

dos fuerzas: el inconsciente, que aspira a la satisfacción, y el consciente, que

intenta impedirla. En otras palabras: una fuerza reprimida y otra represora” (A. Aichhorn. “Juventud descarriada”; p. 62)

Cuando el sujeto pasa por este proceso, busca inconscientemente una

manifestación de sus deseos, esto es lo que provoca la desviación, la actitud

delincuente.  

Por tanto, Aichhorn da especial importancia al psicoanálisis porque éste capacita al educador para reconocer las manifestaciones disociales y verlas como el resultado de fuerzas psíquicas, para descubrir los motivos inconscientes de tal comportamiento y para encontrar los medios de devolver la conformidad social al disocial.

1. ¿QUÉ DIFERENCIAS HAY ENTRE LA INSTITUCIÓN DE REEDUCACIÓN QUE PROPONE AICHHORN Y LA QUE ÉL CRITÍCA? ¿CUÁL ES EL ROL DEL EDUCADOR EN CADA UNA?

Como hemos dicho anteriormente Aichhorn define al niño como un ser asocial que debe ser conducido hacia un fin común a todos los niños para así convertirse en un ser social. Para ello la tarea y el plan de trabajo debe adaptarse según la individualidad del niño, por ello debemos evitar instituciones que lleven a cabo prácticas homogenizadas que simplifiquen la tarea de los profesionales y que no permitan el desorden vital que requiere el proceso educativo.

Para que esto no se lleve a cabo, los educadores deben interrogar y reflexionar constantemente el proceso que está siguiendo el niño.

Además Aichhorn da especial importancia educativa al respeto por las pertenencias de los niños y los espacios de privacidad:

“¿Qué significaba para nosotros el tener un cajón, un armario, una caja o un sitio que nos pertenecía exclusivamente, y donde podíamos esconder nuestros secretos a nuestros padres, hermanos y hermanas, que podíamos ordenar, si queríamos, o dejar desarreglado, según nuestro deseo?” Aichhorn ( p.134.).

Cada niño debe tener un lugar reservado para su intimidad, no se trata de que vivan aislados de la vida real, en un mundo de fantasía sino todo lo contrario deben corregir su mundo de acuerdo a la realidad.

Por tanto, según Aichhorn un buen educador debe en primer lugar descubrir la causa de la conducta disocial, comprendiendo la situación psíquica que la produce. Se debe prestar atención a las reacciones emocionales y sobre todo a los lazos emotivos de la infancia.

Además el reeducador debe conocer porque el niño no se ha ajustado correctamente a la sociedad, en muchos caso como nos muestra Aichhorn se ve como la familia no ha sabido guiarlo correctamente, debido a una ausencia de límites, a una ausencia de castigos, ausencia de cariño, o demasiado cariño o formas inadecuadas de actuar en la familia. Por tanto, es indiscutible que hay que marcar el rol que cada persona tiene en la familia, para que los hijos que se formen en el seno de ésta no tengan problemas para encontrar su camino, pero debemos reconocer que es algo complicado, porque siempre es difícil marcar los límites y saber actuar en todo momento como se debe.

Por último, Aichhorn da mucha importancia al papel de la afectividad entre el niño y reeducador para que sea posible la transmisión.

Para ello el reeducador debe tener presente la multitud de respuestas que tienen los niños con determinadas características para distintas situaciones. Por lo que el reeducador debe actuar con naturalidad en todo momento, ofreciendo confianza, cariño y tranquilidad al niño, pero siempre estableciendo los debidos límites.

1. ¿QUÉ PIENSA MANNONI DE LA DISCAPACIDAD Y DE SU INTEGRACIÓN/SEGREGACIÓN EN LAS DIFERENTES INSTITUCIONES?

Mannoni nos muestra que el nacimiento de un niño con discapacidad constituye una situación de crisis para la familia. Además piensa que el médico debe llegar al diagnóstico con bases muy sólidas antes de comunicarlo a los padres, ya que si este es erróneo hará mucho daño especialmente al niño, quién se verá marcado por actitudes especiales de sus padres hacia él.

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