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¿QUE SIGNIFICA NO PODER?


Enviado por   •  12 de Octubre de 2013  •  2.284 Palabras (10 Páginas)  •  273 Visitas

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¿QUÉ SIGNIFICA NO PODER?

No poder es estar atorado

• Fijar metas y hacer planes para dar el primer paso el día siguiente o la semana próxima o el año que viene o cuando el resto de su vida está en perfecto orden.

• Hacer promesas, dejar de beber, no fumar, pasar más tiempo con la familia, bajar La deuda de la tarjeta de crédito, hacer ejercicio regularmente, o ser más positivo. Para luego romperlas y sentirse culpable.

• No hacer nada para prevenir consecuencias extremas a su salud, a pesar de repetidas advertencias de su doctor, su jefe, familia y sus amigos.

• Esperar una catástrofe, una señal, una oferta que no se puede rehusar, o peor aún, hasta que no pueda seguir adelante si no hace lo que todo el tiempo supo que tenía que hacer y que podía hacer.

ESTAR ATORADO NO ES CÓMODO NI RESULTA

SATISFACTORIO

Cuando se está en esta situación no se siente uno contento; no se piensa con claridad; se duda de las propias habilidades y no se está a gusto consigo mismo.

Pero, especialmente, no se puede ir hacia las metas ni salir de situaciones incómodas y poco sanas. Este libro trata de cómo saber querer para poder… desatorarse.

Lo llevará a conocer sus obstáculos psicológicos, sus barreras emocionales, y las consideraciones prácticas que coartan sus esfuerzos para cambiar.

Ofrece una guía, ideas, herramientas que puedes usar para atravesar aquello que bloquea el camino. Para cuando llegue a la última página, estará ya en camino hacia una vida más satisfactoria y llena de recompensas.

De cualquier modo, antes de empezar, necesita entender exactamente qué significa estar atorado. Es posible que quiera negar lo que siente, ignorar los signos y síntomas, y se resista a examinar el término y la manera en que lo afecta. Pero debe hacerlo, ya que será el primer paso para desatorarse.

El destino último de esta odisea es llegar a una vida que desee verdaderamente y que merezca. Uno no puede planear un viaje así, o iniciarlo sino hasta que encuentra la línea de salida. Estar atorado es la línea de salida, y se dará cuenta de que no es la única persona que está en ella.

TODOS SE QUEDAN ATORADOS

Todos. No hay excepciones. Piense en ello. Piense en toda la gente cuya vida parece estar tan llena de encantos -gente que tiene y hace todo lo que usted desea para sí-. ¿En verdad cree que ellos nunca tuvieron un momento de duda o inseguridad?

¿Piensa que nunca se enfrentaron a un obstáculo o barrera, que creyeron infranqueable, impidiéndoles el paso hacia el éxito? Claro que no. Aunque lo intente, nunca encontrará a alguien cuya vida sea exactamente como la quería, desde el nacimiento hasta la muerte.

Sin importar lo rico, poderoso, inteligente, hermoso, famoso, exitoso o admirado que sea uno, se puede tomar un camino equivocado, perder el rumbo, salir de la senda y caer en arenas movedizas hasta las rodillas, hundiéndose rápidamente. Todos nos quedamos atorados, incluso la gente que “debería” saber evitarlo. Hasta un profesor universitario que da conferencias, coordina talleres de liderazgo y escribe libros sobre como desatorarse.

TODOS PUEDEN DESATORARSE

Cualquier elección que tenga que hacer, desde dejar de fumar o de cortarse el cabello, hasta aceptar una proposición amorosa o una oferta de trabajo, puede confundirlo, asustarlo o dejarlo atorado. Uno de los lugares más obvios y dolorosos en que se puede quedar uno atorado es cuando se ha metido en situaciones frustrantes y autodestructivas.

Todas son demasiado familiares y dolorosas:

• Malos matrimonios.

• Trabajos sin futuro.

• Sentirse solo y aislado en una nueva ciudad.

• Experimentar una enfermedad física o una severa depresión.

• Ser incapaz de escapar de abusos físicos, emocionales o sexuales.

Se requieren cambios, pero no parece que uno pueda hacer que éstos se produzcan. Cada vez que quiera dejar de comerse las uñas o después de haber aguantado durante una década de abusos de su esposo o padre, su habilidad para hacer algo respecto a su situación parece desaparecer.

Nada es capaz de moverlo, ni el deseo de mejorar, ni las ansiadas metas y aspiraciones, ni amenazas, sobornos o súplicas apasionadas. Ni siquiera el dolor que se siente

Estar atorado es como un auto en el lodo con las llantas derrapando, estar atorado es…

• Ver pocas alternativas o ninguna para la situación actual.

• Sentir miedo al fracaso, decepción, rechazo, pérdida, o cambio y abstenerse ante el riesgo.

• La fatiga, la depresión y el descenso de productividad, primero solo en relación al aspecto que parece que no puede cambiar pero después en muchas áreas de su vida.

• Quejarse más de lo que acostumbra; sólo ver el lado oscuro de las cosas y no perder oportunidades de decir lo mal que va todo; creer que todas las opciones disponibles están condenadas a fallar y rechazarlas a priori.

• Aferrarse tontamente, irse a los extremos, seguir la primera alternativa que se presenta sin considerarla cuidadosamente y sin un planteamiento.

• Empezar proyectos, dietas, programas de ejercicio o cualquier otro esfuerzo para el mejoramiento personal y dejar de hacerlo poco después de haberlo comenzado, estando a la mitad o sólo a un paso de alcanzar la meta.

ESTAR ATORADO ES ENCONTRARSE DE NUEVO

EN EL PRINCIPIO

(y preguntarse si se tiene la fuerza para volver a empezar)

Puede quedarse atorado donde empezó, preguntándose si tiene la fuerza para volver a intentarlo.

O puede posponerlo, dejando que algo que quiere se vaya yendo cada vez más lejos de su alcance. O puede que esté meditando giros nuevos e inesperados de eventos que no sabe como manejar.

Estar atorado es…

• Sentirse inerme, sin esperanza, sin valía, frustrado, furioso, atrapado o fuera de control.

• Guardar resentimientos a la gente que posee lo que usted quiere (pero que no ha conseguido) y rechazar a cualquiera que se dé cuenta o que accidentalmente roce alguno de sus puntos débiles.

• Convertirse en un ogro gritón cuando alguien tiene la audacia de sugerir un cambio, o culpar a otro por su circunstancia actual o a un tercero que por casualidad estaba cerca cuando se le ocurrió estallar.

• Convertirse en un autocrítico despiadado, y odiarse y renegar de sí mismo por cualquier error o falla e incluso convencerse de que no tiene nada de lo que quiere porque no se lo merece.

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