QUERIDO DIEGO, TE ABRAZA QUIELA”
Enviado por profrasandy • 6 de Octubre de 2016 • Ensayo • 444 Palabras (2 Páginas) • 123 Visitas
Saucedo Huerta Saned Primavera, LATL I, Grupo 504, Profra. Lucia H.
“QUERIDO DIEGO, TE ABRAZA QUIELA”
De ELENA PONIATOWSKA
El libro es narrado por Quiela mediante cartas dirigidas a Diego iniciadas el 19 de octubre de 1921, ella hace descripciones de cómo se veía al pintar y el entorno de Diego al momento que lo hacía. Ella le comenta a Diego que en esos momentos se estaba dedicando a realizar las ilustraciones para el Floreal, comentándole que en cuanto saliera la revista le mandaría una copia. Ella ve con frecuencia a sus amigos, los cuales preguntan por él, en especial Élie Faure que decía que París estaba vacío sin él.
Llega el invierno y ella sigue sin recibir cartas de él. El clima se lo recuerda, a alguien que los dos quisieran olvidar. Cuando estaba alimentando su estufa recuerda a su hijo, como se lo llevaron los Zeting a su departamento para preservarlo, ella no quiso separarse de Diego, pues temía que dejara de alimentarse, sin ella no se tomaría el tiempo para comer. Diario visitaba a su hijo, ella se sentía más como la visita que como la madre, pero eso no le generaba tristeza. Los Zeting en una de sus visitas le comentaron que apenas se recuperara se lo llevarían a Biarritz, le conmovía mucho como María estaba al cuidado del niño. Después de un tiempo el médico declaro que Dieguito estaba fuera de peligro, ya se le había pasado la pulmonía. Al recordar como Diego le ayudo a acomodar al niño en la cama cuando llego a su casa la hacía amarlo más que le dolía el pecho.
El 15 de noviembre del mismo año ella extrañaba y deseaba a Diego más de lo normal, recordando también que desde que se había ido no había descolgado su blusón del clavo que estaba en la entrada, no le había quitado el polvo por miedo a que la silueta no volviera a su forma. Todos le preguntaban por Diego, ella sentía vergüenza puesto que no sabía nada de él.
En París, en 1917 hubo una epidemia de meningitis, la cual tomo por victima a su hijo Dieguito, su cráneo e inflo como globo que parecía estar a punto de estallar y Diego no podía ni mirarlo, el niño lloraba sin descanso. Dejo de pintar. Dieguito falleció. Él estaba ausente ni una sola vez le dirigió la mirada. Ella siempre quiso tener otro hijo, pero él no lo permitió.
Ella visita el Louvre, recordando también como era visitarlo con Diego, saliendo de ahí fue a la Galería de Vollard a ver los Cézanne, ahí permaneció por casi tres horas, lloro por estar sola, lloro por él y por ella.
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