QUIEN SE HA LLEVADO MI QUESO
Enviado por EGLEE83 • 23 de Octubre de 2013 • 3.009 Palabras (13 Páginas) • 312 Visitas
SAN FELIPE NOVIEMBRE/2012
¿QUIEN SE HA LLEVADO MI QUESO?
Este cuento se trata de algo que asemeja a nuestra vida diaria, refleja nuestra capacidad de buscar nuestro propio queso y de ir buscando cada día queso nuevo, y así; no quedarnos apegados al queso viejo, pues a veces nos acostumbramos y nos sentimos tan cómodos con nuestro queso viejo, que sentimos miedo al cambio que puede ocurrir en nuestro entorno. El queso representa, todo aquello que anhelamos conseguir o que solemos poseer, por ejemplo una carrera universitaria, el sueño de ser medico, o si ya poseemos un empleo por ejemplo no aferrarnos a el; pues hay que seguir preseparándose más y mas. En el cuento, el laberinto representa el lugar donde se pasa el tiempo en busca de lo deseado o los caminos que solemos recorrer y que puede estar lleno de muchas dificultades y debemos saber sobre llevar para encontrar nuestro queso deseado y asimismo no quedarnos estancados en un solo lugar. ¿Quién se ha llevado mi queso? Es la pregunta que todo mundo nos hemos hecho al menos una vez en nuestra vida, es la pregunta que nos ha hecho levantarnos y seguir adelante o estancarnos en nuestra mediocridad esperando que nuestros problemas se resuelvan por si solos. En el cuento se relata lo siguiente, dos ratones, Fisgón y Escurridizo, vivían en un laberinto, junto con dos liliputienses, Hem y Haw. Todas las mañanas, los ratones por un lado y los liliputienses por otro, se calzaban las deportivas, e iban a correr por el laberinto en busca de almacenes de queso, para poder alimentarse, aunque esta tarea era muy dura. Un día encontraron un gran almacén con queso de todos los tipos, tanto los ratones como los liliputienses acudían allí todas las mañanas, y hasta los liliputienses se crearon su propio hogar en el almacén para conseguir comida fácil. No obstante los ratones seguían siendo precavidos y olfateaban y analizaban el queso, además de seguir colgándose todas las mañanas las deportivas, por si llegaba el caso de que escaseara. En cambio los liliputienses acomodaron su hogar en el almacén creyendo que el queso siempre iba a estar ahí. Pero una mañana, el queso había desaparecido, y cuando los ratones llegaron y lo vieron, se calzaron sus deportivas y se marcharon en busca de nuevos almacenes; los dos liliputienses se quedaron muy impactados, y se pasaron días y días buscando por el almacén, picando por las paredes a ver si encontraban algo, hasta que llegó un momento en que estaban demasiado débiles por la falta de comida, y Haw aunque con miedo, consiguió armarse de valor, buscar sus viejas deportivas, y salir él solo en busca de nuevos almacenes de queso, mientras que su amigo Hem se quedaba en el almacén. . Estos 4 personajes; Los dos liliputienses Haw y Hem; Hem que se niega y se resiste al cambio, por temor a que le conduzca a algo peor y Haw que aprende a adaptarse a tiempo; en cuanto comprende que el cambio puede conducir a algo mejor., Dos ratones: Fisgón, que fisgonea y detecta el cambio, y es la parte de nosotros mismos que debería estar siempre alerta, y Escurridizo, que es el otro ratón, que no teme a realizar la acción ante cualquier tipo de cambio. son parte de una narración extraordinaria, que nos hace ver como gira el mundo mientras nosotros seguimos viviendo en nuestro pequeño mundo ;este puede ser nuestro trabajo, la escuela, nuestras relaciones, etc. creyendo que todo sigue igual y que seguirá así por siempre. Creemos vivir en un mundo de hadas “Donde, después de unas cuantas dificultades vivimos felices para siempre”. Mentira, eso no existe, nunca ha existido ni existirá jamás, porque el mundo gira, se mueve constantemente, y para poder seguir creciendo, desarrollarnos y avanzar, debemos de movernos con él, de lo contrario nos quedaremos varados, estancados, llenos de rencor y culpando a los demás por nuestros errores. Los 4 personajes mostrados en el libro ¿Quién se ha llevado mi queso?, representan 4 de nuestras facetas, diferentes formas de actuar en distintas circunstancias. En nuestra juventud predomina la actitud y las acciones de Fisgón y Escurridizo, siempre alertas, listos para cualquier cambio, nos dejábamos guiar por nuestro instinto, estábamos más que listos para iniciar cualquier aventura, sin importar que tan imposible o difícil pareciera. Más adelante, conforme paso el tiempo en algún momento entre nuestra etapa adolescente y la etapa madura, perdimos la garra, el entusiasmo, las ganas, dejamos de creer en ese sentimiento que nos guía a cosas nuevas, alcanzar nuevas metas. Creímos que con alcanzar algunos objetivos habíamos satisfecho nuestra existencia y nos quedamos estancados, creyendo que eso fue todo, que no hay más. En ese momento nos convertimos en Hem y Haw. Desgraciadamente o agraciadamente, la vida no es así, el mundo en el que vivimos no se rige por esa regla, está en un constante y rápido movimiento en cual nosotros debemos saber desempeñarnos actuando de la manera más adecuada para no quedar sorprendidos y estancados en nuestro pequeño mundo, del cual no nos queremos mover. En la historia que nos relata Spencer Johnson, muestra a 2 ratones (Fisgón y Escurridizo) y a 2 liliputienses (Haw y Hem) seres que se parecen mucho a nosotros los humanos. El laberinto juega un papel muy importante en la historia, ya que representa a la vida, con su incertidumbre, sus cambios repentinos y sus obstáculos. La narración está plagada de metáforas sobre la vida y la forma en como la abordamos. Los zapatos que usa cada personaje para caminar y buscar el queso que los hará felices, representan a las herramientas con las que contamos cada uno de nosotros para salir día a día y buscar nuestro pedazo de queso que nos hará felices. Este queso, puede ser algo material o no, cada uno de nosotros buscamos ese algo que nos hará felices, y varia de persona a persona. Y, aunque muchas personas le den tanta importancia a lo material, bien podría esta narración y este queso adoptarse en cualquier situación. Cuando hemos encontrado por fin nuestro queso, cuando nos hemos realizado en algún punto de nuestras vidas, generalmente tomamos la actitud de los liliputenses. Nos estancamos y dejamos de alistarnos, empezamos a hacerlo rutina y cuando menos nos damos cuenta, convertimos aquellos que tanto anhelábamos en una costumbre. Cuando cambian nuestro queso de lugar, entramos en pánico y dejamos de pensar como los ratones, permitimos que el miedo se apodere de nosotros y nos hacemos las victimas pensando que eso no debería de pasarnos a nosotros. No buscamos solución y nos hundimos en nuestro propio sufrimiento como paso con Haw y Hem. Es cuando debemos de cambiar y buscar nuevas opciones, queso nuevo, debemos estar preparados como los ratones, con nuestros tenis listos para emprender una nueva búsqueda
...