Quien Controla Los Medios, Controla La Cultura.

¿Y tú, cuánto cuestas?, de Olallo Rubio

La televisión ha favorecido el consumismo. La sociedad de consumo, nacida en Estados Unidos y extendida después al resto de naciones desarrolladas, se ha visto respaldada por el auge de la televisión y la ingente cantidad de horas que una persona dedica a estar frente a la pantalla, más de tres horas de media. La abundancia de bienes materiales puestos por primera vez a disposición de todos los ciudadanos concordaba con la posibilidad de éstos de adquirirlos y de disfrutarlos.

El consumismo es estimulado por la publicidad que aparece en televisión y satisface la pasión compradora del individuo, al tiempo que le proporciona seguridad en sí mismo y le permite repetir los actos de elección.

Cada vez más, se dedica mayor porcentaje de tiempo a la interacción con la televisión. Este porcentaje es mayor en jóvenes y adolescentes, que, en su mayoría dedican menos tiempo a la lectura, se interesan poco por las materias escolares, ven mucho la televisión, utilizan videojuegos, etc. que el abuso de soportes audiovisuales configura un estilo de aprendizaje pasivo, lo que motiva que los niños sean menos creativos e imaginativos e, incluso, muchos pierdan la curiosidad por aprender.

Este documental muestra una visión superficial de su país vecino a través de opiniones de gente común de diferentes clases sociales y culturales elegida al azar, parodias televisivas y segmentos animados en distintas técnicas. Donde el capital económico determina los valores materiales y simbólicos de la humanidad, y como el modelo dominante y la cultura del consumo de Estados Unidos influye en la conducta y hábitos de los mexicanos. Se trata temas como el racismo, la lucha por el poder, la manipulación mediática, la crisis energética, la migración y la esclavitud. El lenguaje es muy comercial y sencillo, por lo tanto, pone en evidencia las técnicas y métodos de persuasión utilizadas por los medios masivos electrónicos.

El documental nos invita a la reflexión y complementan el discurso crítico de la cinta.

En una sociedad donde todo se ha convertido en una mercancía ¿Y tú cuanto cuestas? Cuestiona la relación de la gente con el dinero, la vecindad geográfica o la influencia cultural.

El autor asegura que los círculos de poder que controlan al mundo ven al ser humano como un producto, el cual está diseñado y programado (con la ayuda de los medios) para consumir otros productos. Las profundas reflexiones de la película invitan al espectador a cuestionar el sistema que rige a la civilización occidental, sin ser una cinta con pretensiones propagandísticas y evitando abordar temas políticos tendenciosos directamente.

“Quien controla los medios, controla la cultura.”

Allen Ginsberg

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