¿Qué profesional quiero ser?
Enviado por videa96 • 26 de Marzo de 2019 • Documentos de Investigación • 1.555 Palabras (7 Páginas) • 578 Visitas
Introducción
Ensayo basado en la persona que deseo ser en un futuro al culminar mis estudios.
En un futuro toda profesión es sinónimo de disciplina y orden, tomar interés y ponerse a pensar ¿Quién quiero ser en un futuro? ¿Qué debo hacer en un futuro? Al ponerse a pensar por un tiempo en la profesión que más me interesa o me llama la atención y al indagar en que se basa mi futura profesión conlleva a pensar, si se reúne las aptitudes necesarias para realizar en un futuro lo que quiero ser.
Desarrollo
¿Qué profesional quiero ser?
La carrera que más me llamo la atención fue el DERECHO. Siento que reúno las aptitudes necesarias para ser una abogada con grandes capacidades.
Ser un profesional del derecho, conlleva a una gran responsabilidad llena de ética donde se trata con gran cantidad de personas diferentes. Con distintas personalidades y formas de pensar. Se lleva a cabo una labor muy importante en el país.
Abogado: es aquella persona que ejerce profesionalmente la defensa jurídica en un juicio, así como los procesos judiciales y administrativos ocasionados o sufridos por ella. Además, asesora y da consejo en materias jurídicas.
Me he hecho la pregunta ¿Quién quiero ser en lo profesional? Tomando en cuenta lo que conlleva ser un profesional del derecho en el futuro deseo ser una persona ética y conocedora de las leyes, alguien que ha reunido lo necesario para ejercer dicha profesión que requiere de tanta responsabilidad
En el país donde hay mas demanda laboral en el derecho es Costa Rica con 389,36 abogados de cada 10.000 habitantes siendo el país con mas abogados en el mundo lo lleva a ser el país con mas demanda laboral en la profesión del derecho.
El país con menos demanda laboral o menos abogados en el mundo es Indonesia con tan solo 39,25 abogados por cada 10.000 habitantes.
Testimonio de un profesional del derecho
Ser un profesional del derecho, doctor en leyes, licenciado en ciencias jurídicas o abogado no es nada fácil, para ser un abogado exitoso hay que tener ciertas capacidades, desde el raciocinio para comprender a fondo todos los casos, el estudio es muy intenso y en la práctica aún hay mucho que aprender, un abogado no solo aprende en la universidad sino también cuando está litigando, todos los días hay sorpresas siempre hay algo nuevo que se aprende, el derecho es muy extenso y complicado. Un abogado corre ciertos riesgos al ejercer dicha profesión pues se trata con personas diferentes casi a diario las cuales exigen se solucionen sus problemas rápidamente, exigen resultados personas que están dispuestas a hacer lo que sea para estar bien ya sea consigo misma o con la sociedad.
Articulo
Sociedad y Derecho son plenamente interdependientes, hasta el punto que no puede haber sociedad sin Derecho, ubi societas, ibi ius, el aforismo latino lo expresa claramente: donde hay sociedad hay Derecho.
La sociedad exige que el Derecho sea acorde y coherente con la realidad social y vivencial. La interdependencia que las une logra que la sociedad sea no solo portadora sino también creadora de Derecho.
Anteriormente en el tiempo estuvo vigente el privilegio de la “venganza de la sangre” que contemplaba el «derecho» del marido a matar a la mujer adúltera, revisado en 1963, eliminándolo del Código Penal.
Obedecían a políticas criminales de control social que utilizaban el derecho penal como instrumento de las mismas.
Ejerzo la abogacía desde el año 1982, lo que me ha permitido observar cómo la sociedad ha reordenado, generalmente para avance en el bien social y mejora, el Derecho; pero también la irrupción de ciertas desviaciones y patologías sociales que generan imposiciones y comprometen valores máximos en un Estado de Derecho como lo son la independencia judicial y la presunción de inocencia.
Picaresca, que se ejemplifica en el pasaje en el que el Lazarillo de Tormes y un viejo ciego compartían un racimo de uvas. “—¿Sabes en qué veo que las comiste de tres a tres? —En que comía yo dos a dos y callabas—“. La confianza era propia de ingenuos y el ingenio del habilidoso pícaro.
Nuestro sistema penal en el delito de estafa requiere que el engaño sea bastante, esto es, se exige de un plus de intensidad y de maquinación artificiosa para que resulte penalmente relevante. Aunque actualmente suavizado jurisprudencialmente, el adjetivo indefinido “bastante”, socio inescindible del “engaño” en el delito de estafa, se traduce en la autoprotección, es decir, en el corresponsable deber del “no bastante engañado” de un actuar medianamente diligente y no desidioso. El efecto pendular desde la relajación moral precedente de gran parte de la sociedad a la exigencia de un modelo de conducta de valor moral superior, bajo el castigo penal y la previa reprobación social, ha generado, en mi opinión, ciertas patologías que estoy seguro que la sociedad en un futuro juzgará y corregirá. Destaco dos: la actitud ejemplarizante que, en ocasiones, se atribuyen Jueces y Tribunales en sus sentencias para el agrado social -comparto la opinión de quienes mantienen que el estado de salud democrático no se puede medir por las sentencias ejemplarizantes sino por las sentencias justas- y el exterminio de la presunción de inocencia en los juicios mediáticos. Con excesiva frecuencia ambas se unen umbilicalmente.
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