REFLEXIÓN SOBRE LA IMPORTANCIA DE LA COMPLEJIDAD EN EL ABORDAJE DE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES Y SU VINCULACIÓN CON EL CAMPO DE LA EDUACIÓN AMBIENTAL

Es para todos conocido el problema que viene padeciendo nuestro planeta. La crisis ambiental, que cada día cobra mayor importancia, ha empezado hasta ahora a tocar la conciencia de los más poderosos y a mostrarles que esto no da espera. Si bien, gran parte de la solución al problema está en la voluntad de los dirigentes políticos y económicos del mundo, no hay que dejar de lado la importancia de que cada individuo empiece a tomar conciencia de su papel como hombre y de lo que puede hacer para darle una mano a la tierra, pues tendemos a confundir el avance tecnológico con la evolución natural de la humanidad, y nuestro hogar global, está pidiéndonos a gritos una tregua en la guerra que parece le hemos declarado, para ello sólo necesitamos observar el cambio climático en todo el planeta, los crudos y prolongados inviernos, etc.

A esto, Edgar Morín afirma que, el problema ambiental es, en la sociedad post-industrial, un imperativo histórico: o lo resolvemos, o nos extinguimos como especie, y argumenta que lo etiquetamos como “progreso”, no lo es, y cualquiera que sea nuestra actividad laboral, clase social, edad, sexo, religión, raza, nacionalidad, no podemos continuar realizando las prácticas irresponsables que por años han enfermado al ambiente.

Hoy más que nunca, está verdaderamente vigente el pensamiento de Einstein:”Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

La problemática ambiental era tratada, hace algunos años, desde disciplinas del conocimiento que no acostumbraban comunicarse entre sí (multidisciplinariedad), pero cuando decidieron abordar temas y objetivos comunes, lograron dar respuesta a algunos de los retos más urgentes del tema, como la creación de fuentes de energía alterna y el desarrollo sustentable (interdisciplinariedad), pero no ha sido suficiente. A esto, Morín asegura que, las parcelas del conocimiento, tienen que ser repensadas para trascender todo lo que es conocido hasta hoy pero que no ha dado respuesta a la problemática ambiental (transdisciplinariedad).

Tampoco es casualidad que Enrique Leff afirme que la crisis ambiental es también una crisis del conocimiento, pues interpela las disciplinas en que el hombre lo ha dividido para su estudio y argumenta que no hay tales, sino solamente rigurosos para responder a las necesidades de un ambiente cambiante.

Es en el campo de la Educación Ambiental, donde es posible abordar la complejidad que señala Morín, para tratar los temas que han producido lo que denominamos “campos emergentes”, porque los puntos en común de cada disciplina dependen de la imaginación del estudiante, docente o investigador. Para reforzar esto, es necesario recordar las palabras de Einstein y que obviamente Morín comparte: “En tiempo de crisis, la imaginación es más importante que el conocimiento

...