Reducido Al Mundo De Los Pinguinos

Básicamente el libro critica de una forma concreta pero dócil a su vez, el cómo en ciertas ocasiones el individuo de bajo nivel académico, social, económico o hasta religioso es excluido en ciertos aspectos, que los de alto nivel jerárquico creen en los cuales no podrían participar tanto por sus condiciones, sino hasta por ser diferencias.

Pero que claramente podemos mencionar que vale la pena tomar en cuenta a toda persona o individuo de cualquier clase social, económica, etc.

Ya que podrían contar con mejores ideas o soluciones a problemas los cuales no podemos solucionar, como popularmente se menciona: Dos cabezas piensan mejor que una. Todo esto con fin de no recluir ay limitar a las personas. Ya que es mal visto el clasificar a las personas ya sea por su personalidad como por antecedentes de sus habilidades y talentos.

Reducido al reino de los pingüinos capta la esencia de un desafío serio para las organizaciones y para los individuos, el problema de reducir, de estereotipar. Cuando clasificamos a la gente, la definimos muy estrictamente y a menudo pasamos por alto muchos aspectos de su personalidad, de sus antecedentes, de sus habilidades y talentos en detrimento tanto de ella como de nuestra organización.

Peor aún, a menudo nos clasificamos a nosotros mismos, colocándonos en casillas estrechas o categorías, y luego actuamos como si esas categorías fueran verdaderas ahora y para siempre.

Las ideas que nos limitan son la peor forma de clasificarnos en virtud de ellas nos despojamos a nosotros mismos y a los demás se experiencias nuevas, de oportunidades que son un reto y de la realización del potencial que hemos desarrollado.

Este libro es una fábula sobre el acto de estereotipar, y nos ayuda a todos a pensar en cómo se puede lidiar con el problema de estereotipar en nuestra propia vida y en nuestras organizaciones.

Debemos siempre tomar en cuenta la opinión de los demás sin importar de quien venga ya que todos somos iguales, y abstenernos de causar daño moral a las personas y a las organizaciones. Al igual que Alfonso el presidente valorar y apreciar el trabajo de otros sin importar las diferencias individuales.

Tenemos que aprender tres cosas muy importantes:

1- No juzgar a nadie por su apariencia.

2- Personas con distintas apariencias pueden formar grandes grupos.

3- Siempre debemos guardarnos de encasillarnos unos a otros y de encasillarnos a nosotros mismos.

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