Reflexion
Enviado por Anameg • 6 de Septiembre de 2013 • 620 Palabras (3 Páginas) • 238 Visitas
Jesús y el Padre Saben...
Hace poco estuve conversando con una amiga y compartiendo experiencias sobre personas y hábitos que hemos tenido que dejar, no porque no amaramos a esa persona o pasar tiempo en ese hábito, si no porque era lo correcto en obediencia a Dios. Hablamos sobre el miedo que da dejar eso que amamos, la valentía que requiere decidir dejarlo y todo el dolor que se experimenta en el proceso. Mientras reflexionaba en lo que estábamos conversando pensé en Dios y en como El dejó ir a Jesús al mundo, no porque no lo amara, si no porque sabía que era necesario. Seguramente a Él como Padre también le dolió.
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16
Sé que muchos de nosotros nos hemos sentido en varias ocasiones entre "la espada y la pared", que sabemos que necesitamos del Señor y sabemos lo que nos está pidiendo que dejemos, pero nos cuesta tanto abandonar las cosas que nos impiden hacerlo. Nos obsesionamos con pensamientos acerca de la decisión que hay que tomar, pensamos en el dolor, en el qué dirán o lo mucho que costará. Nos aferramos a las cosas que no son eternas, cosas que no edifican. En momentos así lo que más hay son excusas, y más cuando las emociones se ven involucradas.
No solo Dios el Padre sabe sobre el dolor de dejar ir algo que amamos, Jesús también tuve que “dejar ir” en obediencia a Dios:
Aunque existía con el mismo ser de Dios, no se aferró a su igualdad con él, sino que renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló así mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. Filipenses 2:6-8 (DHH)
Como si fuera poco, Jesús tuvo que sufrir al decidir obedecer- le dieron la espalda, le escupieron, se burlaron de él, lo crucificaron y murió PERO también resucitó. El sabía que el precio de despojarse y obedecer era caro, pero la recompensa era mayor. Todo por amor a nosotros.
Tu obediencia también traerá recompensas más grandes que el dolor y la duda que puedas estar sintiendo. Aun en momentos de dolor Dios te suplirá lo que necesites, al final podrás entender cuál fue su propósito al pedirte que renuncies a eso que tanto amas.
La Biblia nos llama a que seamos como Jesús:
Mantengan en ustedes esta actitud mental que también hubo en Cristo Jesús, quien [...] se hizo obediente hasta la muerte. Fil 2:5-8
Jesús mismo sabía que no lograría obedecer a la perfección en sus propias fuerzas, así que recurría a su Padre en busca de ayuda:
En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión. Hebreos
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